«Los trámites burocráticos son un muro insalvable para los más vulnerables»

ASTURIAS

Taller de Cáritas en Avilés
Taller de Cáritas en Avilés Cáritas

Ignacio Alonso, director de Cáritas Asturias, afirma que «durante los meses de marzo y abril se duplicó el número de personas que acudieron a la entidad en busca de ayuda»

12 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La tasa de pobreza en Asturias ha subido hasta situarse en los peores datos desde que se toma registro en la región. La crisis sanitaria, la polarización de los extremos de renta y la precariedad laboral han acentuado una situación que se encuentra en un punto alarmante. No obstante, asociaciones como Cáritas siempre están ahí para ayudar en los momentos más difíciles.

La entidad acogió en el Principado a 148 personas sin hogar durante el confinamiento del pasado mes de marzo. Prestaron ayuda a más de 130 familias, 178 menores y 83 jóvenes asturianos en los meses más duros de restricciones. En total, con datos hasta junio de este año, la atención y acompañamiento de Cáritas durante el confinamiento benefició a 4.014 personas de 1.338 hogares asturianos, de los cuales hasta un 26% fue la primera vez que acudieron a los equipos parroquiales.

Ignacio Alonso, director de Cáritas Asturias, asegura que las familias atendidas son hogares con menores a cargo, en su mayoría, núcleos monoparentales. «También hogares compuestos por personas migrantes, la mayoría procedentes de Venezuela, Colombia y otros países de América Latina, solicitantes de protección internacional, con una trayectoria y una cualificación profesional en sus países de origen», señala. Por otro lado, «las mujeres y las personas que viven solas son quienes más acuden a solicitar ayuda», alerta Alonso.

Por el momento, los datos de este año no están recogidos. Desde la entidad «no podemos aventurar a una cifra concreta, precisamente por lo particular que está siendo 2020». Los únicos datos que se manejan este año de manera oficial son de los meses de marzo y abril, «en los que se duplicó el número de personas que acudieron a Cáritas a solicitar ayuda por primera vez respecto a enero y febrero», suponiendo esto un total de 352 hogares y 774 personas en Asturias.

Necesidades inmeditas de las personas que acuden a Cáritas

Aunque pueda parecer evidente, ¿qué necesidades inmediatas tienen las personas que buscan ayuda en Cáritas? Respecto a las necesidades materiales, Ignacio Alonso señala que «existen demandas en alimentación; se incrementan las relacionadas con la vivienda, como el pago de alquiler o hipoteca; y las relacionadas con la salud y las gestiones administrativas». Para paliar estas necesidades, durante los primeros meses de confinamiento «se invirtieron un total de 113.413 euros». La institución decidió adelantar esa cantidad «para que las familias pudieran afrontar el estado de alarma». No obstante, en muchas ocasiones «no es no es ayuda material lo que demandan, sino información, orientación y apoyo. Por ejemplo, para los trámites de las ayudas públicas».

Una de las mayores preocupaciones para el director de Cáritas Asturias pasa por «las personas que no acceden a vivienda social, las personas sin hogar, los parados de larga duración, las personas en empleo doméstico y de cuidados, los que trabajan en economía sumergida, los hogares de familias monomarentales (encabezadas por mujeres), así como las personas migrantes y las solicitantes de protección internacional».

Soluciones por parte de las administraciones públicas

Los datos reflejan una situación preocupante en Asturias. Ante esto, la pregunta es clara. ¿Qué deberían hacer las administraciones públicas para paliar la situación? Ignacio Alonso responde en varios apartados: vivienda, empleo, personas migrantes, personas sin hogar, personas mayores e infancia y adolescencia. Lo primero de todo y que engloba a todos ellos sería «simplificar los trámites para hacer realmente accesibles las ayudas, ya que los trámites burocráticos siguen siendo un muro insalvable para las personas más vulnerables sin recursos personales ni tecnológicos para entender y hacer lo que se les pide», asegura Alonso.

En relación al primero de los grupos, «Vemos que la situación de exclusión se agrava cuando no disponen de una vivienda y deben invertir la mayor parte de los recursos en el pago de la misma y los suministros». El director de Cáritas Asturias avisa de que «la necesidad de vivienda pública se veía como una de las carencias más significativas de Asturias en el reciente informe Foesa», una situación que se ha visto agudizada por la pandemia.

«Creemos que también debe preocuparnos especialmente el tipo de empleo que se creará después de esta crisis, y si estaremos en condiciones de mantener ayudas públicas», alerta Ignacio Alonso. Además, «se debe prestar especial atención a las personas inmigrantes en situación administrativa irregular que, pese a sus necesidades, hasta ahora, no eran colectivo de atención de los servicios sociales en los municipios donde estaban empadronadas», asegura.  «Cáritas propone que se mantengan los criterios utilizados durante el confinamiento para las ayudas municipales o ¿se va a volver a exigir un tiempo mínimo en el padrón? ¿Se van a perder los derechos si se cambia de municipio? Debemos considerar que empadronarse es, en muchas ocasiones inviable, ya que el arrendador no lo autoriza o viven realquilados», sentencia en este aspecto.

«Consideramos que el número de personas sin hogar, es totalmente abordable y debe hacerse estableciendo un plan a nivel autonómico, que articule los diferentes recursos, municipales y de las entidades del tercer sector, en la línea de procurar que estas personas puedan acceder a una vivienda compartida o colaborativa, semi tutelada o no según necesidades y no estar rotando por los diferentes centros», asegura Alonso en cuanto a las personas sin una vivienda. Para doblegar este tema también propone una intensificación en la coordinación sociosanitaria entre las Consejerías de Salud y Derechos Sociales, aumentar el trabajo en la calle para llegar a las personas que no tienen accesos a determinados recursos y crear plazas de transición a la vida adulta para los menores no acompañados que cumplan la mayoría de edad.

«Vemos que muchas de las familias que atendemos ya lo han sido sus padres, es la llamada trasmisión inter generacional de la pobreza. La desigualdad de origen marca y condiciona el desarrollo vital de los niños», lamenta el director de Cáritas Asturias. Por ello, sus propuestas van en la línea del mantenimiento de las becas comedor o formación adecuada para la utilización de los medios técnicos que se les facilitan. Por ejemplo, la escuela online «ha mostrado sus potencialidades, pero también las diferencias sociales que existen», apena.

Por último, la situación de las personas mayores, por ejemplo, en residencias ha sido «dramática y seguramente serán necesarios cambios importantes».  Una de las soluciones pasa por «retomar al personal que realiza la animación y dinamización de las personas que viven con ellos», para garantizar así la salud emocional además de la física.