Las dos peculiaridades de este verano que están provocando pérdidas a los restaurantes asturianos

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Interior del restaurante arrocería Mi Candelita en Asturias
Interior del restaurante arrocería Mi Candelita en Asturias

Aun así el sector hostelero es optimista con la temporada de verano y prevé doblar el número de clientes durante los meses de julio y agosto

13 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El fin del estado de alarma ha permitido flexibilizar las restricciones que han hecho que la hostelería se vaya reactivando económicamente poco a poco. El sector de la costa asturiana es optimista con la temporada de verano e incluso ya prevé doblar el número de clientes durante los meses de julio y agosto. No obstante, «el problema está en que el turismo que se capta no es de nivel. La mayoría no están dispuestos a gastar elevadas cantidades de dinero y eso no nos beneficia para nada», reconoce Ana Valle que está al frente de El Pescador. En esta misma línea, Francisco Eras, propietario de Mi Candelita, lamenta que, a pesar de estar recibiendo muchas reservas, les está fallando muchísima gente. «En un servicio entre el sábado y domingo 40 individuos no acudieron, ni avisaron ni nada», destaca antes de añadir que «esto es una lacra muy fuerte y se necesita empatía para salir adelante».

Bajo esta premisa, el dueño de este restaurante arrocería situado en Gozón señala que «es una desmotivación muy fuerte porque todos los años para la temporada de verano reforzamos la plantilla con el objetivo de que el personal no esté estresado y ver que se quedan mesas vacías porque los clientes no aparecen, nos mata». Además, a esto se suma la crisis financiera derivada de la actual pandemia que ha provocado que «se encarecieran muchísimo los productos y no lo podemos repercutir en el precio final porque así no tendríamos consumidores».

Una recesión que de acuerdo con Ana Valle también ha limitado la economía de los turistas. «A partir de finales de marzo teníamos llenos absolutos durante los fines de semana y a 50 euros por cabeza, pero ahora no llegas a los 20. Para hacer una caja de un domingo de mayo tienes que dar el doble de comidas, es decir, trabajar el doble porque el consumo cuando es gente de fuera es la mitad. En cambio, con los asturianos eso no nos pasa», señala. Por eso pide, que haya mejores promociones de Asturias para que «la gente nos valore por lo que somos. Tenemos mar, montaña, alojamientos con nivel espectacular, materia prima de primera, una puesta en mesa que en muy pocos sitios en el mundo hay, y no lo podemos dar gratis o a precios irrisorios».

«Para hacer una caja de un domingo de mayo tienes que dar el doble de comidas»

Pero, aun así, Francisco Eras reconoce que va a haber una reactivación económica, aunque esta sea mucho más lenta que otros años, puesto que mantienen una fiel cartera de clientes. «A nivel general tenemos una buena respuesta del público y este es muy diverso. Hay gente que es de Madrid, País Vasco, Cataluña… también por el verano suele haber algún extranjero que hace turismo rural tranquilo. Se trata de gente mayor que va en autocaravana», indica.  

Arranca la temporada de reservas

En este sentido resalta que «a partir de ahora para tener una mesa el fin de semana es recomendable reservar con siete días de antelación». No obstante, para comer entre semana no hay ningún problema». Además, defiende que «Mi Candelita es un espacio seguro porque además de respetar la distancia entre mesas, tenemos ventilación por todas partes, ya que la terraza acristalada se puede abrir entera» y sentencia con que «si algo no está bien, no queremos que el cliente se vaya mal a gusto. Que nos comunique lo que sea para solucionarlo».

De la misma manera, Ramona Menéndez Cuervo, propietaria de Casa Belarmino, manifiesta que «aunque todavía estamos arrancando, la expectativa es muy buena. Nuestra clientela es fiel y estoy muy orgullosa de ella porque nos va a responder y continuar viniendo. Por eso, tendremos la misma gente que el año pasado o, incluso, más». Una perspectiva muy positiva que va ligada al número de reservas. «Ya tenemos alguna realizada para el mes de agosto y recomendamos que para comer el fin de semana se haga con 10 o 15 días de antelación para asegurar sitio. Para la semana sí que hay de un día para otro, de momento», señala.

La temporada de verano apenas permitirá recuperar las pérdidas por los cierres

Al ir ya rellenando la agenda, Menéndez Cuervo reconoce que «te da alegría decir que puedes trabajar para mantener el negocio al mismo nivel». Sin embargo, a pesar de que cada vez son más los consumidores que provienen de diversos puntos del territorio nacional -principalmente son veraneantes de Luanco, Verdicio y Salinas- puesto que tienen un mayor reclamo por poseer un Sol de la Guía Repsol y por formar parte del club de las guisanderas, es imposible cubrir lo pasado. «En este caso hay que ganar para que el negocio siga adelante. Se trata de poder subsistir porque no se empieza desde cero sino desde menos algo, ya que la pérdida de los cierres hubo que afrontarla y no nos quedan deudas sino créditos que en vez de pagar en 10 años se harán en 12», concluye Ramona Menéndez Cuervo.

Ramona Menéndez y Juan Luis González, propietarios de Casa Belarmino
Ramona Menéndez y Juan Luis González, propietarios de Casa Belarmino

También desde el restaurante Vista Alegre, situado en la playa de la Griega en Colunga, presencian que va a haber una elevada demanda. «Este verano tendremos más gente que el año pasado. Seguramente que el doble porque cada vez hay más clientes», asegura Ana Collado antes de añadir que «estos vienen de todos los lados. De Madrid, País Vasco, Galicia, Valladolid…».

En este sentido, la hija de la gerente de este negocio -que destaca por su amplia terraza, así como por su extensa carta de pescados y mariscos- resalta que ya se están realizando reservas para los meses de julio y agosto. «Ya hay bastante anticipación y para pillar una mesa donde la barandilla hay que llamar una semana antes como mínimo», subraya. Una demanda que a su juicio sí que permitirá recuperar las pérdidas por las restricciones para frenar la expansión del covid. El único problema que va para este periodo estiva es la falta de empleados. «No hay personas para trabajar», sentencia tajantemente.