Más de un año de baja por el covid persistente: «Es como si llevase una mochila de 20 kilos encima»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

La candasina Mónica Hernández, de 44 años, es una de las asturianas con covid persistente
La candasina Mónica Hernández, de 44 años, es una de las asturianas con covid persistente

La asturiana Mónica Hernández cuenta cómo esta enfermedad ha limitado su vida y clama porque se encuentre una solución cuanto antes a esta realidad

03 ene 2022 . Actualizado a las 11:15 h.

El covid persistente es una realidad que cada vez afecta a más personas. A pesar de dar ya negativo en todas las pruebas PCR, los síntomas, que no secuelas, aún están presentes. Se acentúan con el paso del tiempo hasta limitar por completo la vida del paciente como es el caso de Mónica Hernández Rivero. Esta enfermera asturiana lleva más de un año de baja laboral porque «voy arrastras». Ni siquiera puede realizar tareas de la casa o simplemente llevar a sus hijos al parque. «Es como si cargase constantemente con una mochila de 20 kilos, por eso de mano digo a todos los planes que no», lamenta la candasina de 44 años.

Fue el 31 de octubre del 2020, en plena segunda ola de la pandemia, cuando Mónica Hernández dio positivo en coronavirus y contagió a su maridos y sus hijos de 4 y 8 años. «Empecé con mucho cansancio, fatiga, no tenía ni gusto ni olfato y perdí un montón de kilos, pero nunca llegue a mejorar, cada vez iba a peor. El gusto y el olfato pasaron meses para recuperarlo. El cansancio no se me quitaba e iba teniendo dolores musculares y de cabeza horribles», relata.

Por eso, desde el primer momento quedó de baja. Transcurrido un año sin poder trabajar y «como fue un accidente laboral» la derivan al INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social). Ahí deciden darla de alta, puesto que consideran que estaba apta para desempeñar su función. «Me dio una llorera porque ‘a dónde voy yo’. Lo veía todo negro pero bueno dije ‘lo voy a intentar que igual me viene bien’. Yo quiero trabajar porque eso significa volver a la normalidad», apunta.

El covid persistente ha limitado su vida por completo

Sin embargo, «trabajé dos días y tuve que volver a sacar la baja porque era imposible. Voy a arrastras y no quiero ser una carga más para nadie. Mis compañeras no tienen la culpa de que no pueda más». Bajo esta afirmación, Mónica Hernández resalta que «cualquiera que me conoce sabe que siempre fue una mujer muy activa. En toda mi vida no necesite a nadie para que me ayudase, siempre fui muy independiente». En cambio, ahora «no puedo ni siquiera hacerme cargo de mis hijos, es prácticamente imposible», lamenta la sanitaria, quien señala que los días los clasifica como malos y menos malos.   

«Al  principio lloraba mucho, era desesperante porque me sentía inútil. Luego aprendí a asumirlo y a vivir con ello. Ahora, de mano digo que no a todos los planes y dependiendo de cómo me encuentre en ese momento me uno», confiesa. Por eso, cuando se encuentra medianamente mejor la candasina aprovecha también para hacer alguna tarea de casa. «Como mucho pongo una lavadora o tiendo la ropa porque ya el mero hecho de coger la ropa y ponerla en el tendedero me cuesta la vida», detalla.

Ser fuerte o hundirte

Tal es su incapacidad que Mónica Hernández ha engordado 20 kilos. «No puedo hacer nada de nada. Tuve que hasta cortarme el pelo porque no soy capaz de peinarme» apunta la enfermera, quien señala que uno de los momentos más duros fue escuchar a su hija mayor decirle a su hermano: «deja a mamá que está malita». «Me partía. Esta enfermedad te mina mucho y estas fuerte o si no te hunde. Yo al principio pensaba que estaba loca», puntualiza.

Por eso, al igual que quienes padecen covid persistente, clama porque se busque una solución cuanto antes. «Me presto voluntaria a lo que sea. Solo quiere mejorar y volver a mi vida de antes», manifiesta antes de reconocer que «lo que más me preocupa es si voy a volver a ser la misma que antes».

«Lo que más me preocupa es si voy a volver a ser la misma que antes».

Mientras tanto anima a todo aquel en su misma situación a formar parte del colectivo Covid Persistente de Asturias (contacto: covidpersistenteasturias@gmail.com). «Aunque sea terapia de grupos, nos sirve para sentirnos comprendidos. Además te informan detalladamente cómo van las cosas y los avances que se están haciendo», señala antes de sentenciar con que el long covid es una enfermedad a pesar de que les cueste ponerle el apellido de «persistente».