Los investigadores del crimen de Ardines aseguran que el ataque «estaba dirigido a matar»

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Adrián Fernandez (c), abogado de la defensa; Fernando Barutell, abogado de la esposa de uno de los sicarios del caso, y Luis Mendiguren (d), abogado de Luis y Jesús Muguruza, ante los acusados durante la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines
Adrián Fernandez (c), abogado de la defensa; Fernando Barutell, abogado de la esposa de uno de los sicarios del caso, y Luis Mendiguren (d), abogado de Luis y Jesús Muguruza, ante los acusados durante la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines Eloy Alonso

Recuerdan que uno de los presuntos sicarios, en su declaración tras ser detenido y en sede judicial, aportó detalles que solo podría conocer habiendo estado en el lugar de los hechos

09 nov 2021 . Actualizado a las 13:28 h.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han seguido prestando declaración este martes en la quinta sesión del juicio por el asesinato del concejal de IU de Llanes Javier Ardines han asegurado que «la forma del ataque está claramente dirigida a matar».

«Seguramente del golpe hubiese muerto igual, pero por si acaso se aseguraron con la asfixia», ha relatado un agente a las preguntas de la fiscal, calificando de «auténtica emboscada» el ataque al edil llanisco, que falleció por asfixia al ser estrangulado, con lo que hubo ese «aseguramiento de la muerte».

En este sentido, ha incidido en que el asesinato de Ardines fue un encargo por los celos del supuesto inductor, Pedro N. A., tras descubrir la relación que su mujer mantenía con el edil, con lo que ha descartado que los dos sicarios únicamente quisieran darle una paliza.

También ha explicado al jurado que los investigadores no le dieron credibilidad «policialmente» a la versión del presunto sicario Djilali B. de que únicamente tenían el encargo de «darle una paliza» al concejal, según recoge Efe. La declaración del presunto sicario no encajaba porque si la intención hubiera sido la de «darle un susto», Ardines únicamente tendría un golpe y lo hubieran dejado malherido, por lo que en su opinión su intención era «matarle».

Sin embargo, sí dieron credibilidad al resto del relato del presunto sicario tras su arresto, al aportar una serie de datos que cuadraban con lo investigado sobre el crimen cometido el 16 de agosto de 2018 en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, en una emboscada en las inmediaciones de la vivida del concejal.

En el momento de la detención en Amorebieta (Vizcaya) de Pedro N.A., Jesús M. y Djilali B., el 19 de febrero de 2019, la investigación ya tenía el círculo cerrado y por tanto los detalles que aportó el presunto sicario reforzaron la actuación policial y confirmaron «lo que ya sabían».

Los agentes de la UCO que prestaron declaración este martes apoyaron las investigaciones de la Comandancia de Gijón para esclarecer el crimen por el que están acusados Pedro Nieva, como presunto inductor; Jesús M., como intermediario, y Djilali B. y Maamar K. como supuestos sicarios, quienes afrontan una pena individual de 25 años de prisión.

Como ya hicieran otros compañeros en días anteriores, otro de los agentes ha vuelto a incidir en que no tienen dudas sobre lo ocurrido, siendo los cuatro acusados los que participan en el crimen inducido por Pedro N. A., que estaba «perturbado» con la infidelidad de su mujer con Ardines.

«El propio Djillali en la declaración tras la detención y en la sede judicial dio todo lujo de detalles que solo una persona que estuvo allí puede conocer», ha indicado el primero de los agentes en declarar. Los investigadores también han negado que existiese presión alguna respecto a la declaración del supuesto sicario, informa Europa Press.

La fiscal ha recordado que Djilali B. ha asegurado que hizo su declaración coaccionado y, en ese momento, el propio acusado ha intervenido en el juicio afirmando que fue debido a que el agente que estaba declarando estaba detrás de él. El juez le ha apercibido así como a Jesús M., que también ha tratado de hacerse oír en la sala.

«Lo veo muy bien como estrategia de defensa, pero tengo que decir que todo eso que se dice -en relación a las presiones aludidas por el acusado- es mentira, en ningún momento se presionó, coaccionó o se pegó a Djillali», ha asegurado un agente, que también ha recordado que el supuesto sicario siempre estuvo acompañado por su letrado y además ha incidido en que en los calabozos existen cámaras que pueden ser revisadas en un plazo de 30 días y que nadie pidió examinar.

Asimismo, uno de los agentes ha asegurado que «la línea sentimental se vio clara desde las primeras averiguaciones» en el entorno personal de Ardines. En la investigación del entorno sociolaboral y el vecinal no se halló «ningún indicio de criminalidad», por lo que a continuación se indagó en el entorno sentimental del Ardines.

«Vimos clara la línea de investigación desde las primeras averiguaciones» en este ámbito, ha dicho el agente, quien ha explicado que el punto de partida fue el audio que el presunto inductor, Pedro N.A., grabó en diciembre de 2017 con su móvil en un restaurante para confirmar sus sospechas de la infidelidad de su esposa con el concejal, del que era amigo personal al ser sus respectivas mujeres primas segundas.

El miembro de la UCO ha asegurado que el asesinato fue planificado el 27 de julio de 2018, día en que Pedro N.A. y el supuesto intermediario, Jesús M., se desplazaron a Belmonte de Pría junto al argelino Djilali B. para darle instrucciones sobre los horarios y las costumbres de Ardines para cometer el crimen junto con su compatriota y también acusado Maamar K.