Imponer la auto traducción del asturiano a los diputados podría vulnerar sus derechos

L.O.

ASTURIAS

La propuesta de repetir las intervenciones en castellano ante la negativa de Vox a entender la llingua despierta la polémica tras la sentencia del Tribunal Constitucional

15 abr 2021 . Actualizado a las 18:53 h.

Tras un bronco inicio de legislatura para el uso del asturiano en la Junta General, por la negativa tajante de Vox, y en ocasiones del PP, a permitir su expresión en el parlamento autonómico, el Tribunal Constitucional zanjó que la reforma del reglamento para garantizar que puedan hablar en asturiano, además de diputados, miembros del Gobierno y cualquier persona ante la cámara es perfectamente ajustada al ordenamiento jurídico. Pero la polémica no termina de agotarse. La sentencia considera que el reglamento impone a la mesa facilitar la comprensión de las intervenciones a los diputados que aseguren no entender el asturiano y esta semana el PSOE llevó a la Junta de Portavoces una propuesta que ha levantado ampollas: que quienes usen el asturiano repitan luego en castellano su exposición.

La Academia de la Llingua ya ha manifestado su oposición a este posibilidad por considerarla una perversión del espíritu de la sentencia. Y quizá no vayan desencaminados. La petición numantina de los diputados de Vox no entender el asturiano y exigir su traducción recurre al artículo 23.2 de la Constitución que se refiere al derecho a participar en asuntos públicos y además a hacerlo en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes, de manera que debería comprender perfectamente lo que se les dice. Pero para el profesor José Manuel Pérez, obligar a un diputado a repetir su intervención en dos lenguas también supone una carga para su actuación, supone «imponer a los parlamentarios la carga de la auto traducción. Puede entorpecer su labor y ser un elemento disuasorio para usar las lenguas propias».

En este sentido, Pérez recalcó que «la medida debe asegurar las funciones parlamentarias. Pero también hay que evitar un uso torticero de esa supuesta falta de entendimiento». Ya desde el comienzo del debate sobre el uso del asturiano en la Junta General no fueron poco los grupos que vieron mala fe en la argumentación de los diputados de Vox de que eran incapaces de entender el asturiano, una lengua tan cercana al castellano.

Con todo, el profesor de derecho planteó otra posibilidad. Si llegara el caso de que se exigiera que hubiera un traductor indicó que se podrían explorar otras opciones como «imputar los gastos de traducción a cada grupo que use este servicio o detraer el coste del servicio de sus asignaciones»; de esta manera la exigencia de un traducción simultánea no supondría ningún gasto adicional para el erario público.

Desde Iniciativa pol Asturianu, a través de un comunicado también se incidió en que «se está cayendo en una trampa para politizar la lengua asturiana». El grupo recordó su propuesta de ofrecer de manera gratuita y a coste cero un curso de asturiano para todo los diputados y diputadas y trabajadores de la Cámara y animó a los grupos a avanzar en una reforma del Estatuto que permita la oficialidad del asturiano.

«Desde el año 1991 está presente el uso del asturiano por diferentes diputados con normalidad en la Xunta Xeneral, sin problemas y ahora la institución tendría que articular el uso en base a la libertad y no en base a una discriminación para poder ejercer las funciones propias de la actividad parlamentaria según lo que recoge la Constitución en el artículo 23.2.», señaló el comunicado de iniciativa que consideró una «falacia» que un diputado de la Junta diga que no entiende el asturiano.