Comunidades vecinales que se suman al bum de las placas solares sin derrama: así lo están haciendo en Asturias

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Placas solares en una comunidad de vecinos de Oviedo
Placas solares en una comunidad de vecinos de Oviedo

Las bonificaciones de hasta el 50% que aplican los ayuntamientos en el IBI, hasta cinco años en el caso de Oviedo y Gijón, se están aprovechando para hacer frente a estos proyectos de autoconsumo en el ámbito doméstico

22 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El bum de las instalaciones fotovoltaicas comienza también a extenderse entre los bloques de viviendas de las principales localidades de Asturias, que aprovechan el espacio disponible en las cubiertas de los edificios para colocar placas solares para distribuir la energía eléctrica generada para el consumo de las zonas comunes. Hay comunidades de propietarios que incluso tienen previsto colocar instalaciones que permitan cubrir los consumos de calefacción y electricidad de todos los hogares que forman parte de ellas. 

Son los proyectos que mayor coste suponen, pero en buena parte de las comunidades de vecinos de Asturias que iniciaban hace más o menos un año los trámites para instalar placas fotovoltaicas en sus edificios se está optando por ajustar las instalaciones a las ofertas de las constructoras asturianas que las realizan, con toda la tramitación incluida, sin necesidad de derramas

Para ello, se aprovechan las bonificaciones que conceden los ayuntamientos asturianos en la cuota del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que oscilan entre un 20% y un 50%. Este último porcentaje es el descuento que se aplica durante cinco años en Oviedo y en Gijón, y durante tres años en Avilés, a los bienes inmuebles que incorporan sistemas para el aprovechamiento eléctrico de la energía solar.

Así, las comunidades que optan por uno de estos proyectos en los que las empresas les dan esta opción no tienen que realizar ningún desembolso puesto que el pago se realiza con la bonificación del IBI. Cada propietario sigue pagando la misma cantidad durante cinco años, en el caso de Oviedo y Gijón, pero la mitad bonificada por los ayuntamientos se destina al pago de la instalación fotovoltaica a la empresa que se ha hecho cargo de la obra y de todo el papeleo. «Es una oferta que no podíamos rechazar», indican en comunidades que ya han iniciado el proceso para instalar las placas o que están a punto de completar la tramitación para que comiencen a generar energía.

¿Cuánto cuesta instalar placas solares en una comunidad?

Por ejemplo, en el caso de una comunidad formada por unas 60 viviendas, que pueden estar repartidas en varios portales, el coste de una instalación con una potencia de entre 36 y 39 kW -en torno a 90 paneles- que permita cubrir el consumo de las zonas comunes no llega a los 2.000 euros por propietario, teniendo en cuenta en todo caso los coeficientes proporcionales para ajustar el proyecto a la suma de las bonificaciones del IBI de todos los vecinos en cinco años, cuyo pago adelanta la empresa que hace el proyecto.

También los locales comerciales que pertenecen a las comunidades vecinales se están sumando a estas iniciativas y en parte de los proyectos, una vez calculados los consumos eléctricos anuales, también se plantea generar suficiente energía para abarcar parte del consumo de los propietarios de las viviendas. Incluso hay comunidades con placas solares que ya están planteándose también incorporar cargadores para coches eléctricos en los garajes aprovechando que estos proyectos tienen subvenciones de hasta el 70%. 

¿Cómo se reparte la energía en las comunidades con placas solares?

Primero se aplica un coeficiente para las zonas comunes de los diferentes portales que conformen una comunidad de propietarios, tanto ascensores como escaleras, luego se reparte a los locales comerciales y, lo que sobra, para los vecinos, también calculándose unos coeficientes proporcionales al tamaño de las viviendas.

¿Cuánto se ahorra?

Algunas comunidades que ya tienen realizada la obra han aprovechado también para ajustar los contadores -y sus respectivas potencias- de los ascensores y de las zonas comunes, lo que ya supone un ahorro importante de por sí al pasar de dos aparatos a solo uno y con la potencia apropiada. Con este ajuste y con el autoconsumo de energía solar, el ahorro anual en la factura de la luz de una comunidad de 60 viviendas con una instalación como la descrita podría superar los 3.000 euros y, para cada vecino que aproveche los momentos de sol en los que las placas están generando energía, oscilaría al menos entre 250 y 300 euros, cambiando hábitos para ajustar los consumos a la producción. 

Las facturas de cada propietario reflejan, una vez que las placas solares tienen todos los permisos para empezar a funcionar, el ajuste entre la energía producida y la consumida que le corresponde a cada vivienda, teniendo en cuenta los descuentos por los posibles excedentes del autoconsumo, es decir, lo que no se ha consumido.

El ahorro podría ser mayor si, por ejemplo en las comunidades que realizan las instalaciones ajustando su coste a la suma de las bonificaciones del IBI de todas viviendas que la conforman, decidieran ampliar la instalación o incorporar baterías para acumular la energía, lo que ya supondría plantear una derrama. 

De todas formas, sí se está aconsejando la conveniencia de dejar la instalación ya preparada para una posible ampliación en un futuro, más si se tiene en cuenta la firme apuesta de la Unión Europea por la energía solar. Esta semana se presentaba el plan REPower EU, con el que se pretende doblar la capacidad instalada en los próximos tres años, es decir, hasta 2025, cuando ya sería obligatorio que los nuevos edificios públicos y comerciales tengan instalaciones fotovoltaicas. En 2030, si se cumplieran los objetivos de esta estrategia, la energía solar sería la mayor fuente de electricidad de la UE «con más de la mitad procedente de los tejados».

¿Cuánto se tarda en poner en marcha una instalación fotovoltaica?

La obra en sí, en algunas comunidades que ya la tienen realizada, no llega ni a 15 días de duración. Sin embargo y aunque las empresas se hacen cargo de todo el papeleo, los trámites burocráticos llegan a prolongarse hasta un año . Así, una vez que en una comunidad de propietarios se aprueba realizar uno de estos proyectos, se solicita la licencia de obras, se ejecuta la obra y se pide la bonificación al ayuntamiento.

Los trámites que más se prolongan en el tiempo son los que tienen que ver con la legalización de la obra, con las correspondientes altas de la instalación en la Consejería de Industria, la comercializadora y la distribuidora de electricidad.

Según las comunidades consultadas, que están percibiendo precisamente cierto atasco en Industria, cada solicitud que se realiza a este departamento del Gobierno asturiano tarda al menos dos meses en ser respondida y ponen como ejemplo de la «excesiva burocracia» dos de los trámites que pasan por esta consejería: primero hay que realizar una solicitud previa del proyecto y, una vez aprobada, se realiza la solicitud definitiva. Es decir, la aprobación de ambas se alarga cuatro meses más.