Gimnasios, bares o ganaderías: así se reinventan los negocios en la era de la Covid-19

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Socias del box de Crossfit Oviedo Strength
Socias del box de Crossfit Oviedo Strength Oviedo Strength

Alquiler de pesas, clases online y venta de Ternera Asturiana directamente en casa son algunos ejemplos de empresas que se han adaptado para capear la pandemia

12 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Renovarse o morir». «A grandes males, grandes remedios». «Hacer de la necesidad virtud». La pandemia del coronavirus es una situación totalmente nueva para la sociedad actual, pero el refranero español es prolijo en dichos populares que bien sirven para explicar el momento que viven miles de empresarios en Asturias. Ante el azote del virus, la renovación y la adaptación a los nuevos tiempos ha sido, en muchos casos, la única forma de supervivencia. Y prácticamente todos los sectores han tenido que reinventarse. Gimnasios, locales de hostelería y hasta las ganaderías han ampliado sus servicios en un tiempo que ha supuesto la explosión definitiva del comercio online. Lo peor, aseguran, es la incertidumbre y no poder hacer planes ni tan si quiera a medio plazo.

Uno de los ejemplos de nuevos servicios es el de la Ganadería Hermanos Cortina, en Teverga. Fueron pioneros en implantar la venta online de Ternera Asturiana a domicilio en la región. Directamente y sin intermediarios. Aunque ya llevaban tiempo con el negocio en marcha, la pandemia les empujó a apostar por él de forma decidida. «Esos meses notamos un incremento importante de los pedidos y por ello nos volcamos más en la tienda online y en la publicidad, especialmente en redes sociales», explica Ricardo García, uno de los propietarios de la explotación.

Entre sus productos, ofrecen lotes de Ternera Asturiana de 5 y 10 kilos que incluyen filetes, chuletas, carne guisada, zancarrón, costillas y carne picada. También tienen solomillo. «Realizamos nosotros mismos el reparto en la zona centro de Asturias, mediante el sistema de transporte en frío, y en el resto de zonas contratamos a una empresa de transporte», señala García. Todo ello con los certificados de haber pasado los controles de calidad que exige Sanidad y con el certificado de IGP Ternera Asturiana que garantiza la calidad de la carne.

Clases online y alquiler de pesas

Resulta imposible elaborar una clasificación de los comercios que más han sufrido la pandemia, pero uno de los más perjudicados ha sido el de los gimnasios. También el de los Box de Crossfit, un deporte en auge que también ha tenido que cerrar. Un ejemplo es el Oviedo Strength, con locales en Lugones y en Mieres. Su propietario, Kitcho Evangelidis, explica cómo se ha adaptado a los nuevos tiempos.

«Cuando empezó todo en el mes de marzo nos tuvimos que adaptar rápido y con poca planificación», afirma. Para poder hacer frente a la situación que se le venía encima pedía «donaciones a fin de mes a los socios», pero eso no daba para cubrir gastos. Eso le hizo prepararse para lo que estaba por llegar, y una vez reabiertos y de unos meses de verano en los que «nunca estuvimos tan llenos», la pandemia volvió a causar estragos. Primero, la obligatoriedad de usar mascarillas, algo muy difícil «en un deporte de alta intensidad en el que hay gente a la que le dificulta mucho la respiración».

Más tarde llegó el cierre definitivo, y ahí es donde Evangelidis puso en marcha lo aprendido en la primera ola. Ofrece «paquetes de clases online, con seis entrenamientos la semana, todos en directo, y los grabamos y luego la gente puede verlos cuando quiera». Además, también ha ideado un sistema de alquiler de material para que los usuarios puedan exprimir al máximo esas sesiones de entrenamiento.

El monitor reconoce que, de momento, el sistema está funcionando bien, pero a su juicio lo peor de todo es la incertidumbre. «El problema es planificar de dos semanas en dos semanas. Si es para largo, invierto en cámaras, en más material, en vídeos… pero no puedo gastar el dinero que entra en algo que puede que solo use unos días», critica. A los gastos fijos, en la última etapa en la que tenía el Box abierto, asegura que añadía 150 euros a la semana en limpieza. «Considero que es necesario, pero también digo que el material, que es de alta calidad, se oxida de tanto usar esos productos y al final son más gastos añadidos», apunta.

Aunque el futuro es impredecible, Evangelidis reconoce que «tengo una clientela muy fiel que me apoya mucho y eso es lo que me permite salir adelante».

Pinchos, cafés para llevar y reparto a domicilio

En esta segunda ola se han mantenido abiertos más locales de hostelería al ofrecer un servicio que no se permitió en la primera ola: la venta de café y pinchos para llevar. Es una práctica habitual en las principales ciudades de la región y, aunque ha habido problemas y denuncias de establecimientos a los que se les ha prohibido, a muchos les ha servido para mantener un mínimo de actividad.

También ha aumentado en la última semana el número de restaurantes con carta online y reparto a domicilio. Al igual que con el café para llevar, para muchos ha sido el clavo ardiendo al que agarrarse para hacer frente al nuevo envite de la pandemia.

El boom del comercio online

El comercio online ha sufrido un auténtico boom en los últimos meses. Aunque muchos negocios ya disponían de este servicio, ahora la excepción es el que no lo tiene. Lo explica Manuel Bécares, gerente en Ilastec Software, una compañía especializada en ofrecer a sus clientes software de gestión para empresas y comercios que incluye, entre otros servicios, el desarrollo de tiendas virtuales.

Bécares explica que la apuesta por el comercio online «es algo que se lleva notando desde hace unos años ya, pero evidentemente con las restricciones de movilidad y sobre todo durante el confinamiento domiciliario de marzo se ha notado muchísimo más». Algunas lo hacen por obligación, otras por convencimiento. «Hay de todo, desde empresas y comercios que implantan un comercio online a la carrera para salir del paso, hasta otros que aprovechan para hacerlo a largo plazo. El problema es que una tienda online no se crea de la noche a la mañana, sobre todo por culpa de agentes externos: banco, agencia de transportes, textos legales que no están redactados…», explica el responsable de Ilastec.

Uno de los pilares de su negocio es el desarrollo de tiendas online, y Bécares señala que «durante los meses de marzo y abril notamos un incremento altísimo de solicitudes de clientes para crear su negocio online, de más del doble de lo habitual, y a partir de mayo ha bajado algo la demanda, pero es más alta que antes de la pandemia». En cuanto al tipo de negocios que reclama sus servicios, afirma que son «principalmente tiendas de ropa y complementos, zapaterías, tiendas deportivas, de electrónica, de compra-venta de productos y, en general, casi todo el sector de comercio al por menor».

Las principales demandas de estos clientes son «una tienda online básica, funcional, adaptada a dispositivos móviles y bien optimizada para los buscadores. Además, durante la pandemia, más que requisitos técnicos lo que demandaban los clientes es rapidez a la hora de ponerla en marcha, algo que con Ilastec es inmediato si ya se cuenta con pasarela de pago, textos legales, logística y fotos de los productos».