Marisa Morales Fernández es una de las miles de asturianas que sufre esta patología que ha limitado su vida por completo
25 jun 2021 . Actualizado a las 11:33 h.A pesar de haber pasado la enfermedad sin ningún tipo de complicación, más allá que un agotamiento físico y dificultad para absorber aire, Marisa Morales Fernández lleva seis meses sufriendo covid persistente. Aunque su único síntoma es la fatiga, este ha limitado su vida por completo. «No puedo hacer planes más allá de las 24 horas y si doy un paseo tengo que ir siempre acompaña de alguien por si acaso. Además, a veces tengo que sentarme, permanecer completamente quieta y concentrarme para así poder respirar. No puedo escuchar ni un ruido», asegura esta avilesina de 63 años que es una de las miles de asturianas que sufre esta patología.
Marisa Morales contrajo el coronavirus a principios de diciembre. «Realicé una cuarentena de 18 días en casa y durante ese tiempo estuve muy bien con un poco de fatiga, pero menos que cuando di positivo. Incluso había momentos en los que me aburría de dar tantos paseos por la habitación», reconoce. El día 30 de dicho mes le dieron el alta y reanudó su vida. «Mi familia estaba muy contenta porque pensaban que ya iba a tener anticuerpos y que ya había pasado todo», recuerda.
Sin embargo, con el tiempo las cosas se fueron complicando. «Volví a tener fatiga y el médico me mandó al hospital para hacer una radiografía. Incluso me hicieron una ecografía para ver cómo estaban los órganos después de haber pasado el coronavirus y todo estaba bien. Pero yo me encontraba mal», confiesa antes de añadir que «tengo los mismos síntomas que cuando di positivo, pero estos se agudizaron. Hay momentos en los que no puedo ni respirar»
«Tengo los mismos síntomas que cuando di positivo, pero estos se agudizaron»
Hasta en cuatro ocasiones tuvo que acudir al servicio de Emergencia debido a la falta de aire. «Estas me suelen durar entre siete u ocho horas, la última vez un día y medio», subraya. Sin embargo, las pruebas de saturación de oxígeno que le realizan en el centro hospitalario arrojan un resultado del 100%. De la misma manera, los electrocardiogramas y las ecocardioscopias salen sin alteraciones. «Me van a hacer dos pruebas más: un test de esfuerzo y un ecocardiograma y me derivaran a neumología porque hay veces que no puedo respirar», detalla.
Una dificultad física que hace que la incertidumbre ronde siempre por su cabeza. «Con esto no sabes cuándo te puede dar un nuevo episodio y no seas incapaz de respirar. Hay días en los que me levanto bien y al rato tengo una fatiga muy fuerte. Tampoco sabes cómo va evolucionar, si se prolonga o no, si te va a dañar algo…», lamenta e indica que «no estoy al 100% como antes».
No obstante, mantiene una actitud positiva. «Me considero un poco afortunada porque no me dio tan fuerte como otra gente que tiene covid persistente y espero que, si en un año consiguieron sacar una vacuna para atajar la enfermedad, dentro de poco den con algo para hacer frente a este problema tan grave», sentencia.
En este sentido, asegura que el Colectivo Covid Persistente Asturias, que conoció hace apenas 15 días, le ha servido de mucho. «Tienen dos WhatsApp: uno informativo (últimas noticias, avances, estudios…) y otro emocional donde nos damos apoyo mutuo». Por eso anima a todo aquel que esté en su misma situación a que se una porque así «no te sentirás solo» y «mostraremos que estamos aquí y que esta enfermedad existe».
