La mitad de los asturianos que emigran tienen estudios superiores

ASTURIAS

Un informe señala el agravamiento del invierno demográfico con la fuga de talento y la pérdida de población que llega a las ciudades

18 jul 2019 . Actualizado a las 13:39 h.

Asturias es, desde hace décadas, una de las comunidades más afectadas por la caída demográfica (de forma sistemática desde hace años se producen muchas más muertes que nacimientos) y también envejecimiento de la población (más en las alas y áreas rurales que en los núcleos urbanos del centro de la región). Pero a todo ello se ha sumado además que el Principado se sitúe entre los territorios con un peor balance de emigración interior, es decir, son muchos más los asturianos que se trasladas a vivir a otras comunidades que las personas que acuden a residir aquí desde otros puntos de España. Y no sólo eso, el grupo de emigrantes asturianos tiene un nivel de estudios elevado, superior en la media a los ya de por sí pocos emigrantes que llegan al Principado; es una exportación intensa de talento y juventud. Así lo señala al menos el informe «Descapitalización educativa y segunda oleada de población», recién publicado por la revista «Perspectivas Demográficas».

Las conclusiones de los autores destacan a dos comunidades ganadoras, Madrid y en menor medida Cataluña, y un área singulamente perdedora: el noroeste español. La sangría de despoblación y emigración afecta de forma muy profunda a Castilla y León y territorios del norte de la península, entre ellos Asturias. Desde el Principado los emigrantes se trasladas sobre todo a la capital del Estado, se cuenta entre las comunidades (junto a Extremadura, Galicia, Andalucía o Canarias) en las que no hay un flujo inverso que compense esa pérdida de población y que, además termina por padecer una pérdida significativa. Un efecto consecuente es la «fuga de talento» que los autores definen como «la pérdida de capital humano cualificado en un territorio. La emigración del talento local tiene consecuencias negativas para el desarrollo endógeno y alimenta los procesos de acumulación en las áreas receptoras, que se benefician del capital humano importado». 

¿En qué medida afecta a Asturias? Bastante. El Principado se cuenta entre los territorios en los que en mayor medida «los autóctonos de 25 a 39 años que han emigrado tienen un nivel educativo superior respecto a sus homólogos que permanecen en la región de nacimiento». Es decir, se encuentra en el grupo de comunidades en las que «entre el 45 y el 55% de los jóvenes que se marchan tienen estudios universitarios, frente al 30-35 % de los sedentarios». Asturias aparece junto a Navarra como uno de los territorios con mayor porcentaje de población joven con estudios universitarios (en el caso de las mujeres el Principado se sitúa desde hace tiempo en tasas superiores a la media europea) sin embargo no cuenta con recursos ni tejido empresarial capaz de retener ese talento. «No solo se van los más cualificados, sino que los jóvenes procedentes de otras regiones tiene un nivel educativo más bajo respecto a los que se marchan», señalan los autores respecto a las características que afectan a comunidades como Asturias.

El envejecimiento y la despoblación afectan al Principado desde hace tiempo pero, según este estudio, ese «invierno demográfico» comienza a morder ya también a las ciudades asturianas. Así, recoge que en el grupo de 25 a 39 años, Asturias aparece en tercer lugar entre los territorios que presentan tasas negativas de población tanto en la capital de provincia (más del 10%) como en los municipios urbanos o los rurales; en los tres. «Las capitales provinciales de dichas comunidades autónomas no solo pierden población nacida en el mismo municipio, sino que también son utilizadas como trampolín por los jóvenes de ciudades más pequeñas y del medio rural oriundos de la misma región. Estos se desplazan inicialmente a las capitales provinciales de su comunidad para estudiar o incorporarse al mercado laboral, y posteriormente emigran hacia ámbitos urbanos de mayor entidad», recoge el informe.

En esta descapitalización, el estudio incluye a Asturias como ejemplo de región (junto al interior y el norte del país) donde «el balance migratorio negativo de sus capitales y la salida de titulados universitarios son especialmente llamativos. Estas ciudades, urbes pequeñas e intermedias del tejido urbano español, presentan una escasa competitividad en la economía globalizada actual. Han quedado al margen de grandes inversiones de capital, tanto nacional como internacional, y no han sido capaces de crear una economía basada en nuevas tecnologías aprovechando el capital humano endógeno. En muchos casos, se trata de ciudades que no se han recuperado de los procesos de desindustrialización, o que aún tratan de mantener un tejido productivo con cierta obsolescencia y un importante déficit de actividades de alto valor añadido».