Todos los represaliados asturianos del franquismo serán reconocidos en espacios físicos y online para que su memoria perviva

El próximo 23 de septiembre se celebrara el día de la memoria democrática en Asturias. La fecha,  que se acordaba el año pasado entre las asociaciones memorialistas y la dirección general de Emigración y Memoria Democrática, es el mismo día en el que en 1937 1.100 niños y niñas salían del puerto de Gijón a bordo de un carguero rumbo a la antigua Unión Soviética. Eran los hijos y las hijas de republicanos asturianos que, con esa dura decisión, les ponían a salvo del horror de la represión franquista.

Durante una semana, si la crisis sanitaria lo permite, se organizará una semana conmemorativa de la memoria en torno al 23 de septiembre para recordar a todas las víctimas asturianas del franquismo. Uno de los actos será un reconocimiento a los miembros de los Consejos Interprovincial y Soberano de Asturias y León, que se tuvo que posponer el año pasado debido a la tercera ola de la pandemia de coronavirus, que encabezará el presidente asturiano, Adrián Barbón, en la plaza del Parchís de Gijón, enfrente del edificio que fue su sede, según explica la directora general de Emigración y Memoria Democrática, Begoña Serrano. Es una de las diversas acciones con las que se recordará, tanto en espacios físicos como en una gran base de datos online que estará disponible en septiembre, a quienes lucharon por defender la República.

El Museo de la guerra civil y la Dictadura

La ley de memoria democrática de Asturias, que entró en vigor en 2019, establece que en el plazo de dos años a partir de entonces se dicte la norma de carácter reglamentario para crear un museo específico de la guerra civil en Asturias y de la represión de la dictadura. «La ley maneja unos tiempos que son imposibles y menos con una pandemia y la situación económica actual, en la que que no nos podemos permitir una inversión de este tipo. Asturias tiene muchas necesidades y no es el momento ahora para crear un museo que todavía no tenemos planificado y para el que tampoco tenemos fondos. Los que tenemos, que son documentación y algún objeto, son los fondos del Archivo Histórico de Asturias», explica Serrano.

La ley, además, contempla como alternativa que se articulen secciones con el mismo fin en cualquiera de los museos públicos existentes y así está previsto inicialmente, aunque todavía no se ha decidido cuál será el equipamiento en el que se habilite un espacio para organizar exposiciones que también se llevarán a los concejos asturianos y que servirán también, como por ejemplo ya se hizo en Gijón con la muestra Gijón bajo las bombas / Xixón so les bombes, para que la memoria democrática llegue a los centros escolares. «El tiempo nos dirá si en un futuro un museo solo es viable, pero en esta legislatura no es posible», reitera Serrano.

Lugares de la memoria

En la ley asturiana, se definen los lugares de la memoria democrática como aquellos espacios, inmuebles o parajes en los que se hayan desarrollado hechos relevantes por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados con la lucha del pueblo asturiano por sus derechos y libertades democráticas, y también con la represión y violencia sobre la población a lo largo de la guerra civil o de la dictadura franquista, así como con la resistencia popular y el sostenimiento de los valores democráticos. También contempla la creación de un catálogo de todos esos lugares, que serán siempre de acceso público.

Una vez que se apruebe el reglamento de la ley, en el que ya están trabajando los servicios jurídicos de la Administración regional, se podrá crear el Consejo de la Memoria Democrática de Asturias, que es el que declarará los lugares que formarán parte de ese catálogo regional. Pero ya son muchos los que está claro que van a serlo, como la fosa del Rellán en Grado, la de la partida de Manolo Caxigal en Laviana, la Quinta Pedregal o por ejemplo el antiguo Instituto Jovellanos (hoy centro de cultura) de Gijón. «Hay muchos sitios indiscutibles como lugares de la memoria», dice Serrano, que explica que mientras se resuelve el trámite que permitirá designarlos ya se ha empezado a trabajar en la señalización y la adecuación de las 404 fosas de víctimas del franquismo que se reparten por toda Asturias.

Trabajos que, además de mantener cuidada la zona en la que se ubiquen, consisten también en reparar los numerosos actos vandálicos que se perpetran. «Quedan muchos monolitos por colocar para señalizarlas todas, pero en los que ya están colocados buena parte están destrozados con pinturas. Sufren atentados un día sí y otro también», explica. A veces las propias familias de las víctimas se ocupan de reparar los daños, pero en algunos lugares se requiere una mayor reparación.

Serrano indica al respecto que ya hay un primer contrato cerrado para adecuar de inmediato la fosa de la partida de Manolo Caxigal, situada en el cementerio San Esteban de El Condao de Laviana y que se encuentra en «condiciones lamentables». Una segunda actuación se va a llevar a cabo en la fosa del Rellán, en donde se siguen desarrollando los trabajos de prospección para su exhumación. «Será un lugar de la memoria con un proyecto entre el ayuntamiento y el Principado. El ayuntamiento se encarga de la exhumación porque había comprado la finca y ya lo tenía previsto y, a cambio, nosotros nos comprometemos a adecuarlo para que, una vez finalizados los trabajos, sea ese lugar de la memoria al que la gente vaya paseando y en el que se recuerde a las víctimas de todo el concejo».

En concreto, la dirección regional de Memoria Democrática se encargará de la demolición de las construcciones ruinosas que cubren en parte la fosa en la que se calcula que podrían estar enterrados más de medio centenar de asturianos fusilados en varias fechas entre 1936 y 1938. De momento han aparecido restos de al menos cinco personas. Otros lugares de la memoria también pasarán a formar parte del catálogo estatal, que no serán tantos como en el regional, sino aquellos que sean los más emblemáticos.

Jardín de la memoria

Otro de los proyectos que también se quiere tener listos para la semana conmemorativa de septiembre es el Jardín de la Memoria. «Es un proyecto que trasciende de la propia Consejería de Presidencia. Es un proyecto del Gobierno, con una evidente implicación del presidente, y va a ser un lugar en el que se homenajee y se recuerde a las víctimas del franquismo», explica Serrano, que recuerda que durante años algunas asociaciones memorialistas vienen pidiendo que se nombre hijos predilectos y adoptivos a guerrilleros asturianos pero como ya no queda ninguno con vida este será el lugar en el que reconocidos para la posteridad.

«Tanto la ley de honores y distinciones como la de memoria democrática dicen que se otorgue esa distinción a guerrilleros vivos. No tenemos ninguno y, aparte, creemos que a lo mejor lo que hay que hacer es algo que quede ahí para siempre, para que cuando los asturianos pasen por delante recuerden a las víctimas, que sea algo presente. Un título, al final, tiene una repercusión mediática, sí, pero una vida muy corta y la idea que tiene el actual Gobierno del Principado es hacer homenajes todos los años tanto a los guerrilleros como a otros colectivos, que perduren en el tiempo», explica la directora regional de Emigración y Memoria Democrática.

Reconocimientos que, como dice, forman parte del proceso de reconciliación que falta en España porque «uno de los bandos, el que defendió la legalidad, no ha sido reconocido mientras que las víctimas del bando golpista han tenido reconocimientos en todos los pueblos y en todos los rincones de España».

Para reconciliar, como ocurrió en países cuyas poblaciones padecieron dictaduras o periodos represivos, «ahora tenemos que hacer la otra parte». «Otros países como Alemania, Argentina, Portugal o Francia hicieron memoria al día siguiente de que acabase el proceso duro, nosotros llegamos tan tarde quizá por la división entre vencedores y vencidos», considera Serrano. El Jardín de la Memoria, cuya ubicación aún no es definitiva pero aprovechará un espacio público ya existente para que sea visitable, será una de las piezas que permitirá caminar hacia esa reconciliación en Asturias.

Base de datos online

En septiembre a más tardar también estará disponible en la página web de Memoria Democrática de Asturias una aplicación que recogerá todas las bases de datos de las que se dispone en la actualidad sobre los represaliados asturianos del franquismo, con el catálogo de las más de 27.000 víctimas que se han cuantificado en Asturias, así como los mapas de las 404 fosas y de los vestigios franquistas que hubo y que se mantienen y con todas las historias humanas, incluidas las de los deportados a los campos de concentración nazis y de los niños de la guerra que acabaron en Rusia, Bélgica, Francia o cualquier otro país, que se conozcan o que se vayan conociendo a medida que las investigaciones avancen.

«Va a estar al día toda la información de manera que si hay alguna noticia nueva sobre una fosa o si conseguimos fotos de las víctimas las incluiremos. Todo estará conectado de manera que si buscas a una persona y tenemos información de que estuvo en un campo de concentración y luego le pegaron dos tiros y le llevaron a una fosa, podrás encontrar esa información», explica Serrano.

La inversión para crear esta aplicación específica de memoria democrática con toda la información fue de unos 30.000 euros en 2020. «Ha llevado tiempo pero ya se ha recopilado toda la información para que esté disponible para las familias de las víctimas y de los investigadores», añade Serrano, que indica que detrás de cada víctima, siempre que sea posible, se incluirá su historia de vida. «Queremos que se sepa quiénes eran, dónde vivían, si tenían hijos, en qué trabajaban antes de la guerra… En la medida en que sus vidas sean más conocidas habrá más personas a las que les apetecerá dejar escanear una foto, una carta o incluso depositar objetos en el Archivo Histórico», confía.