Nino Rodríguez: «El PSOE debe proteger primero a los obreros y ganaderos antes que a los lobos»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Nino Rodríguez en su explotación ganadera de Parres
Nino Rodríguez en su explotación ganadera de Parres

El hasta hace apenas una semana director general de Ganadería y Sanidad Animal en el Gobierno del Principado de Asturias charla con La Voz acerca de las circunstancias que motivaron su dimisión y de la «barbaridad y sinsentido» que supone la inclusión del lobo en el Lespre

02 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace apenas una semana Nino Rodríguez (Trasmonte, 1972) hacía oficial su dimisión como director general de Ganadería y Sanidad Animal en el Gobierno del Principado de Asturias. El motivo fue la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de incluir el lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Una resolución que califica de auténtica «barbaridad» y que, a su juicio, «aboca a la ruina y al cierre de la mayoría de explotaciones en extensivo». Rodríguez, que ha sentido el respaldo del sector tras su decisión, vuelve a dedicarse a tiempo completo a su ganadería parraguesa de Asturiana de los Valles. «Es lo que me gusta», admite feliz, pero con la firme promesa de «seguir peleando desde fuera, en todos los sitios donde pueda, y seguir presionando para que alguien se dé cuenta algún día de que esto es una barbaridad».

-Usted insiste en que la inclusión del lobo en el Lespre fue la única causa de su dimisión, inmediata, como Director General de Ganadería y Sanidad Animal del Principado, una postura nada habitual en política en España.

-No hay nada más detrás. La verdad es que con el equipo de la consejería, el consejero, los jefes de servicio y demás estaba muy a gusto. Creo que estábamos haciendo cosas buenas. Ahora mismo los ganaderos van a cobrar quince millones más de ayudas. Enseguida saldrán los planes de mejora, con mucho dinero. Como anécdota, hoy se hace el primer control lechero de cabras en Asturias. Estamos pidiendo al Ministerio que nos declaren libres de tuberculosis bovina, pues llevamos muchos años con muy poca prevalencia…

-¿Duele más abandonar cuando se sabe que objetivamente se está haciendo un buen trabajo?

-Se estaban haciendo cosas muy guapas. Esta barbaridad que hicieron con el lobo no tapa la gestión que había. Es una pena y fue una desilusión muy grande y un disgusto a nivel personal y político, porque yo creo que el Partido Socialista Obrero Español debería de proteger primero a los obreros y los ganaderos antes que a los lobos, que no lo necesitan ni hacía falta ninguna. El lobo aquí en el norte está en expansión y la adoptada es una medida innecesaria y muy traumática para la gente.

-Su nombramiento fue muy bien recibido desde el sector ganadero. De hecho, numerosas personas de este ámbito y también desde la esfera política han intentado hacer que cambie de opinión ¿Se siente apoyado y valorado?

-Mucha gente me ha intentado hacer cambiar de decisión. La verdad es que estoy agradecido y asustado de los apoyos. Muchos me dijeron «no lo dejes, que nos haces mucha falta». Se nota la cercanía, pero yo prefiero seguir peleando desde fuera, en todos los sitios donde pueda, y seguir presionando para que alguien se dé cuenta algún día de que esto es una barbaridad, como pensamos desde el sector. Algo fuera de lugar, tiempo y totalmente innecesario, que aboca a la ruina y al cierre de la mayoría de explotaciones en extensivo.

-¿Había, por ejemplo en Asturias, un problema real de conservación del lobo?

-Ahora mismo con el plan de Asturias y los controles que se estaban haciendo el lobo estaba creciendo en población, por lo que no había problema de conservación ninguno. No era para nada necesario buscar problemas donde no los había. Yo seguiré peleando hasta que me muera, a ver si a alguien se le ilumina la bombilla y dice «oye, metimos la pata». La ley se podría a lo mejor redactado respetando y prohibiendo, por ejemplo, la caza deportiva. Pero es que si la administración no realiza controles el lobo no sé a dónde podrá llegar y el daño que hará.

-¿Cree que el recurso contencioso administrativo del Principado servirá de algo?

-Espero que sí y confío en que el tema llegue a algún sitio donde alguien se dé cuenta de que esto está mal hecho, es un desastre y una barbaridad.

 -¿Cómo ha sido la vuelta a la actividad ganadera a tiempo completo?

-Bueno, pues normal (ndr: risas). Nunca perdí el vínculo y en mi tiempo libre ayudaba en casa en nuestra explotación familiar. No me causa sorpresa. Estoy tranquilo y volviendo a lo que me gusta.

-¿Qué opinión tiene de Rocío Huerta, su sucesora?

-Buenísima. Creo que lo va a hacer muy bien. Ella estaba en el equipo con nosotros y conoce de primera mano todos los temas que había y las cuestiones que estaban pendientes. Tiene todo mi apoyo y sé que lo va a hacer muy bien. Insisto en que es una pena que el trabajo del equipo tan bueno de la consejería, que vienen todos del sector en diferentes ámbitos y están haciendo una buena gestión, por esta barbaridad y sinsentido del lobo se vea empañado. En ese equipo todos saben lo que quieren para el sector y lo están haciendo.

-Insiste en que las iras, protestas y miradas de los ganaderos deben apuntar en la dirección correcta, es decir, Madrid.

-La dirección correcta es el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico que tomó esa decisión surrealista, fuera de tiempo y lugar, no sé si por compromisos políticos del gobierno o con entidades ecologistas. Menos con los ganaderos, ese compromiso lo pueden tener con cualquiera. Esta decisión se toma al margen de cualquier racionalidad. Con el plan de gestión que había el lobo estaba creciendo y poblando nuevas zonas ¿Qué problema tenía el lobo aquí en Asturias? El problema lo tenemos los ganaderos.