IU quiere impedir legalmente que Barbón acuda a los actos religiosos de Covadonga

La Voz

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El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (i), junto al arzobispo Sanz Montes (d) durante la eucaristía con motivo de la festividad del Día de Asturias, este miércoles en la basílica de Covadonga
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (i), junto al arzobispo Sanz Montes (d) durante la eucaristía con motivo de la festividad del Día de Asturias, este miércoles en la basílica de Covadonga EFE | Eloy Alonso

La coalición cree que la última homilía del arzobispo es «la gota que ha colmado el vaso»

09 sep 2021 . Actualizado a las 13:03 h.

Izquierda Unida ha presentado este jueves una Proposición no de Ley (PNL) para desligar los actos del Día de Asturias de las celebraciones religiosas y que, de aprobarse, supondría que el presidente tendría que dejar de acudir a la misa de La Santina en Covadonga.

Según han indicado desde la formación, la última homilía del arzobispo de Oviedo ha sido «la gota que ha colmado el vaso, utilizando como altavoz la celebración del Día de Asturias para lanzar un planteamiento reaccionario y que va en contra de la legitimidad de la legislación española».

Por eso, la PNL plantea que ya en 2022 se cuente con un marco normativo que establezca que todas las instituciones del Principado celebren el 8 de septiembre al margen de cualquier acto de naturaleza religiosa. Así, se exige el respeto «escrupuloso» a la separación entre religión y Estado, para lo que se pide a Gobierno de Asturias que declare que no acudirá a ningún oficio religioso.

Declaraciones «intolerables»

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, afirmó en la homilia durante la misa de Covadonga que «ya quisiera yo que niños abortados o ancianos y enfermos eutanasiados sin paliativos tuvieran la legislación protectora que se les brinda a los toros».

Unas declaraciones que para la portavoz de IU, Ángela Vallina, son «intolerables» y se han producido «por no separar lo que son las dos instituciones y cumplir con ello la Constitución».

Frente a «una sociedad asturiana del siglo XXI que ya es multicultural», Vallina ha situado a un Arzobispo «que hace méritos dentro del sector más conservador de la Iglesia Católica española» y que con sus palabras ha infringido «una falta de respeto a la ciudadanía asturiana».