La serie de contagios registra dos picos en septiembre y octubre entre profesionales
28 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Toda incidencia de la pandemia es mala y, pese a todo, hay dos casos, dos circunstancias, que despiertan de forma especial la preocupación de las autoridades sanitarias de Asturias y es algo que han remarcado en varias ocasiones. Por un lado, el aumento en la media de edad de los contagiados durante la segunda ola ya que son el grupo más vulnerable y el que tiene más posibilidades de fallecer. Por otro el enorme problema de que un contagio se vuelva incontrolado en un centro sanitario, en un hospital, con muchos casos de profesionales afectado por su tremendo impacto en la atención al resto de pacientes. De momento en Asturias no se ha llegado a la situación vivida durante la primavera en el hospital de Txagorritxu, en Vitoria, al comienzo de la pandemia y fue uno de los peores focos entre marzo a abril.
El pasado martes, la Consejería de Salud de Asturias anunciaba que se suspendían las consultas en el Valle del Nalón por un brote de 11 pacientes. Se aplicará un estricto protocolo de pruebas PCR a todo el personal, pero mientras tanto, además de las consultas, también quedan aplazadas las intervenciones quirurgicas que no sean urgentes.
La semana anterior, siete personas se vieron afectadas en el laboratorio de microbiología del Hospital de Cabueñes, en Gijón, precisamente donde se realizan las pruebas PCR ¿Cuáles son los datos de los sanitarios contagiados en Asturias durante la segunda ola?
La mayoría de estas cifras están recogidas en la web del Observatorio de Salud de Asturias y revelan que esta segunda oleada hay dos picos de contagios entre profesionales sanitarios en la semana 38 (la que va del 14 al 20 de septiembre) y la semana 41 (la que va del 5 al 11 de octubre); ambas con 48 casos positivos.
La gráfica de la segunda ola comienza en la semana 29, a mediados de julio, un momento especialmente dulce para Asturias en el que se acumulaban varias jornadas consecutivas sin contagios, llegaron a ser hasta 25. Pero, como en el conjunto de la sociedad asturiana, los positivos regresaron y con fuerza al finalizar agosto. Desde entonces han tenido cifras constantes que rondan los 30 casos semanales.
El Observatorio de Salud también recoge una distinción de los casos por sexo de los trabajadores que refleja una incidencia mayoritaria entre las mujeres, que son mayoría en el sector. Así en esta segunda ola, para personal de centros sanitarios y sociosanitarios, se registran 296 positivos de los que el 73% son mujeres; siete de ellos han requerido hospitalización y, de nuevo, han sido las más afectadas las mujeres con el 71% de los casos. En comparación con las cifras de la primera ola (que llegó a afectar a 824 profesionales) los datos de afección por sexo apenas varían respecto a la segunda en lo que atañe a contagios y hospitalizaciones, pero todo cambia cuando las cosas van a peor y hay que ingresar en cuidados intensivos, ahí el 60% de los casos afecta a varones, son la mayoría.
El Observatorio no recoge el detalle de las profesiones sanitarias más afectadas en la segunda ola, pero sí de la primera que muestran que quienes padecieron un mayor número de contagios fueron las técnicos de enfermería y las enfermeras, seguidas de médicos; también celadores y personal de limpieza.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el director de Salud Pública informó de los últimos datos conocidos en la tarde del martes y que hablan de una situación de riesgo alto en lo que atañe a la ocupación de camas hospitalarias.
Según estas cifras, las unidades de cuidados intensivos están al 20% y las camas hospitalarias al 14,7%. Todo ello a pesar de que, en la comparación con otras comunidades, tanto las cifras de sanitarios contagiados como de las camas ocupadas son relativamente mejores que en otros territorios. Sin embargo, el gobierno asturiano ha apostado por aprobar restricciones y cierres similares a los de otras comunidades aunque las cifras fueran algo mejores o menos malas. Precisamente durante el debate sobre el estado de la región celebrado ayer, Adrián Barbón resaltó que debía ser así por ser el Principado una comunidad especialmente vulnerable, por el envejecimiento de la población y también por el peso de las enfermedades respiratorios en gran parte de los asturianos por su pasado profesional ligado a la industria.
