El angustioso viaje de un asturiano atravesando Ucrania con su mujer y dos niñas de cuatro años

X. M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Beni Brito y su mujer en el tren a Rumanía, escapando de la guerra de Ucrania con dos pequeñas de cuatro años
Beni Brito y su mujer en el tren a Rumanía, escapando de la guerra de Ucrania con dos pequeñas de cuatro años

Beni Brito, originario de Langreo, ha conseguido llegar a Rumanía junto a su familia después de que le recomendarán abandonar el país para garantizar la seguridad de las pequeñas debido al avance de las tropas rusas

09 mar 2022 . Actualizado a las 13:54 h.

Después de unos días de incertidumbre, Beni Brito y su familia han conseguido salir de Ucrania. Primero atravesaron a Moldavia y actualmente están en Rumanía, camino de Bucarest, donde esperan ser atendidos por la embajada española y decidir cuál será su destino mientras dure la guerra. «Nuestra idea era cruzar a Moldavia pero como no nos encontramos colas y caravanas como las que hay en la frontera de Polonia y las niñas estaban animadas, decidimos hacer todo el trayecto seguido». Salieron de la ciudad de Vinnytsia, su casa, justo el día que el ejército ruso bombardeó el aeropuerto. Su suegro, que se había alistado hacía poco tiempo en el ejército, les había pedido que sacaran a las pequeñas del país cuanto antes pues había recibido informaciones de que la situación se iba a poner más complicada en los próximos días. «Sé que hemos hecho bien. Ahora en Rumanía estamos seguros. Tal vez vayamos a Alemania, Italia o regresemos a España. Cuando estemos asentados, tomaremos la decisión», explica Brito desde la estación de una ciudad rumana que, reconoce, no sabe cual es. Él, su mujer, su hija y la hija de su suegro, están haciendo transbordo, esperando tren que les lleve a Bucarest

Brito y su familia han tenido suerte, dentro de las circunstancias. Han podido abandonar Ucrania sin sufrir ningún incidente. Un familiar de su mujer que disponía coche les condujo desde Vinnytsia hasta casi la frontera con Moldavia, más de 200 kilómetros en medio de un país en guerra, aunque las tropas rusas están avanzando por otros frentes. El conductor, explica Brito, conoce muy bien el territorio y utilizó carreteras secundarias para evitar los atascos y colas que se producen en las principales autopistas. «Eso nos evitó muchos problemas. Si no, tal vez ni hubiéramos llegado a Moldavia todavía», dice Brito, aliviado por estar con su familia en un país seguro pero triste por verse obligado a abandonar la que considera su casa. Durante el viaje, han vivido momentos angustiosos, como ver a un montón de familias despidiéndose, antes de que las mujeres y los niños se exiliasen en países vecinos y los hombres permanezcan en el territorio para defender a Ucrania. Para atravesar la frontera, los oficiales le pidieron a Brito su documentación y al tener el pasaporte caducado estuvo alrededor de media hora esperando mientras comprobaban los datos. «Después me dejaron pasar sin problema. Me dijeron que parecía ucraniano. Al parecer, hay bastantes personas que están intentando cruzar la frontera con pasaportes falsos». Una vez llegados a Moldavia, todo un equipo de voluntarios y transporte gratuito atendió a los refugiados y les llevó hasta 

Brito señala la excelente labor de los voluntarios, asociaciones y ciudadanos de Moldavia y Rumanía. «Nos han recibido con los brazos abiertos. Es para quitarse el sombrero», asegura Brito, que una vez llegó a Moldavia les pidió a los voluntarios que le buscase un hotel donde pasar la noche con su familia, para no ocupar camas para personas que de verdad lo necesitan. «Hay mucha gente que ha escapado de sus casas con lo puesto. No tienen dinero, no tienen mudas…Pero me dijeron que no me preocupara, que había sitio de sobra». Brito explica que en la frontera con Moldavia no suceden las caravanas de refugiados que se ven en Polonia y señala que los ucranianos que escapan de la guerra prefieren refugiarse en un país miembro de la Unión Europea debido a las garantías de seguridad que significa pertenecer a la organización. Pasaron la noche en un pabellón en el que, dice Brito, «sobraban las camas y estaban equipados con toda clase de artículos, no solo productos de primera necesidad. Nos han tratado muy bien y el trayecto hasta Rumanía en los minibuses y trenes también ha sido gratuito». Brito y su familia están esperando un tren que les lleve a la capital rumana. A pesar de estar contento por estar en un lugar seguro, lamenta la situación que vive Ucrania la cual señala que es «terrorífica. Estamos 50 personas ahora mismo en el andén, esperando para llegar a Bucarest. He hablado con algunos y, hables con quien hables, todos tienen una historia tremenda. El pueblo ucraniano no se merece esto». 

Brito y su mujer mantienen contacto estrecho con su suegro, que está actualmente defendiendo a Ucrania. «Está contento por haber logrado poner a su hija y nieta en un lugar seguro. Estamos preocupados por él, pero sé que va a estar bien. Si no tuviera a mi hija, seguramente estaría luchando junto a él. Pero tenemos que tener claro las prioridades y las niñas son lo primero. Yo ya le dije que no se le ocurra hacerse el héroe, que el cementerio está lleno de valientes. Lo primero es lo primero. La madre de su hija falleció hace un año y medio y la pequeña ya ha sufrido bastante. Solo podemos esperar, rezar porque todo salga bien y podamos reunirnos pronto». La pequeña sí que sabe, más o menos, lo que está pasando. Hay una guerra y su papá está defendiendo a Ucrania. Brito explica que intentan que se distraiga para que no piense en ello. Ahora, le están diciendo a ambas que ya están en España y que la parte de Rumanía en la que se encuentran es Castilla-La Mancha. «Mi hija no sabe lo que es la guerra. Les estamos diciendo que nos vamos de vacaciones. Ella me pregunta: ¿cuánto falta para llegar a Asturias? Yo le digo que falta poco». Su deseo es viajar a Asturias pronto, por lo menos a hacer una visita a sus familiares y seres queridos. Estas últimas semanas han sido muy duras para ellos también, preocupados por su estado. 

En la guerra, contaba Brito la primera ocasión que habló con LA VOZ DE ASTURIAS, todo puede cambiar en menos de un minuto. En los últimos días, Rusia garantizó que detendrá la invasión si el gobierno de Ucrania reconocía a Crimea como territorio ruso y a Lugansk y Donetsk como repúblicas independientes. Sobre esta propuesta, Brito está seguro de que el pueblo ucraniano no lo va aceptar. «Es como si aquí llega Francia, nos ataca y ofrece la paz a cambio de entregarles Asturias, Cantabria y País Vasco». Brito reconoce que en un principio le decía a su mujer que «me daba igual que bandera ondeará en el país si podíamos vivir tranquilamente. Pero después de los acontecimientos de los últimos días ya no puedes ser indiferente ante los ataques». Para Brito, el pueblo ucraniano está demostrando gran valentía al plantar cara al ejército ruso a pesar de que militarmente es muy superior. «Esta gente es especial y no se va a rendir nunca, aunque conquisten el país tienen la guerra perdida. Los ucranianos van a seguir enfrentándose a ellos, bien sea pacíficamente como los manifestantes de Kherson, donde la gente se detuvo enfrente del ayuntamiento y no va a trabajar hasta que se vayan los rusos; o a través de la lucha».

Brito quiere agradecer de nuevo a los trabajadores del Principado por el trato recibido. «Estaré eternamente agradecido. Me escriben cada 10 horas preguntándome cómo estamos, si necesitamos algo…Yo ya se lo dije, cuando vaya a Asturias pienso pasar agradecer en persona lo que han hecho por nosotros». Por el contrario, reprocha al Ministerio de Asuntos Exteriores el abandono prematuro de la embajada española de Kiev cuando aún permanecían españoles en el país. «Fue un grave error y, por lo menos, podían pedir disculpas». Espera poder volver pronto a Asturias de visita y pero de momento no saben donde se asentarán mientras dure el conflicto. «Tenemos que barajar las posibilidades que tenemos. A mi me gustaría volver a Asturias pero encontrar trabajo no es tan sencillo y menos para mi mujer, que no habla español. Está también todo el tema de gestiones sobre las niñas…Es complicado». Brito desea poder regresar pronto a Ucrania junto a su familia y que la guerra termine lo antes posible con el menor número de víctimas, y agradece la solidaridad que el mundo entero está teniendo con Ucrania.