El camino de cintas amarillas marca la vuelta a clase en Asturias

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Los alumnos vuelven a institutos con mascarillas, mamparas y rutas marcadas en el suelo. El IES Jovellanos recibe menos estudiantes de los previstos. Educación destaca «la normalidad» con la que discurre la jornada. Los sindicatos denuncian problemas informáticos

04 jun 2020 . Actualizado a las 14:20 h.

Alegría por el reencuentro con algunos compañeros, nervios y, por qué no decirlo, cierta extrañeza fueron la tónica en la vuelta a las aulas de los alumnos y profesores del IES Jovellanos de Gijón. Las cintas adhesivas amarillas y negras de separación que marcan las distancias en los pasillos, los geles sanitarios, las mamparas de metacrilato y las mascarillas eran los nuevos invitados a un paisaje escolar que trata de ganar, paso a paso, la batalla hacia la normalidad a la COVID 19. Una especie de versión moderna del «decíamos ayer» de Fray Luis de León en tiempos de coronavirus. 

El director del IES Jovellanos, Juan Carlos Ayllón, explica que el primer paso hacia la reapertura de puertas del centro comenzó con la «desinfección total y garantizada» de todos sus espacios. Apunta que «ha habido que invertir mucho dinero en materiales» de limpieza, señalización, mamparas de metacrilato, señalética interna y formación «para algo para lo que no estábamos preparados».

A esta primera jornada se han incorporado «algo menos» de alumnos de los confirmados inicialmente. Como no podía ser de otra manera, en esta primera toma de contacto estaban algo «despistados, algo comprensible, porque es una situación nueva». No duda en afirmar que, «una vez incorporados al centro, hay que hacer un acto importantísimo de responsabilidad individual». «Si uno respeta las nuevas normas, garantizamos la seguridad de todos», concluye. Una de esas alumnas que hoy ha vuelto físicamente a clase es Andrea Rodríguez. Se afana en preparar la EBAU, una prueba para la que «el apoyo de los profesores es imprescindible». «Telemáticamente o con un correo todo es más difícil de entender», resalta. Esta vuelta se ha desarrollado, en su opinión, con «un poco de caos, sobre todo porque aún no estamos familiarizados con los horarios». Considera que acudir a clase «es más importante, porque en casa es más complicado resolver las dudas que tenemos». Cree que «es extraño no poder estar cerca de los compañeros o tener un contacto más directo con los profesores».

Quién vuelve hoy

Miles de estudiantes han reanudado hoy, de forma voluntaria, las clases presenciales en Asturias en 70 institutos y seis centros públicos de educación básica (CPEB) -que engloban en un mismo recinto enseñanzas de Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria-. A ellos, se suma el alumnado citado para tutorías de cuarto de ESO en los centros concertados. Se estima que 2.218 estudiantes que cursan segundo de Bachillerato habían expresado su intención de acudir durante las próximas tres semanas al aula para preparar la Evaluación del Bachillerato para el acceso a la Universidad (EBAU) en institutos públicos. Además, 271 alumnos se reincorporarán a sus centros para ultimar proyectos de ciclos superiores de FP y 577 de cuarto de ESO han sido citados por sus tutores para acciones de refuerzo.

La directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, Ana Isabel López Isla, ha visitado precisamente el IES Jovellanos de Gijón para ver cómo ha sido ese regreso voluntario de parte del alumnado a las aulas. Ha recorrido los espacios del centro junto con el director del instituto, Juan Carlos Ayllón. Unas áreas debidamente señalizadas en las que mascarillas, hidrogeles y mamparas han sido algunas de las novedades más destacables.

Isabel López ha destacado que este retorno se está produciendo con «total normalidad», dentro de lo nuevo que es el escenario en el que se mueven tanto alumnos como docentes. Ha explicado que hoy «estaba previsto que se incorporaran unos 1.213 de este nivel educativo, el 44,6% del alumnado matriculado». «Ahora mismo hablando con el director sobre la previsión para este centro ha disminuido un poquito la asistencia y puede que en el resto de centros esté ocurriendo lo mismo», ha indicado.

No es lo que dicen los sindicatos educativos que han denunciado que, precisamente en el día en que los alumnos de segundo de Bachillerato, cuarto de la ESO y FP vuelven a las aulas, la plataforma Educastur está colapsada. En concreto, ANPE ha explicado que los docentes no pueden ni entrar en el sistema, con los que es imposible hasta grabar las notas. «Así vamos a afrontar la enseñanza a distancia», ha lamentado su presidente, Gumersindo Rodríguez. Otra de las quejas sindicales radica en la falta de previsión. En este sentido, ha denunciado que el miércoles por la noche, a apenas unas horas de la reapertura oficial de los centros «todavía estaban llegando correos con instrucciones a los docentes que tienen que incorporarse hoy». Sobre este aspecto, la directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas ha explicado que «la resolución donde se establecían las normas de seguridad y la guía concreta y específica de indicaciones referidas a medidas de higiene sanidad y seguridad se publicaron el 25 de mayo», por lo que todos los docentes de la región han dispuesto de todos los datos y protocolos necesarios en tiempo y forma.

Más datos

Asimismo, la directora general de Planificación ha señalado que «también hay prevista la incorporación día a día de unos 577 alumnos de la ESO, que representan un 11,3% del alumnado matriculado para recibir atención personalizada y de refuerzo». En esta línea, «271 alumnos de Formación Profesional de Grado Superior van a recibir tutorías individualizadas para el proyecto de trabajo sustitutorio de la formación en centros que no ha podido ser realizada».

Ha admitido que el miedo y la reticencia de algunos padres a que sus hijos regresen a las aulas «es entendible, pero el riesgo de contagio también está en la calle, en las cafeterías y en todas partes. Lo que ha hecho esta consejería es primar la seguridad por encima de todas las cuestiones». En los centros se han organizado grupos de un máximo de quince alumnos, siempre en función de los metros cuadrados de las aulas, zonas comunes y distancia de seguridad.