Los expertos advierten de una posible tercera ola de la pandemia en Asturias

L. O. | E. G B. REDACCION

ASTURIAS

Luces de Navidad, en la plaza de la Catedral, en Oviedo
Luces de Navidad, en la plaza de la Catedral, en Oviedo

Los especialistas avisan del coste que puede significar «salvar la Navidad» | «Nos puede pasar que el brote de enero sea incontrolable», aseguran

27 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«No hay un periodo de levantar la veda en navidades porque nos encaminaríamos a la tercera ola muy rápido y lo que queremos evitar precisamente es que nos veamos después de reyes en una tercera ola», considera el epidemiólogo y exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña, uno de los 11 expertos que forman parte del Comité Asesor y de Seguimiento de la Covid-19 en Asturias. Este comité, que se reunía el pasado miércoles, está ultimando un documento con un análisis de la situación en el Principado y con una serie de recomendaciones sobre medidas adicionales que podrían ser tomadas en las próximas semanas dependiendo de la evolución epidemiológica.

López Acuña explica que la síntesis de la discusión que se mantenía en ese encuentro, al que también asistieron de manera telemática el presidente del Principado, Adrián Barbón, y el consejero de Salud, Pablo Fernández, está en la línea de las recomendaciones que publicaba el pasado lunes el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) para todos los países europeos. Esas recomendaciones, como indica el epidemiólogo, se resumen en que «no debemos precipitarnos a desescalar o a retirar restricciones porque, si lo hacemos de una manera poco sensata y poco basada en la evolución de la epidemia, podemos entrar fácilmente en un camino que nos lleve a una tercera ola». El informe del ECDC, de hecho, pormenoriza las proyecciones de lo que podría significar esa tercera ola en aumento de incidencia y de presión asistencial en cada país europeo.

Tres fechas clave por delante

Por ello, más que salvar la Navidad, para López Acuña es fundamental entender que «estamos en un año especial y lo que tenemos que salvar, primero, son las vidas, la salud de las personas y, con ello, todo lo demás vendrá por añadidura». El exdirectivo de la OMS también advierte de que países que se han precipitado en desescalar están experimentando situaciones en las que se ven repuntes de contagios como ha ocurrido, por ejemplo, en Canadá, en donde ha habido un pico de contagios ligado a la celebración del Día de Acción de Gracias. «Hoy (por ayer) se celebra en Estados Unidos y es previsible que pueda haber una situación de esa naturaleza porque se relajan las medidas de protección, se dan reuniones familiares, hay desplazamientos y eso se ha demostrado».

Otro de los expertos del comité que asesora al Gobierno del Principado es el profesor de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza Ignacio de Blas, que considera que el problema es que esta segunda ola ha coincidido con un calendario muy malo. «En septiembre estaba el comienzo del curso escolar, que fue menos terrible de lo que parecía; en octubre, el puente del Pilar y Todos los Santos, y ahora tenemos tres fechas claves que se nos van a amontonar», dice.

El primer examen, añade, va a ser el puente de la Inmaculada. El segundo, «que lo vamos a tener que pasar sin saber la nota del primero», será a finales de diciembre «con la vuelta de los estudiantes universitarios a sus casas, cuando habrá un trasvase de estudiantes entre las comunidades y los niños dejarán de estar controlados en los colegios, se van a juntar con sus primos, van a visitar a los abuelos y es un cambio importante, unido a que los que están en edad del bachillerato seguramente no se van a quedar en casa».

Y, a los tres días, añade, «siguiendo con el símil del examen sin tiempo para estudiar ni para saber cómo nos fue en los otros exámenes, empezamos con nochebuena, navidad, nochevieja y luego los reyes. Nos vamos a enfrentar a muchos desafíos seguidos y cuando nos demos cuenta de que hemos suspendido un examen es que nos quedan tres más por delante».

Reflejo a las dos semanas

De Blas, por ello, advierte de que en las próximas semanas se van a acumular «muchas situaciones de riesgo consecutivas sin que tengamos tiempo de reacción y nos puede pasar que el brote de enero sea incontrolable. Vamos a tener que hacer un gran esfuerzo para intentar que no se desmande».

El exdirectivo de la OMS, que recuerda que países como Irlanda e Israel han mostrado un descenso rápido de la curva tras establecer confinamientos más drásticos, explica que ya se sabe que «cuando hoy se cambia una disposición o se elimina una restricción tiene una expresión en dos semanas». Es decir, que lo que ocurra en navidades tendría su reflejo dos o tres semanas después, como está ocurriendo en la actualidad, cuando ya ha pasado ese periodo desde que se implantaron las restricciones de cierres perimetrales y de la actividad económica no esencial, así como el toque de queda, y la curva de la incidencia del coronavirus ya no tiene una tendencia al alza.

«Ya es alentador ver que la tendencia en el número de casos en Oviedo y Gijón va a la baja, no va todavía con suficiente descenso en el caso de Avilés», dice López Acuña, que hace hincapié no obstante en que la situación en Asturias, con una incidencia a 14 días de 530 casos por cada 100.000 habitantes -a partir de 250 se entra en un nivel de alerta extremo-, obliga a seguir con la guardia en alto.

«Sí hay una mejora en cuanto a la incidencia y al índice de positividad que esperemos que tenga su reflejo en unos días en la presión asistencial y en el número de defunciones», indica López Acuña, que se muestra partidario de continuar por este camino de «mucha cautela, mucha parsimonia, de no levantar medidas a la ligera y hacerlo muy gradualmente» como se ha hecho con el pequeño comercio en cuanto se empezó a ver estabilización y descenso en las curvas de los indicadores de la evolución epidemiológica. También es fundamental en ese camino, indica, mantener el monitoreo continuo de la situación «para que se tomen las decisiones oportunas».

Y, reitera, entender que «no vamos a pasar unas navidades como las de siempre» porque «tenemos que tener restricciones en cuanto al toque de queda y sus horarios, en cuanto al número de personas que se reúnen sobre todo para preservar burbujas familiares y en cuanto a que no podemos hacer grandes celebraciones, con 20 o 30 personas, porque eso supone un riesgo muy grande de contagio ya que estaríamos rompiendo las burbujas de una manera peligrosa».

Precisamente el miércoles, Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se ponía sobre la mesa el borrador del plan de restricciones navideñas que ha elaborado el Gobierno en el Consejo Interterritorial, acordándose con las comunidades autónomas darse una semana más para consensuarlas. «No es afortunado que estemos empezando a ver demasiadas discrepancias entre las distintas comunidades autónomas que están queriendo regatear horas o aforos o burbujas y cada quien yendo por su lado. Tenemos que tener mucho cuidado de no caer de lo que es un principio muy razonable de cogobernanza en las comunidades autónomas y la autoridad central a ir a una torre de Babel o a a unos reinos de taifas donde cada cual va a su aire», advierte López Acuña, que aconseja a las comunidades autónomas «que no se precipiten en desescalar o levantar restricciones porque puede ser el paso más firme hacia a una tercera ola. Que lo hagan con mucha cautela».