La curva podría seguir sin descender hasta principios de febrero teniendo en cuenta que las medidas restrictivas suelen tener efecto a las dos o tres semanas de aplicarse
23 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La creciente cifra de nuevos positivos por covid-19 que ha registrado Asturias en los últimos días pone de manifiesto que la preocupación que trasladaban los epidemiólogos hace varios días, por la relajación de las medidas durante las fiestas navideñas y las consecuencias que esa relajación podía tener en la incidencia de la enfermedad, no era una preocupación baladí. La curva, lejos de descender o aplanarse en las jornadas anteriores, continúa en ascenso pese a que desde el Gobierno del Principado se han ido tomando medidas restrictivas desde mediados de enero dirigidas a contener los contagios y, por tanto, doblegar la curva. Así, la pregunta que surge es ¿cuándo alcanzará Asturias el pico de esta tercera ola de la pandemia?
Expertos en epidemiología señalan que es muy difícil determinar en qué momento de la evolución de la tercera ola estamos y, más aún, determinar en qué fecha se alcanzará el pico tras el repunte que está sufriendo Asturias desde los últimos días de diciembre. No obstante, considerando que el efecto de las medidas restrictivas suele verse a las dos o tres semanas de aplicarse, de la valoración de los expertos se interpreta que la curva podría seguir sin descender hasta principios de febrero.
Respecto a la primera cuestión, el momento de la tercera ola en que se encuentra la comunidad asturiana, el epidemiólogo asturiano Usama Bilal, profesor asistente en la Drexel University (Filadelfia, EEUU), señala que «es muy pronto para saber que ocurrirá», porque a diferencia de las otras olas, tiene en cuenta que «ahora tenemos un factor extra que considerar, la vacunación», con la que espera que se proteja a los a los colectivos mas vulnerables, «donde se suelen concentrar los casos graves y la mortalidad (en las residencias)». «Se han tomado medidas muy rápidamente, y espero que eso tenga efectos pronto», apostilla.
En cuanto a la previsión de cuándo puede producirse el pico de la tercera ola aquí en Asturias añade que al «igual que antes, no podemos saberlo», aunque da una aproximación: «solemos ver que las medidas restrictivas suelen tener efecto en 2-3 semanas, por lo que podemos esperar que las medidas «negativas» también tengan el mismo retraso», traslada Usama Bilal.
El mismo considera que lo que se está viendo con los datos de estos días de atrás son «los efectos» de las fiestas navideñas y, matiza, que «esto no significa que estemos en el pico, dado que han podido seguir produciéndose contagios después de las fiestas». Y va más allá de que hayan aumentado las cifras de nuevos positivos. Según dice, «estos contagios los vamos a ver muy pronto representados en más hospitalizaciones y luego más defunciones dentro de unas semanas». Sin embargo, confía en que al haberse tomado medidas que califica de «oportunas», «eso haga que esta ola no sea tan grave como podría llegar a ser sin estas medidas», indica el profesor de la Drexel University.
Confinamiento duro o adelantar el toque de queda
Pedro Arcos, epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, manifiesta su preocupación por el aumento de casos nuevos y coincide con Bilal en que es difícil determinar cuando tendrá lugar el pico de la curva, aunque también hace referencia a la demora de dos semanas para verse los efectos de las restricciones aplicadas. No obstante, y en vista de que el recorrido de la curva sigue en aumento, Arcos advierte de que Asturias ha agotado el margen de maniobra y que, de ser posible, tendría que aplicar un confinamiento duro de dos semanas.
Si esa opción no pudiera ser, aboga por adelantar el toque de queda e, incluso, valora de forma positiva aplicar otras medidas restrictivas como las aplicadas en Irlanda de prohibir las visitas a otros domicilios si no es por causas justificadas. «Algo se nos está escapando de la movilidad de la gente y las medidas parecen insuficientes, por lo que habría que ir a un confinamiento de dos semanas porque ya nos hemos comido el margen que teníamos», manifiesta el epidemiólogo.
Pedro Arcos considera importante, además, serotipar y hacer un muestreo de qué variante del virus está circulando, ya que en el caso de que se hubiera extendido la cepa inglesa, «podría ser necesario reforzar las medidas» en tanto que se considera una variedad más transmisible. Así, comenta que no se trata de cerrar perimetralmente los concejos, si no también controlar lo que sucede en el interior de los mismos para evitar que el número de contagios siga al alza.
Otro ámbito que considera «muy importante revisar» son las residencias de la tercera edad durante «el periodo ventana» que hay entre la aplicación de la primera y la segunda dosis de la vacuna para evitar que se produzcan brotes.
Por su parte, Patricio Suárez Gil, coordinador de la Plataforma de Bioestadística y Epidemiología del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), ve difícil predecir cuando se puede producir el pico de la tercera ola porque, a su entender, «depende de si las medidas implementadas van a tener efecto o no».