¿Hay un aumento de la violencia pandillera en Asturias?

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Puñetazo
Puñetazo

El profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo, Juan Pastor, rechaza que sea así y explica que «vivimos en una sociedad violenta donde los jóvenes siguen, mayoritariamente, haciéndose hombres «a hostias»

28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias ha vivido en los últimos tiempos episodios de violencia en grupo en la que una persona es agredida por varios individuos amigos entre ellos. Hace poco más de un mes, una de esas agresiones le costaba la vida al profesor David Carragal, quien tras varios días ingresado en la UCI del HUCA no podía superar las lesiones por los golpes que recibió, presuntamente, por parte de tres jóvenes de 18 y 19 años durante la celebración de las fiestas del barrio de La Florida, en Oviedo. El pasado 9 de julio la Guardia Civil de Gijón detenía a cuatro hombres, vecinos de Avilés, como los supuestos autores de dos delitos de lesiones y un delito de omisión del deber de socorro tras la agresión ocurrida en las fiestas de Piedras Blancas por la que un joven tuvo que ser hospitalizado. Otro caso fue el de Germán Fernández, de 25 años, hace por estas fechas dos años. Germán sufrió una agresión en la madrugada del 13 de julio de 2017 en la calle Pedro Duro de la zona de Fomento, en Gijón, que le ha dejado secuelas neurológicas de extrema gravedad. La víctima permaneció ingresada dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Central de Asturias (HUCA) y ha tenido que empezar de nuevo a aprender funciones básicas como andar y hablar.

Teniendo en cuenta estos casos ¿puede hablarse de un aumento de la violencia pandillera en Asturias? Los datos facilitados el pasado mayo por el Ministerio de Interior, relativos al 2018, seguían indicando que Asturias se mantiene como la segunda comunidad autónoma más segura de España, siendo Oviedo y Gijón dos de las ciudades con el menor índice de criminalidad. Pero ¿qué opinan las voces expertas en psicología social? El profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo, Juan Pastor, no cree que haya un aumento de los casos de agresiones en grupo. Asegura que a sus 48 años es algo que «he vivido toda mi vida, desde el colegio hasta hoy». La explicación que aporta es que «vivimos en una sociedad violenta donde los jóvenes siguen, mayoritariamente, haciéndose hombres «a hostias», y admite que todavía hoy «tengo que bajar la mirada en las fiestas para no encontrarme con miradas que buscan rival». Y, ¿qué lleva a los grupos de jóvenes a tomar una actitud violenta ante personas que están solas y con menos posibilidades de defenderse? «Los hombres siempre nos hemos socializado así, siendo violentos con los más débiles», argumenta este experto.

Él en concreto no dispone de estadísticas o estudios al respecto pero asegura que no le extrañaría «que los datos digan que ha aumentado este tipo de violencia», al igual que ha pasado con las agresiones sexuales o la violencia machista. «Siempre han existido, pero sólo últimamente nos hemos hecho muy sensibles a ello, con lo que se denuncia más», apostilla Juan Pastor. Respecto a que las agresiones en grupo se den en mayor medida en entornos festivos o zonas de ambiente nocturno, el profesor señala que es otra cuestión que siempre ha sido así: ¿o ya se nos ha olvidado la violencia rural en Asturias, cuando los jóvenes de Puerto de Vega iban a las fiestas de Navia a pegarse con los jóvenes locales?». A su entender estos episodios no deben generar alarma y la sociedad no debe preocuparse «en el sentido de que no es nada nuevo». En lo que llama la atención y pone el acento, y por lo que considera que sí debe haber inquietud, es «en el sentido de que pasan los años y las décadas y estos fenómenos (agresiones) disminuyen muy muy poco a poco». «Pero estamos en un país donde sigue siendo legal pagar por ver cómo torturan a un animal… Cómo para acabar con las agresiones en las fiestas», exclama. A su entender «estos problemas no son de individuos concretos, sino de una sociedad violenta que reproduce la violencia».

Como profesor de psicología la única recomendación que hace a alguien que se pueda ver increpado por un grupo de personas es «no aceptar el enfrentamiento, tratar de huir o buscar ayuda». Tampoco tiene claras cuáles pueden ser las soluciones hoy por hoy cuando estamos hablando de una sociedad individualizada en la que los medios punitivos son la policía y la cárcel. «Otra cosa sería una sociedad de comunidades, pero eso ya no existe», comenta Juan Pastor, quien aboga por que la colectividad rechace que esas situaciones «sean lo normal». Dicho esto, hace una reflexión en torno a que las drogas deberían ser un agravante y no un atenuante, como sucede con el alcohol al volante.  Juan Pastor añade una reflexión más sobre la violencia grupal pero en lo que a agresiones sexuales se refiere y como las mujeres «se han vuelto como los hombres» a partir de casos como el de la Manada de Pamplona. «La violencia es algo masculino y la venganza y el castigo es masculino y ahora para hacer frente a los violentos, se utiliza más violencia, más castigo, más venganza, más cárcel…».