Bares y fiestas privadas aglutinan los mayores brotes de COVID-19 de la segunda ola

Carmen Liedo

ASTURIAS

Vista de una terraza, en el centro de Oviedo
Vista de una terraza, en el centro de Oviedo jl cereijido

La mayoría de llamamientos lanzados por la Consejería de Salud han sido a clientes de establecimientos hosteleros o a participantes en reuniones sociales tras detectar que habían sido puntos de transmisión del virus

19 oct 2020 . Actualizado a las 10:13 h.

La hostelería de la región vuelve a estar en el punto de mira del Gobierno del Principado. Su actividad estuvo limitada durante el pasado verano en cuanto al horario de cierre y recientemente varias de las restricciones que se han establecido para tratar de atajar el virus afectan directamente a este sector, como la prohibición de servir en barra o que las mesas tengan un máximo de seis personas. Sin embargo, el presidente Adrián Barbón ha planteado en los últimos días llegar «cierres totales de la hostelería» si en quince días no baja la incidencia a 100 casos por 100.000 habitantes. Sin pretender «culpar a los profesionales» de este ámbito, ha dicho que son un foco de brotes de coronavirus porque los ciudadanos se relajan y «bajan las defensas».

A tenor de los brotes que se ha sucedido desde que el pasado 25 de julio se detectara el primero en la Cervecería Urban’s de Oviedo, con un total de nueve contagiados, los bares han sido puntos de contagio y transmisión del virus, al igual que las fiestas privadas. De hecho, la mayoría de llamamientos lanzados por la Consejería de Salud desde que comenzara la segunda ola de la COVID-19 han sido a clientes de establecimientos hosteleros o a participantes en reuniones sociales.

Esta situación se ha repetido por toda la geografía asturiana en los casi últimos tres meses, momento en el que se rompió la racha sin positivos en Asturias. Desde finales de julio, el goteo de brotes ha sido una constante y alguno con una incidencia importante, como fue el caso del bar La Buena Vida, de Gijón, con hasta 32 personas afectadas. También lo fue el brote en los establecimientos La Terraza de Laura y la Escuela de Surf Skull, en el que se llegaron a registrar hasta 26 positivos de COVID-19. Este episodio derivó en otro brote en el occidente de la región también vinculado a otro establecimiento hostelero, por lo que Salud tuvo que hacer un llamamiento a los clientes de El Chiringuito del Pela, en Corias, para que solicitaran PCR, confirmándose 17 personas infectadas de COVID-19.

Entre esos primeros brotes en bares también se hizo un llamamiento a los asistentes a un cumpleaños, que sumó cinco positivos. A partir de ese momento, los brotes se han sucedido en la región de forma incesante hasta el punto de que el Principado ha tenido que declarar la alerta naranja en varias zonas de Asturias ante el alto riesgo de transmisión del virus. 

Otro brote importante que sumó hasta 42 positivos y que requirió llamamiento a los clientes a comienzos de septiembre fue el detectado en los establecimientos Valsa, Bar Piol y Bar Don Pelayo en Avilés. En ese momento Asturias ya superaba los 500 contagiados en la segunda ola y el número de brotes activos se acercaba a la veintena.

Laviana entraba en alerta naranja el 18 de septiembre después de detectarse transmisión a partir de dos jóvenes infectados que contagiaron a su entorno. Salud llegó a notificar hasta 46 positivos en este caso y conllevó que hiciera un llamamiento a la población de entre 13 y 18 años para hacer un cribado masivo ante el riesgo de que el brote fuera a más. Unos días después, y dada la movilidad de los jóvenes de todo el valle del Nalón, se ampliaba la alerta naranja a Langreo y San Martín del Rey Aurelio.

Justamente en este último municipio se generaba a principios de este mes otro brote en el Bar Casa Eliseo de El Entrego. A la vez que para este, desde Salud se hacían llamamientos a que solicitaran PCRs los clientes de los establecimientos Bora-Bora y Vaya Bull, en el polígono de Porceyo, en Gijón; el Bar El Duende, de Trubia; y del Bar La Panoya, en Mieres, además de a los usuarios de los gimnasios AltaFit-Natahoyo y MacFit, de Gijón; y Quirinal 14 Sport, de Avilés.

Brote en una fiesta de estudiantes

Una fiesta de estudiantes de Odontología que tuvo lugar el primer fin de semana de octubre ha sido el foco de uno de los últimos brotes que ha llevado a Salud a realizar un cribado a todo el alumnado y a los profesores de Odontología pese a que la fiesta se celebró fuera de dependencias universitarias. El último dato indicaba que había 18 positivos vinculados a este brote.

Pese a la constante recomendación del Gobierno del Principado a restringir la vida social, el Servicio de Vigilancia Epidemiológica notificaba al Ministerio de Sanidad a mediados de semana un total de 24 brotes activos con 258 infectados. De ellos, 18 han sido declarados en la última semana.

Debido a la alta incidencia de contagios, el Principado retrocedía a la fase 2 de desescalada modificada para disminuir los contagios y contener la gravedad y mortalidad que está teniendo lugar en esta segunda ola de la pandemia.