Test rápidos pero más fiables, el proyecto para detectar Covid-19 de un equipo de investigación asturiano

carmen liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Grupo de investigación liderado por Mario Fernández Fraga
Grupo de investigación liderado por Mario Fernández Fraga

El grupo que lidera Mario Fernández Fraga trata de precisar si se puede utilizar una herramienta molecular para determinar la presencia de este coronavirus en las personas

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La incidencia del Covid-19 y la crisis sanitaria que ha generado a nivel mundial ha hecho que muchos equipos de investigación hayan aparcado temporalmente los proyectos que estaban realizando en otros ámbitos y hayan focalizado su rama de estudio hacia este virus para avanzar en su conocimiento o en su detección, un aspecto muy importante cuyo fin último es salvar vidas. Esto es lo que ha hecho el grupo que encabeza el científico Mario Fernández Fraga, que si bien trabaja en la investigación de la epigenética del cáncer en relación al envejecimiento, desde hace un mes y medio aproximadamente trabajan en un proyecto para lograr un test rápido con mayor fiabilidad que los que existen actualmente, cuyo principal hándicap es que son «muy poco sensibles», señala el investigador.

«Estamos tratando de buscar una alternativa a los test rápidos, algo que sea más sensible y detecte el Covid-19», señala Fernández Fraga, que añade que la propuesta que hace su equipo, integrado por Juan Ramón Tejedor y Agustín Fernández, es utilizar las balizas moleculares que utilizan para otras aplicaciones para revelar la presencia de este coronavirus. Según explica, se trata de utilizar nanopartículas para mejorar el proceso de purificación del material genético del virus, con lo que a partir de fragmentos de ADN y utilizando una molécula fluorescente y un atenuador se buscaría la reacción y la emisión de fluorencencia, que es lo que sucede cuando la molécula detecta material genético de Covid-19. «La molécula está compuesta de dos partes que hace lazo. Cuando la parte fluorescente se pega al atenuador, no emite fluorescencia, pero cuando la molécula detecta material genético, se pega, se abre, se separa y emite fluorescencia, el mecanismo funciona así», precisa el jefe del grupo de investigación. Lo que tienen que precisar es si este procedimiento que funciona con ADN también sirve el RNA (ácido ribonucleico) que es lo que se analiza para determinar la presencia de este coronavirus.

¿Cuál sería la ventaja de este proceso si los estudios confirman que funciona? Pues que «no se necesitaría un laboratorio para analizar las muestras tomadas a los sospechosos de padecer Covid-19. Se haría con equipos portátiles sin necesidad de enviar la muestra a un laboratorio, y se reducirían los tiempos de ejecución respecto a los de las pruebas PCR, que son las más fiables, pero conllevan una espera de dos horas como mínimo». En definitiva, se trataría de un test rápido más fiable que los que se utilizan en la actualidad puesto que sería más sensible en la detección del virus, con lo cual mejorarían los test rápidos que se utilizan en la actualidad.

Mario Fernández Fraga indica que aún están en periodo de pruebas de esta técnica pero que les llevará entre dos y tres meses saber «si es un técnica por la que podemos apostar» porque iniciaron las investigaciones hace un mes y medio. Además, añade que tuvieron problemas de abastecimiento del reactivo durante el confinamiento porque son productos que vienen del extranjero.

Uno de los cinco proyectos seleccionados por ISCIII

De cómo marchan las investigaciones, el equipo de Mario Fernández Fraga da cuenta todos los lunes al Instituto de Salud Carlos III. Y es que aunque en un principio empezaron contando con la financiación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), posteriormente su proyecto logró financiación también del Instituto Carlos III. De hecho, comenta con orgullo que su proyecto es uno de los cinco seleccionados en toda España por el ISCIII sobre diagnóstico.

El equipo que coordina Mario Fernández Fraga, compuesto por Juan Ramón Tejedor, por Agustín Fernández y por él mismo, forman parte no sólo del citado Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con adscripción al Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), sino también al Instituto de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA), al Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA) y al Ciber de Enfermedades Raras.