Cientos de universitarios podrían empezar el curso sin profesor

s.d.m.

ASTURIAS

Vicente Gotor, Juan Vázquez,.Javier Fernández y Santiago García Granda, durante la apertura del curso académico 2018-2019, en el claustro de la Universidad de Oviedo
Javier Fernández y Santiago García Granda, durante la apertura del curso académico 2018-2019, en el claustro de la Universidad de Oviedo

El rectorado modifica por sorpresa la convocatoria de 54 ayudantes doctor justo cuando tenía que publicar las listas de admitidos y obliga a reiniciar todo el proceso

02 jul 2019 . Actualizado a las 20:59 h.

Cientos de estudiantes de la Universidad de Oviedo podrían empezar el curso sin profesor. El Rectorado ha modificado por sorpresa la convocatoria para contratar a 54 ayudantes doctor que se tenían que incorporar la plantilla por necesidades docentes. Este cambio en las bases, publicado en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), tiene dos consecuencias directas. La primera es que obliga a reiniciar el proceso desde el principio, por lo que no será posible firmar los contratos para el 1 de septiembre. La segunda es que podría crear inseguridad jurídica, ya que reabre el plazo de solicitudes que ya se había cerrado y permite incorporarse a nuevos aspirantes. Esta decisión del Vicerrectorado de Organización Académica ha provocado un gran malestar entre los decanos, los directores de escuelas universitarias y los propios directores de departamento que observan con inquietud que no podrán cumplir con la planificación. Los cálculos más optimistas hablan de que estos docentes llegarán a las aulas en octubre. Otros, en cambio, dudan de que lleguen antes de noviembre.

La convocatoria ha despertado recelos desde el principio en un sector de la Universidad de Oviedo. No gustó su anuncio. Fuentes consultadas por La Voz explican que el Rectorado vendió este concurso como un plan de rejuvenecimiento de las plantillas cuando en realidad lo que estaba haciendo era cubrir necesidades docentes básicas, es decir, contratar a los profesores necesarios para poder impartir todas las clases y así que las facultades cumplan con su Plan de Ordenación Docente. Hasta aquí, las quejas tenían un carácter interno y que no afectaban al día a día de la universidad.

Cambio sorpresa

Esta modificación de las bases, justo en el día en el que tenían que salir las listas de admitidos, tiene otra trascendencia. El tema de los plazos es crucial. Mañana, 3 de julio, se reabre el plazo de admitidos, con 15 días naturales más. Las comisiones se disuelven y tienen que volver a nombrarse. Todo el trabajo de baremación realizado no sirve para nada porque existen nuevas indicaciones incorporadas por la propia Universidad de Oviedo. Esto implica la publicación de la lista provisional de admitidos, el periodo de rectificación de errores, el listado definitivo, la impugnación, la constitución de comisiones, los nuevos baremos. Las comisiones, por ejemplo, tendrán 20 días para trabajar, si tienen menos de 10 candidatos. Por encima, de ese número tendrán cinco más. A todo este complejo entramado burocrático, hay que sumar dos condicionantes más. El mes de agosto es inhábil y cabe la posibilidad de que se presente alguna reclamación contra estos cambios. Si esto último sucede, entonces es imposible calcular cuándo se podrían incorporar los 54 ayudantes doctor.

Luego está el malestar por las bases en sí mismas, por el contenido. Un experto en la materia afectado por esta convocatoria lo explica de manera sencilla. «El baremo inicial era de trazo grueso y se dejaba trabajar a las comisiones, para que ellas hicieran un trazo más fino ajustándose a las necesidades de cada plaza, valorando que era lo que se necesitaba. Ahora ya se dan prioridades», comenta. Esto supone un cambio en las reglas del juego en mitad del partido, cuando los currículums de los candidatos ya llevaban más de 10 días en manos de la propia Universidad, ya que el plazo de solicitudes se cerró el pasado 21 de junio. Estos candidatos iniciales podrán actualizar sus méritos también, pero es complicado que en tan poco tiempo tengan algo nuevo que incorporar. 

Este ha sido el tema del día de debate en círculos universitarios. Hay quien explica que la falta de docentes puede provocar un «gran efecto dominó» en el inicio de curso. La explicación es sencilla. Hay departamentos que dan clases en más de una facultad o escuela, así que la escasez de recursos, por ejemplo, en un departamento puede afectar a varios grados diferentes. Fuentes consultadas por La Voz reconocen que las instrucciones que reciben del rectorado, con la intención de garantizar un inicio de curso adecuado, es que concentren las necesidades docentes en el segundo semestre, es decir, que pongan a sus efectivos en el primer semestre y que dejen las vacantes para el segundo, por si hay algún retraso que no afecte a la docencia. Sin embargo, matizan que esto no siempre es posible, ya que entran en juego multitud de elementos.

Si no hubiera habido ninguna modificación, el concurso iba a llegar al 1 de septiembre por los pelos. Los plazos eran muy ajustados pero realistas. La publicación del BOPA parece haber dado al traste con todos los planes.