«Queremos convertir el Valle de los Caídos en un monumento como Auschwitz»

ASTURIAS

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La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, relata cómo vivió la exhumación de Franco y los planes del Gobierno para Cuelgamuros

26 oct 2019 . Actualizado a las 17:53 h.

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, vivió el traslado de los restos de Franco durante la exhumación en el Valle de los Caídos en su despacho en la sede de Ferraz, en un espacio «chiquitín» en el que se agolpaban entre ocho o nueve personas. Pero lo que más recuerda era el silencio. «Fue muy emocionante, y el silencio con que lo estábamos viendo era sobrecogedor», narraba la política asturiana 24 horas después de que un helicóptero trasladara el ataud del dictador hasta el panteón familiar de Mingorrubio. Su presencia con una tumba destacada en una megalómana edificación, eregida a mayor gloria del régimen, se extendió durante casi tanto tiempo en democracia como lo que duró la propia dictadura, como una prórroga de mala digestión, la losa en sombra, que se zanjó con un pequeño séquito de nietos y descendientes empequeñecido entre los excesos de Cuelgamuros. 

A Lastra la imagen que se le quedó grabada en la retina es la de los miembros del Gobierno, con la ministra de Justicia, Dolores Delgado como notaria mayor del Reino, contemplando también en silencio la marcha definitiva de los restos del dictador. «No sé si hemos sabido trasladar el simbolismo de esa imagen, que el Valle de los Caídos ya es de la democracia española, aquí ya no hay un dictador enterrado», señaló Lastra.

Mariscal | Efe

«Una vez que el tribunal supremo y por unanimidad le da la razón al poder ejecutivo y al poder legislativo, ya toca acelerar los trabajos, lo que quería el gobierno es que todo saliera bien y se hiciera con la máxima dignidad y el máximo respeto; pero sobre todo que fuera un día de exaltación de la democracia, aquí no hubo exaltación de otra cosa más que de la propia democracia», destacó.  

De lo que ocurrió dentro de la basílica sólo fueron testigos directos los representantes del Gobierno y la familia. En las últimas horas de ha filtrado un vídeo de forcejeos con la policía pero ya en el destino final de Mingorrubio y de la desazón general de los descendientes en el momento en que la gigantesca losa se quebraba a martillazos y con radiales, cuando se hacía evidente que no había una marcha atrás. «Hablé con la ministra y Félix Bolaños también pero sobre todo para transmitirles el orgullo que sentíamos todos al verlos allí. Alguna cosa contaron de algún momento de tensión pero también éramos conscientes de que la familia iba a intentar hacer alguna cosa precisamente para tener dos titulares más en el periódico, pero en todo caso todo salió bien, fue un momento de dignidad, es la palabra del día».

La dirigente socialista recalcó que la marcha del dictador es el primer paso para poder acometer un proceso que deberá cambiar por completo el significado del Valle de los Caídos, y deje de ser un emblema de la régimen para convertirse en testimonio del recuerdo de sus víctimas, con una desacralización que implica la marcha de la orden de monjes que cuidó la tumba y se resistió a su vaciado. «Resignificar», señaló Lastra, con Auschwitz como modelo.

«Igual que en otras partes de Europa, hay símbolos de estados crueles que se pudo conseguir cambiar su significado; como Auschwitz, que se ha convertido casi en un monumento de lo que no puede pasar; así tenemos que empezar a ver lo que hacemos ahora». E insistió en que de cara al futuro, debe convertirse en «un monumento a la reconciliación, a la convivencia, a lo que no puede volver a pasar, como se hizo en otras democracias de Europa también con símbolos que tenían que eran terribles».

La prioridad y el primer paso, según señaló la dirigente socialista, pasa por identificar los restos de las personas que fueron trasladas al Valle, en muchas ocasiones sin el conocimiento o contra la voluntad de sus familiares. Y apuntó que ya en los presupuestos presentados (que no salieron adelante y por lo que se convocaron elecciones) se incluía una partida de 15 millones de euros para la creación de un banco de ADN que sirva para identificar a las víctimas, tanto a las que reposan en Cuelgamuros, como en fosas comunes y cunetas. «En 2010, en el último gobierno de Zapatero fue cuando se crea esa comisión para hablar del valle y el problema fundamental que se encuentran era Franco. Mientras estuviera ahí no se podía hacer nada», señaló.

Otra medida será «la anulación de los tribunales franquistas para así anular las sentencias; porque la manera de hacerlo es esa, anulando la legitimidad de los tribunales». Lastra recalcó que se trabajó para que la jornada del jueves «sobre todo fuera un día de exaltación de la democracia, aquí no hubo exaltación de otra cosa más que de la propia democracia».

Y es que sí ha habido críticas desde determinados sectores tanto sobre la elección de los plazos (la medida se puso en marcha en cuanto el Supremo confirmó que podía hacerse y desestimó todos los recursos judiciales planteados por la familia y la fundación del dictador) y y también sobre incluso la propia presencia de representantes del Gobierno, la parafernalia heráldica con la que los descendientes cubrieron el féretro o el hecho de que gritaran un «¡Viva Franco!» cuando lo introducían en el vehículo.

«Me parece una estupidez, es que no hay otro calificativo. Ayer lo que pasó es que la democracia española tomaba posesión del Valle de los Caídos y sacaba al dictador del valle»; explicó la dirigente socialista quien destacó que «en el momento en el que el Tribunal Supremo nos da la razón y tenemos todos los permisos para hacerlo, pues cuanto antes. No había que esperar 24 horas más, desde luego lo que no íbamos a hacer era esperar porque al señor Pablo Iglesias le viniera mal; como por cierto le ha venido mal a toda la derecha. En eso también se parecen al final».