Cada jubilado asturiano ingresará de media 822 euros más el año que viene

C.P / L.F. REDACCIÓN

ASTURIAS

Una pareja de jubilados
Una pareja de jubilados Manuel Lorenzo

Vincular la pensión a la subida IPC tendrá un sobrecoste de 5.900 millones para la Segurida Social

30 nov 2021 . Actualizado a las 19:14 h.

Los precios no dan tregua. La cesta de la compra de los españoles se ha vuelto a encarecer en noviembre, según los datos adelantados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La inflación acabará el mes un 5,6 % por encima del umbral en el que se encontraba a estas alturas del 2020.

Se trata del mayor estirón del IPC en casi 30 años. Habría que echar la vista atrás, hasta septiembre de 1992, para ver algo igual. Lo más reseñable en esta ocasión es que no son los precios de la electricidad los que han subido con más fuerza —de hecho, se han relajado—, sino los del los carburantes y, sobre todo, los precios de los alimentos, que avanzaron medio punto en solo 30 días, acumulando una subida interanual del 3,2 %. La cifra pone de manifiesto que la inflación ya no es un fenómeno aislado que repercute solo en la energía o el transporte. Sus efectos se están trasladando al final de la cadena de producción y a los lineales de los supermercados.

Las repercusiones se notarán en el día a día, al hacer la compra, al repostar o al renovar el contrato de alquiler y de la luz. Pero no afectará a todos los ciudadanos por igual. Los pensionistas, a diferencia de los trabajadores, no perderán poder adquisitivo. El Gobierno ha blindado sus prestaciones, vinculándolas al IPC. No solo subirá en el 2022 las cuantías un 2,5 % —es la inflación media acumulada de diciembre del 2020 a noviembre del 2021—, también les compensará por la pérdida adquisitiva acumulada este año en el que se subieron las pensiones apenas un 0,9 %.

¿En qué se traduce todo ello? En que cada jubilado asturiano, con una pensión media de 1.433 euros mensuales, pasará a cobrar 1.469 euros (35,83 euros más al mes que hay que multiplicar por 14 pagas) y recibirá un aguinaldo el próximo mes de enero —la última paguilla— que ascenderá a 312 euros. Al finalizar el 2022, habrán ingresado 822 euros más que este año.

No tendrán la misma suerte los casi tres millones de funcionarios del Estado. El Ejecutivo de Sánchez acordó una subida del 2 % de los salarios públicos para el 2022, medio punto por debajo de la inflación. Si no se compensa de cualquier otra forma, perderán poder adquisitivo por primera vez desde el año 2013. El principal sindicato de funcionarios (CSIF) no solo había demandado una actualización salarial, también sostenían la necesidad de subir los salarios y extender otra paguilla como la de los pensionistas. La respuesta que han obtenido de parte del Gobierno no ha sido la esperada. Tampoco han atendido sus demandas para reforzar plantillas. Recientemente han pedido la dimisión de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por mantener bajo mínimos las sobresaturadas oficinas del SEPE.

Sobrecostes

¿A cuánto ascenderá la factura? España tendrá que desembolsar 5.900 millones de euros extra para tapar el agujero abierto por los compromisos del Gobierno con los pensionistas. Al menos 3.598 millones irán para cubrir la revalorización del 2022 y 2.303 millones para evitar que despidan el 2021 con menos dinero en el bolsillo.

La derrama viene precedida de las reiteradas advertencias de Bruselas: no hay espacio fiscal para aumentar el gasto corriente. Mucho menos a las puertas de la retirada de casi ocho millones de baby boomers.

La reforma de las pensiones diseñada por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, prevé incrementar los ingresos vía cotizaciones, confiando en un aumento de los salarios, una mejora del mercado laboral y en obtener una rentabilidad superior al 5 % de los ahorros de los pensionistas. Si no se cumplen estos pronósticos optimistas para el 2033, el recorte de las pensiones —equivalente a una paga extraordinaria— está garantizado. Escrivá niega que la presión sobre el sistema sea grave: «España no tiene un problema serio con la sostenibilidad de las pensiones», aseguró ayer.

Cheques de 100 euros en Francia contra la inflación

Hasta ahora, el Gobierno de Sánchez no ha anunciado ninguna propuesta para compensar a los asalariados de menos renta o a los autónomos, quienes tendrán que abonar ocho euros más al mes a partir del 1 de enero por el alza de la base mínima, independientemente de cómo evolucione el IPC.

En Francia, el Ejecutivo de Emmanuel Macron lucha contra la inflación a golpe de chequera. Han desplegado un subsidio de 100 euros para compensar la subida a 38 millones de franceses que ganan menos de 2.000 euros netos al mes, sin importar cuánto ingrese la unidad familiar al mes.