Educación pone fecha a la selectividad y reduce el contenido de los exámenes

s.d.m.

ASTURIAS

La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana; y la secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz
La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana; y la secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz

La prueba ordinaria se realizará entre el 22 de junio y el 10 de julio y la extraordinaria, en septiembre. El ministerio señala que su objetivo es que  «ningún alumno pierda el curso»

25 mar 2020 . Actualizado a las 15:20 h.

La prueba de acceso a la Universidad (EBAU) se celebrará este curso entre el 22 de junio y el 10 de julio en su convocatoria ordinaria y antes del 10 de septiembre en la extraordinaria. No obstante, la selectividad no será igual a la de años anteriores. Se modificará el modelo y el contenido para no incluir bloques temáticos de algunas materias que no hayan sido tratados en clase. Así lo ha acordado la ministra de Educación, Isabel Celaá, con los consejeros autonómicos, entre ellos la asturiana Carmen Suárez, en una conferencia sectorial telemática. «El Ministerio de Educación y Formación Profesional está trabajando denodadamente en esta crisis con un único objetivo: que ningún alumno, que ninguna alumna pierda el curso por esta situación provocada por el COVID-19», ha asegurado Isabel Celaá.

Las fechas propuestas son una primera aproximación pero no hay ninguna seguridad de que sean definitivas. Todo dependerá de la evolución de la epidemia del coronavirus. Sin embargo, se ha establecido un calendario aproximado para tratar de comenzar a despejar incógnitas urgentes. La idea inicial es que las calificaciones se publiquen antes del 17 de julio para la convocatoria ordinaria y antes del 18 de septiembre para la extraordinaria. Esto implica que la asignación definitiva de plazas en las universidades no se podrá realizar antes del 25 de septiembre. 

La suspensión de las clases está siendo complicada para todos los cursos, en todas las etapas educativas, pero especialmente para los alumnos de segundo de Bachillerato, que habían entrado en la recta final de la preparación de los exámenes de acceso a la Universidad. El ministerio y las comunidades autónomas han abordado este problema de manera amplia en su reunión y han reconocido que la suspensión de las clases presenciales es, en su caso, «una dificultad» añadida. La prioridad de las administraciones, una vez que se decidió no suspender la selectividad, es que la prueba se realice en «términos de equidad y justicia». En los últimos años, de hecho, habían proliferado las quejas entre territorios por la mayor o menos dificultad de las preguntas o por la cantidad de contenido que se sometía a examen.

Para garantizar esa equidad, la conferencia sectorial ha acordado modificar el modelo y el contenido de las pruebas. No se ha precisado mucho más. Se ha limitado a decir que no se perjudicará al alumnado con bloques temáticos que no hayan sido trabajados en casa en alguna de las materias. Lo que se sobreentiende es que se anularán los temas que no hayan sido explicados.   

Otros acuerdos

La selectividad sigue en pie pero no así las pruebas de evaluación diagnóstica, que establece la LOMCE. Este curso no se harán estos test a los alumnos de tercero y sexto de Primaria ni tampoco a los de cuarto de la ESO, los tres hitos que establece la legislación.

También se ha hablado de qué hacer con los alumnos españoles que están cursando sus estudios en el extranjero y que se está viendo afectados por esta epidemoa mundial. El ministerio ha explicado a los consejeros autonómicos que establecerá sistemas específicos para homologar sus estudios, ya que en muchos países las clases continúan a través de plataformas online.

En la misma sesión se ha dado el visto bueno a lo acordado por la comisión de Formación Profesional (FP) 24 horas antes, que incluye flexibilizar las prácticas en el centro de trabajo para superar el curso, ampliando el periodo establecido en el calendario escolar. Esta medida extraordinaria tendrá que coordinarse con la EBAU, para que los alumnos de FP también puedan presentarse a la prueba de acceso a la Universidad.   

La duración de la formación en el centro de trabajo que se marca en FP se limita, de manera excepcional, a las horas mínimas recogidas en la normativa, es decir, 220 horas. Asimismo, estas prácticas se integrarán con un módulo de proyecto para que se puedan abordar los objetivos asociados al entorno laboral. Esta medida afecta a todos los niveles desde la FP básica, al grado medio y grado superior.