Electrónica, hogar y decoración rescatan las rebajas del coronavirus Asturias

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Los comerciantes creen que las ventas han sido aceptables, dentro de las circunstancias, y que se han esquivado las previsiones más «nefastas»

31 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las primeras rebajas de verano desarrolladas en convivencia con la COVID 19 han supuesto un pequeño respiro para el comercio asturiano. Las opiniones de los profesionales varían, no obstante, en lo que respecta a la valoración de su éxito. Algunos creen que han servido para salvar los muebles tras el confinamiento. Otros estiman que las ventas se parecen bastante a las del año pasado, sobre todo gracias al incremento del turismo en la región con respecto a otros veranos. Los hay, asimismo, que creen que los compradores aún están recelosos. En general existe la sensación de que el sector ha salvado una bola de partido, al menos de momento. La novedad de esta campaña está siendo el incremento de ventas en productos relacionados con el mobiliario, la electrónica y el hogar. Un fenómeno, probablemente, relacionado con los meses de encierro en los que los compradores han tenido tiempo de escrutar al milímetro qué es lo que les gusta mucho, poco o nada de sus casas.

Sara Menéndez, presidenta de la Unión de Comerciantes del Principado, opina que «incertidumbre» es el término que mejor expresa el sentir de los dueños de tiendas y negocios de Asturias, especialmente de cara al futuro más inmediato. A su juicio, las rebajas de verano están teniendo una «incidencia muy distinta según la actividad».

En este sentido, «ha bajado todo lo relacionado con eventos, tales como bodas, comuniones, ropa y calzado de fiesta», mientras que se han incrementado las ventas de artículos de «hogar, electrónica, electrodomésticos y todas esas cosas que te ayudan a estar más a gusto en casa y que a algunos les ha faltado durante el confinamiento».

Explica que «aún no hay datos de agosto, pero a priori se ve una caída del consumo que en Asturias, sin embargo, es menor que en otros sitios por el aumento del turismo». Pese a que «las previsiones hace tres meses eran tan nefastas», considera que tras la reapertura de los negocios y con el periodo de rebajas se está viviendo «un renovado interés por ese consumo más cercano y de proximidad».

Menéndez teme, sin embargo, «lo que pase a partir de octubre, cuando esas ayudas estatales y regionales se vayan terminando». Un escenario que, para el comercio asturiano, será «difícil si no se reactiva la economía». De hecho, ya se están viendo «muchas jubilaciones anticipadas de gente a la que, a lo mejor, le quedaba un año o algunos meses para retirarse y deciden, vista la situación, tirar la toalla».

Reencuentro con el cliente

José Antonio Álvarez, gerente de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), hace un análisis positivo de las rebajas. En su opinión, no se ha producido un descalabro en cuanto a ventas o a gasto medio lo que, dadas las circunstancias, es poco menos que un triunfo. Una de las razones de este relativamente buen periodo de ofertas en Avilés tiene que ver con el mantenimiento de las fechas del mismo.

En su opinión, «retrasar las rebajas a agosto, como se pedía desde algunos sectores, hubiera sido un crack para el comercio». Explica que, «después de unos meses de mayo y junio en que se estuvo a un ritmo menor, las rebajas supusieron un revulsivo que ha venido bien».

«El primer mes funcionaron muy bien. En agosto se ha notado que ha bajado un poco el pistón», añade. Señala que, «en función de los datos de uso de tarjetas de crédito, julio ha sido bueno. Agosto algo menos, pero la temporada dentro de la anormalidad ha funcionado».

El gerente de UCAYC apunta que el gasto medio ha bajado «de 43 a 41 euros» con respecto al pasado ejercicio. En lo que atañe a las ventas, los segmentos que mejor han funcionado han sido los de «ropa y electrónica». Lo que valora especialmente es que ha servido como un «reencuentro con el cliente».

Mobiliario y hogar

Belén Nava Coya, vocal de la Asociación de Comerciantes del Oviedo Antiguo (ACOA), es algo más pesimista acerca del actual periodo de rebajas y, sobre todo, del escenario que se abrirá a partir del mes que viene. Comenta que «al principio la gente tenía más miedo que ahora, aunque está un poco recelosa todavía». Lo que está claro es que «no son unas rebajas normales».

En este sentido, indica que «hay días buenísimos y otros muy escasos. Se están dando muchos picos». «La gente busca muy regalada la ropa. No importa la calidad y, sobre todo, quieren el precio», lamenta. Estima que las rebajas servirán «para cubrir, nada más». Y es que «en mayo la gente se volcó. Pero en julio y agosto se está vendiendo menos que el año pasado».

Considera que «se gasta menos de media» y cree que aún hay «mucha gente que teletrabaja, lo que afecta a las ventas». Explica que «en cosas de casa se está gastando más que en ropa. Las tiendas de decoración y mobiliario, por ejemplo, venden un poco más, seguramente por la experiencia del confinamiento».

Sin embargo, para esta comerciante lo más preocupante «es la situación que quedará a partir de septiembre».

Capeando el temporal

Rosa Vázquez, secretaria de la Asociación de Comerciantes de Lugones, considera que este año «no se notan grandes diferencias de comportamiento respecto a otros años. Fue un poquito diferente la primera semana de apertura, incluso los primeros quince días, pero con la normalidad se volvió a lo habitual».

Blanca García Gutiérrez, presidenta de la Asociación Comercio Local de Siero, destaca que, pese a que «claramente las ventas no fueron las mismas para nadie», dependiendo del negocio «se movió de diferente manera».

Explica que, por ejemplo, «la ropa de niños ya se vendió nada más abrir y fue de lo que mejor funcionó». Especialmente en el segmento de la ropa y el calzado los comerciantes pensaban que «iba a ser peor de lo que realmente fue». Insiste en que las rebajas «no es que fuesen buenas, pero todos pensábamos que iban a ser mucho peores y se fue capeando el temporal».

Considera que artículos de «carpintería, electrodomésticos y mobiliario se están moviendo». Y es que «durante el confinamiento no gastamos dinero y nos dio tiempo a ver las deficiencias de nuestras casas». «El dinero destinado a gastarse en vacaciones se emplea en cosas para la casa», añade. No obstante, cree que «la compra media bajó algo». Pese a todo prevé que el escenario será «peor para la campaña que entra, porque hasta ahora la gente tenía ganas de salir».

Loli Olavarrieta, presidenta de la Unión de Comerciantes y Hosteleros del Caudal, indica que la reapertura y las rebajas han servido para, «siendo positivos», esquivar una bala que iba directa al corazón. Apunta que los comerciantes «tenían expectativas muy bajas y las rebajas, si es cierto que comenzaron un poco mejor, aunque enseguida se agotaron y lo que queda va saliendo más lentamente».

Cree que hay gente que está aprovechando los saldos de verano «para renovar alguna estancia de la casa». Desde la Unión de Comerciantes y Hosteleros del Caudal ya están preparando «la feria del stock de cara a septiembre, para hacer ese remate final, con toda seguridad y las mismas normas que las rebajas».

Como todos sus compañeros, Loli Olavarrieta divisa más nubes a partir de septiembre. «Hay gente aún en ERTE y tampoco hay para todo. Los compradores frenan un poco a la espera de lo que pasará en otoño», asevera.