Una asturiana en el foco italiano del coronavirus: «La situación es menos preocupante de lo que cuentan»

c.d.n. REDACCIÓN

ASTURIAS

Centro de Padua, sin nadie por la calle
Centro de Padua, sin nadie por la calle

Una estudiante de beca Erasmus en Padua cuenta cómo están viviendo la cuarentena para tratar de frenar el contagio

02 mar 2020 . Actualizado a las 11:40 h.

El coronavirus se está expandiendo a la velocidad de la pólvora. Ya son más de 89.000 contagiados en todo el mundo, con más de 80, en nuestro país. Las alarmas saltaban hace algo más de un mes, en Wuhan, y volvían a saltar hace unas dos semanas, en Italia, cuando comenzaron los contagios. El país mediterráneo cuenta con más de 1.690 contagiados, cuyo brote comenzaba en las regiones del norte del país, de Lombardía y el Véneto. Pero también por otros puntos del norte de Italia. En Padua, una ciudad cerca de Venecia, donde hace apenas una semana se cancelaba el famoso carnaval a causa del virus. Allí, reside actualmente la asturiana Marina Eirín, estudiante de beca Erasmus, quien cuenta cómo está viviendo la situación, que asegura, «es menos preocupante de lo que cuentan».

La asturiana asegura que no hay desabastecimiento alguno en la región, «solo faltan mascarillas y jabón desinfectante de manos». Pero como en muchos puntos del mundo, desde que se iniciara el brote, sin siquiera contar con contagios en el país. Aunque así asegura, que cuando saltó la alarma, «la gente se lanzó a comprar sin control y ahí faltaron algunos productos», pero que, pasados unos días, fue al supermercado y lo encontró «más lleno de productos que nunca».

Eso sí, más allá de la escasez, inexistente en este caso, de productos, asegura que la gente apenas sale a la calle. Tras varios días sin salir de la residencia, decidieron salir y se encontraron, literalmente, con nadie. «Fuimos a tomar algo y no había nadie por el centro, eso nos llamó mucho la atención», asegura. Las calles vacías, las discotecas y algunos restaurantes cerrados e, incluso, la universidad ha cancelado una semana de exámenes, que se recuperan en esta primera de marzo, comenzando las clases, finalmente el día 9 (estaba previsto que comenzaran hoy, 2 de marzo). «Sí que creo que los exámenes se realizan de manera telemática, las facultades no han abierto aún sus puertas», explica Eirín.

En cuanto a la vida en la residencia, alega que una gran cantidad de españoles han vuelto a sus casas, al igual que los italianos de otras regiones. «Así a ojo, debemos de estar el 50% más o menos», estima. Cuando comenzó la alarma social, la residencia prohibió el contacto con gente ajena a la misma, pero hay unas obras que no han parado de hacerse por ello. Además, asegura que cuando el brote aún no había llegado a España, «recibí muchísimos mensajes de la gente alarmada preguntándome cómo estaba», pero ahora que ha llegado también a nuestro país, «la cosa se ha suavizado bastante, porque ya no hay apenas diferencias entre España e Italia».

Asegura no tener miedo, más allá del «permanente porque la sanidad italiana no es como la española. Es un país mucho más atrasado, en ese sentido». Sus padres, personalmente, no le han pedido que vuelva a su casa, simplemente «precaución». Y es que la alarma social siempre va bastante por delante del contagio del virus.