Pubs y discotecas contratan seguridad para cumplir con las medidas del coronavirus

La Voz

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Las empresas reconocen un incremento de la demanda tanto en el ocio nocturno como entre las administraciones y en los polígonos

15 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Debido a lo ocurrido en los últimos fines de semana y para garantizar el buen funcionamiento del bar, la seguridad y bienestar de los clientes, a partir de este fin de semana contaremos con una empresa de seguridad privada. Esperamos que las cosas vuelvan a la normalidad lo más pronto posible». Este es el post colgado hace unas horas por un pub de Laviana en su perfil de Facebook. La dueña ya había expresado con anterioridad su preocupación. No era capaz de controlar el aforo y tuvo que escuchar incluso insultos y palabras desdeñosas, que la llamaba incluso desagradecida. Así que ha tenido que recurrir a la seguridad privada. No es un caso aislado. Hay sectores que están teniendo más trabajo desde el inicio de la pandemia. Eso es lo que sucede con los vigilantes de seguridad. Lo reconoce Jorge Cuesta, el secretario de la asociación del gremio (Avispa). No solo la noche necesita de sus servicios. También el día. Cuesta explica que las empresas están recibiendo multitud de llamadas de las administraciones públicas para reforzar servicios ya existentes o para afrontar nuevos retos. Si antes no era extraño encontrar un guardia de seguridad en el acceso a un edificio público, a partir de ahora lo será menos.

Cuesta reconoce que las empresas o los propietarios que dirigen establecimientos de ocio nocturno les están llamando más porque encuentran dificultades para cumplir el decreto de la nueva normalidad publicado por el Gobierno del Principado en el BOPA. No obstante, precisa que contratar una empresa de seguridad no está al alcance de muchos pequeños negocios, con facturaciones ajustadas y que solo abren determinados días de la semana. Esto supone que recurren a otras figuras como son los porteros o los controladores, que no tienen ninguna autoridad y que no tienen capacidad ni para pedir el DNI. Pueden regular los flujos de clientes pero poco más. 

Esto supone que pubs o discotecas de menor tamaño pueden encontrarse con dificultades para regular los aforos o para impedir que los clientes bailen en la pista, al que expresamente quedó prohibido con el decreto del Principado. La tecnología de conteo tampoco parece una alternativa por su elevado precio. «Lo que tienen que ver los dueños es que se trata de una inversión y no de un gasto, porque corren el riesgo de que les cierren», argumenta.

Otro servicio nocturno que están prestando las empresas de seguridad es a las administraciones. Aunque la mayoría de las fiestas se han cancelado, sigue habiendo algún evento más controlado, con conciertos. Uno de los ejemplos que cita Jorge Cuesta que contó con la presencia de guardias de seguridad acreditado fue la celebración alternativa a San Juan montada por el Ayuntamiento de Mieres. Bajo el título, Esto nun ye San Xuan, se programaron una serie de conciertos en un entorno perimetrado, con distancia de seguridad, colocación estratégica de geles y uso obligatorio de mascarillas. Ahí estaba una empresa para garantizar el control preventivo. «Los recursos de las policías locales son escasos y más en esta época, así que las entidades locales tienen que recurrir a nosotros», señala el portavoz de Avispa.

La vigilancia en polígonos es otra de las tareas que se ha incrementado. Es una actividad nocturna pero muy alejada del ocio. Cuesta explica que han proliferado los robos en estos entornos en las semanas del estado de alarma y que los gestores están adoptando medidas preventivas.