Sanidad no autoriza el confinamiento domiciliario que pide Asturias y reclama más tiempo

ASTURIAS

El ministro de Sanidad, Salvador Illa
El ministro de Sanidad, Salvador Illa Jesús Hellín | Europa Press

El encuentro bilateral con el consejero de Salud se salda con el compromiso de esperar al resultado de las medidas vigentes

03 nov 2020 . Actualizado a las 14:46 h.

Sanidad no dará luz verde al requerimiento de Asturias de establecer un nuevo confinamiento domiciliario aunque la discrepancia se ha saldado con un comunicado conjunto entre el Ministerio y la Consejería de Salud del Principado. En su nota común se indica que «el Ministerio considera que debe darse tiempo para ver los efectos de estas medidas y comprobar su eficacia en la evolución de la pandemia, antes de dar nuevos pasos»; y ambas administraciones se ha emplazado a un nuevo encuentro, una «reunión bilateral de seguimiento en próximas fechas, adicionalmente a la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud». 

Ha sido el resultado del encuentro mantenido esta mañana de forma telemática entre el ministro Salvador Illa y el consejero Pablo Fernández en el que «se ha analizado conjuntamente la situación epidemiológica de Asturias así como la asistencial» y en el que el Principado puso sobre la mesa las nuevas medidas adoptadas a fin de disminuir la incidencia; un cierre de actividad económica no esencial, toque de queda a las 22.00 horas y esa petición, finalmente no atendida, de un nuevo confinamiento en casa.

La respuesta del Ejecutivo central era la esperada toda vez que ya este mismo lunes, casi de forma simultánea al anuncio de la petición de Asturias, el ministro de Sanidad, Salvador Illa salía al paso para reclamar a Asturias paciencia y que esperara unos días para conocer el resultado de las medidas ya despleguedas, las contenidas en el decreto de estado de alarma vigente. Y es que un confinamiento domiciliario como el que ha solicitado Asturias, incluso aunque no sea en términos tan estrictos como el que se vivió en los meses de primavera, haría necesario que se aprobara un nuevo estado de alarma.

La misma línea de pensamiento de Illa fue remarcada esta martes por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien pidió esperar hasta el próximo 9 de noviembre para ver cuál es el impacto de las medidas actuales adoptadas por las comunidades autónomas.

«No adelantemos fases», insistió Calvo en una entrevista en Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, tras ser cuestionada por la petición de Asturias de un confinamiento de 15 días. «Vamos a intentar que eso no llegue. Vamos a ser como siempre contundentes y prudentes al mismo tiempo».

Pero lo cierto es que hay más territorios que han planteado medidas similares. Melilla pidió también el confinamiento domiciliario el mismo día que Asturias y ya en esta jornada, el consejero castellanomanchego de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, afirmó que es algo que «está encima de la mesa». No es así, según citó Efe, en el caso de la Comunidad de Madrid que sí logró adaptar los cierres perimetrales a los designios de su gobierno autonómico. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, afirmó que un confinamiento domiciliario sería «la última solución» para frenar la propagación del coronavirus en la región, y aseguró que trabajará «sin descanso» para que esa medida «sea algo impensable».

Si Asturias ha llegado a solicitar la mayor de las restricciones posibles es por el aumento disparado de contagios detectado en las últimas semanas pero ante todo por su tremendo impacto en la capacidad asistencial del sistema sanitario. En el último mes las cifras de ingresos hospitalarios han crecido hasta los 500 pacientes, llegando a los números de la primavera, y las UCIs se han llenado en cuestión de días. Los epidemiólogos apuntan a dos causas, por un lado, la nueva variante del virus, menos letal pero con mayor capacidad de contagio y, sobre todo, el grado de envejecimiento de la población asturiana, unido a la alta prevalencia de enfermedades respitatorias, que ha hecho que en un periodo muy breve haya crecido el número de pacientes que requieren cuidados en los centros sanitarios. La capacidad del sistema asturiano para desplegar respiradores, nuevas camas e incluso coordinaar los centros (a lo largo de esta semana acogerán a pacientes covid los hospitales de Arriondas, Cangas del Narcea y Jarrio) todavía mantiene un importante resorte de respuesta pero junto a los medios materiales están los humanos, al borde del agotamiento. Los profesionales sanitarios trabajan a un ritmo desesperado y es especialmente acuciante la falta de enfermeras.