La cosecha de la rosa Narcea supera las expectativas para su cultivo a gran escala

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Uno de los rosales de la rosa Narcea, este mes de mayo
Uno de los rosales de la rosa Narcea, este mes de mayo

Los ensayos actuales permitirán a los investigadores que han recuperado esta antigua flor, muy valorada para la industria del perfume, definir la extensión necesaria para que su plantación sea rentable y con diferentes usos

19 may 2023 . Actualizado a las 12:45 h.

La rosa Narcea, una antigua especie única en el mundo y la primera española que se empleará en la industria de la perfumería tras ser recuperada por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Cangas del Narcea, pronto comenzará a expandirse por el valle del río Civea del que es originaria. La rosa solo brota en mayo y la cosecha recogida, dentro de los estudios que realizan los investigadores para iniciar a finales de este año su cultivo a gran escala, ha superado las expectativas.

Los investigadores tenían plantados 300 rosales en varias parcelas experimentales, en las que se habían aplicado técnicas de multiplicación de rosales, y han recolectado 16 kilos de flores de dos de ellas, una de pequeño tamaño y un jardín. «Lo que hemos recogido es lo que necesitamos para hacer varios ensayos pero podríamos haber llegado a 25 kilos, porque todavía siguieron dando flores. Este año ha sido espectacular. Nos llevamos una grata sorpresa al obtener más flores de lo que pensábamos», asegura la investigadora Carmen Martínez, que explica que esta pequeña cosecha servirá para definir las necesidades del cultivo de esta rosa por cuyo inconfundible olor ya han mostrado interés importantes firmas de la industria de la alta perfumería y cosmética.

«Estamos controlando el número de rosas que produce y puede llegar a producir cada planta, el tamaño de las rosas, la calidad de los compuestos que tiene y otros datos importantes para planificar el cultivo a gran escala, buscando la forma más adecuada de cultivarlas para calcular la superficie que vayamos a necesitar», indica Martínez, que explica que la recolección este año la han hecho de madrugada. «La hora mejor es de madrugada, antes de que empiece a salir el sol. Lo ideal es recolectar hasta las 10 de la mañana, no mucho más allá, porque en cuanto empieza a calentar mínimamente el sol comienzan a desprender aromas y los aceites esenciales, mientras que de de noche, al hacer frío y poca luz, están concentrados dentro de los pétalos».

Los ensayos que comenzaban esta semana con la cosecha de este año servirán para calcular qué extensión se necesita para que este nuevo recurso agrario sea rentable. «Son datos importantes porque los necesitamos para calcular los números y ver las distintas utilidades», dice Martínez, en referencia por ejemplo al uso de los polifenoles, compuestos que quedan en los residuos del procesado, una vez que se ha extraído el aceite esencial de la rosa, en productos naturales para el cuidado de la piel o de la salud en general.

«Pronto habrá novedades. De momento se han cubierto nuestras mejores expectativas y nos sorprendió muchísimo la cantidad de flores que dieron este año. Ademas, las plantas que tenemos in vitro también están dando flores, muy vigorosas además», indica la investigadora, que explica que también están pendientes del resultado de los ensayos de cultivo a diferentes altitudes, en donde ya están viendo que a las plantas situadas a 1.200 metros de altitud les cuesta más salir.

Los investigadores del CSIC, a través de la empresa de base tecnológica Aromas del Narcea que también está participada por socios del sector de la perfumería y las finanzas, tienen previsto cultivarla con la colaboración de agricultores y propietarios de la zona, con los que se establecerán acuerdos de plantación por los que se les comprará toda la cosecha de rosas. De los ensayos y los cálculos que se realizarán estas semanas se decidirá qué extensión se necesita finalmente para que los números vayan cuadrando. En principio se había calculado 50 hectáreas para que realmente fuera un nuevo recurso agrario rentable para los agricultores como para quienes formen parte del proyecto. Un litro de aceite esencial de la rosa Narcea requiere de tres toneladas de rosas y tendría un valor de 16.000 euros.

Por los datos que los investigadores del CSIC han ido recabando, que se afianzarán con esta cosecha experimental, también calculaban que con una hectárea podrían producir un litro de aceite esencial, aunque los resultados parecen haber superado incluso estas expectativas.