Las guardias de tarde en los centros de salud ponen en pie de guerra a los médicos

Susana D. Machargo

ASTURIAS

médico, médicos, Asturias
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El Sespa propone revisar el sistema de atención continuada dentro del área IV

12 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres o cuatro tardes al mes, en función de los meses. Como mínimo un viernes cada dos meses. Los mayores de 55 años no tendrán derecho a la exención de la que disfrutaban desde hace más de dos décadas. El plan de la gerencia del área IV, del Servicio de Salud del Principado (Sespa), ha puesto en pie de guerra a los médicos, que denuncian la improvisación con la que trabaja la administración, su despilfarro de los recursos y su intención de cargar la responsabilidad a los propios facultativos. Así lo denuncia Carlos Fernández Moro, el responsable de Atención Primaria del Sindicato Médico (Simpa), que está convencido de que si los planes del Gobierno del Principado llegan a concretarse desataría una cascada de bajas. «Es una agresión», reconoce Javier Alberdi, presidente del sindicato.

El Sespa comunicó sus planes a los responsables de los equipos de Atención Primaria en una reunión que había convocado con un largo orden del día. Entre el protocolo del coronavirus y otros asuntos soltó lo que cayó como una bomba para los profesionales médicos: la intención de cambiar la organización de las guardias de tarde. Alberdi alerta de que se anuncia para el área IV, con cabecera en Oviedo, pero está convencido de que la intención es ir extendiéndolo a otras zonas. «Por algún sitio tienen que empezar», argumenta. Lo que se atisba en estas primeras horas después de la reunión es que van a encontrar resistencia. El malestar en círculos médicos es evidente.  

Ejemplos prácticos

El problema se encuentra básicamente en la zona urbana, explica Fernández Moro, donde las urgencias de tarde se han convertido en una prolongación de la jornada, con un goteo de pacientes constante durante cinco horas. Esto implica que los profesionales harían 12 horas seguidas- su jornada de siete horas más las cinco extra-, en las que podrían llegar a ver, fácilmente, 90 ó 100 enfermos. Le parece una auténtica locura y más en profesionales de más de 55 años, que representan el 60% de las plantillas de los equipos de los centros de salud. No ve el mismo problema en la zona rural, donde la presión asistencial es menor.

El Simpa denuncia la «improvisación y la falta de criterio» con la que trabaja el Sespa. Cree que ha dado este paso por un tema, fundamentalmente, económico. La guardia de tarde a los médicos de Atención Primaria que forman parte de los equipos es mucho más barata, a 23 euros la hora. Alberdi explica que se trata de una tarifa que lleva en vigor desde el año 2009 y que no se ha realizado ninguna actualización. Para el sindicato, sin embargo, no es cuestión de dinero. Lo que quiere es que se afronte una planificación con criterios médicos de la atención continuada. No le sirve que el Gobierno del Principado alegue la falta de médicos. Tienen constancia de que ayer mismo, 11 de febrero, dos eventuales estaban en casa sin trabajar, es decir, sin contratar. Otros tenían un calendario para 24 horas más, así que no sabían qué iba a ser de su vida mañana, jueves.

Propuestas alternativas

Alberdi y Moro dejan claro que la Administración asturiana debe respetar los derechos adquiridos por los médicos. Ese es el caso de la exención de guardias para los mayores de 55 años, una medida que lleva en vigor en toda España desde el final de la huelga del otoño de 1995. «Algunas comunidades quieren acabar con ella y parece que el Principado es una de ellas», denuncian. Creen que se debe mejorar las condiciones de los eventuales, con contratos más estables, como los que ha hecho León. «Sólo tienen que copiar lo que han hecho otros. Solo eso», lamenta Moro.

Además, el Simpa defiende la agrupación de los puntos de atención continuada en las zonas urbanas. Esto supone que no estén abiertos todos los centros de salud por la tarde. Propone que las urgencias se concentren en dos o tres puntos estratégicos, uniendo a varios profesionales. «Si los tienes abiertos todos y un médico en cada uno, corres el riesgo de no poder a todo el mundo. Un ejemplo. Si en un centro hay un único profesional de guardia y sale a atender un domicilio, se queda vacío. Si llega una urgencia nadie puede atenderla. En cambio, concentrado a los profesionales, esto lo tienes resuelto», argumenta Alberdi, que reclama al Sespa una planificación real y valiente. «No tienen planificado ni un mes completo», lamenta Moro.