Somiedo reivindica su cultura de montaña: «Sin las vacas, no seríamos, ni tampoco este paisaje»

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Azucena Lorences, vecina de El Puerto de Somiedo, tras recoger el premio al pueblo ejemplar de manos de la familia real
Azucena Lorences, vecina de El Puerto de Somiedo, tras recoger el premio al pueblo ejemplar de manos de la familia real EUROPA PRESS | Jorge Peteiro

El alcalde, Belarmino Fernández, recuerda los tiempos de incertidumbre que rodean al mundo rural y advierte de que «las gentes y las comunidades de montaña son la principal especie en extinción»

23 oct 2021 . Actualizado a las 17:50 h.

El alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, tuvo esta mañana palabras de agradecimiento por la concesión del premio al pueblo ejemplar de Asturias a la pequeña aldea de Santa María del Puerto de Somiedo. «Es un reconocimiento a todo Somiedo. Luchamos contra la despoblación tratando de diversificar la economía con turismo y servicios», puso en valor antes de su intervención en el acto institucional en el que la familia real le entregó el premio a Azucena Lorences, vecina del municipio, que también tuvo unas palabras de agradecimiento.

Fernández recordó que la primera vista del rey Felipe a Somiedo fue en 1990, como príncipe de Asturias, en La Peral, a escasos kilómetros de El Puerto, para inaugurar el mirador del Príncipe, el primero que se habilitó en el concejo y que fue el impulso para el parque natural de Somiedo.

No pasó por alto que esta era la primera visita de la princesa Leonor y la infanta Sofía, cuyo nombre es desde hoy también el del nuevo mirador de Santa María del Puerto. En la visita también se descubrió una placa con la silueta de una vaca como recuerdo de su estancia. 

La reina Letizia abraza a la infanta Sofía, en un momento de la visita a El Puerto de Somiedo
La reina Letizia abraza a la infanta Sofía, en un momento de la visita a El Puerto de Somiedo Europa Press | Jorge Peteiro

Para el alcalde de Somiedo, la responsabilidad del premio al pueblo ejemplar radica precisamente en «el modo de entender y preservar una sensata forma de vida» como es la «antiquísima cultura de montaña». En este sentido, recordó «los tiempos de incertidumbre» que rodean el mundo rural, garantizando el empeño en resistir para que «el futuro sea lo que viene siendo el pasado», y que «las gentes y las comunidades de montaña son la principal especie en extinción».

«Estamos orgullosos del territorio y de las vacas, telón de fondo de este acto», dijo Fernández, siendo a las primeras a las que dedicó el premio porque «sin ellas, no seríamos, ni tampoco este paisaje; sin ellas no recibiríamos este premio, ni en El Puerto habría brañas, cabañas de teito ni gentes».