Un muerto cada mil habitantes: noviembre acaba con el «milagro» asturiano

Raúl Molina / EFE

ASTURIAS

Personal de la UCI del HUCA atiende a un paciente
Personal de la UCI del HUCA atiende a un paciente

Los datos de este último mes han hecho olvidar las buenas cifras registradas en el Principado durante la primavera y el verano

05 dic 2020 . Actualizado a las 12:58 h.

Uno de cada mil asturianos ha fallecido por el coronavirus desde el comienzo de la pandemia tras un trágico mes de noviembre en el que se han registrado 551 muertes, más de la mitad del total, unos datos que han hecho olvidar el «milagro» asturiano de los meses de primavera y verano en los que el Principado llegó a ser la única región libre de covid-19.

Al millar largo de víctimas que acumula una comunidad de poco más de un millón de habitantes se llegó después de haber contenido una primera ola en la que, según el estudio de seroprevalencia realizado por el Ministerio de Sanidad, sólo el 1,9 por ciento de los asturianos habían tenido contacto con el virus, muy por debajo del 5,2 por ciento registrado a nivel nacional.

Esa escasa presencia del virus y el estricto confinamiento derivado del primer estado de alarma reforzó a un sólido sistema sanitario, que se lleva anualmente la principal partida del presupuesto autonómico del territorio más envejecido de España, para lograr un objetivo inalcanzable para el resto del país: 25 días consecutivos sin registrar nuevos casos.

Un paraíso libre de covid para el verano

Esos datos convirtieron al Principado en un destino apetecible para el turismo en un verano condicionado por la pandemia en el que, sin alcanzar las cifras de años anteriores en ningún lugar de España, Asturias llegó a liderar las cifras de ocupación hotelera.

Y esa afluencia numerosa de visitantes no estuvo tampoco exenta de polémica. El presidente asturiano, Adrián Barbón, exigió a quienes se desplazasen a Asturias, en concreto a los madrileños, que cumplieran las normas en vigor en el Principado donde la mascarilla, al contrario que en otras comunidades autónomas, ya era obligatoria.

Barbón se vio acusado de «madrileñofobia», un término siempre rechazado por el jefe del Ejecutivo regional pero que sirvió para ahondar en la polémica ya abierta con su homóloga de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al pedir el Principado que todas las comunidades cumpliesen con las fases de desescalada previstas por el Ejecutivo central, informa EFE