La velocidad media oscila entre los 105 y los 128 kilómetros por hora
25 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Las líneas ferroviarias españolas experimentaron en los últimos treinta años una transformación radical, centrada en la apuesta por la alta velocidad para compensar el abandono que sufrió el ferrocarril durante buena parte del siglo XX. Pero también se ha alumbrado una red a dos velocidades, en la que hay territorios e incluso ciudades que han quedado descolgadas de las mejoras, bien por el período de crisis económica entre el 2008 y el 2015, bien porque nunca se consideró rentable conectarlas mediante trazados ferroviarios de altas prestaciones. El abandono generalizado de la red convencional con menos demanda se suma a esta realidad de una red hemipléjica.
Asturias se ha quedado al margen de estos avances y el resultado es que varios destinos de la región se encuentran entre los más lentos del país. En concreto, cuatro trayectos entran en el ránking de los 25 peores de España. La más lenta es la ruta entre Barcelona y Gijón, que alcanza unos raquíticos 105 kilómetros por hora. A continuación el tren Alicante-Gijón que registra una media de 120 kilómetros por hora, la misma velocidad que el Madrid-Gijón. En este ránking de tortugas cabe incluir a la ruta Castellón-Gijón, que viaja a 128 kilómetros por hora.
Si queremos hacer comparaciones, hay que destacar que el trayecto entre Madrid y Barcelona circula a una media de 249 km/h, que el Madrid-Zaragoza viaja a 246 km/h, el Madrid-Valencia a 240 km/h y a continuación aparecen las conexiones de la capital con Alicante (225 km/h) y con Málaga (220 km/h). Por poner otro ejemplo, la conexión entre Madrid y León circula a una media de 164 km/h y entre Valencia y Sevilla a 205 kilómetros por hora. La cara opuesta está en Galicia. El trayecto entre Vigo y Bilbao se eterniza a 73 kilómetros por hora y el de A Coruña-Hendaya a 82 kilómetros por hora.
El A Coruña-Ferrol es el tren más lento de España en la media distancia, con una velocidad situada en la horquilla entre los 52 y los 55 kilómetros por hora, dependiendo del tipo de tren y la frecuencia. Para compararlo se eligieron trayectos de media distancia entre poblaciones relativamente importantes, por lo que podría haber tramos más lentos en recorridos más cortos donde el trazado esté en muy malas condiciones. La comparación se hizo con conexiones ferroviarias con kilometrajes relevantes en ancho ibérico, pues es evidente que en la red de ancho métrico de la extinta Feve hay registros mucho peores.