El escritor elogia el último cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau que glorifica la victoria del rey Pelayo que será donado a Cangas de Onís
06 mar 2023 . Actualizado a las 12:57 h.Generaciones enteras de asturianos y españoles fueron educadas en la idea de que en el siglo VIII en la explanada ante la cueva de Covadonga se batieron miles de combatientes, astures cristianos liderados por Pelayo con intervención de la providencia incluida, frente al invasor musulmán, en lo que sería el combate fundacional del reino de Asturias y, ya de paso, de España. Pocos historiadores creen que tal cosa sucediera así exactamente, pero Covadonga no ha dejado de ser una herramienta de uso político, en el pasado y en el presente.
La polémica es intermitente e interminable: el último episodio es la difusión por parte del académico y escritor Arturo Pérez-Reverte en su cuenta de Twitter (de forma que el alcance fue masivo), de un óleo de Augusto Ferrer-Dalmau, titulado «La primera victoria».
En los comentarios, el propio pintor señala que se trata de un encargo de mexicanos descendientes de asturianos, que dirigen un instituto en el estado de Guajanato y que su propósito es donar la obra a Cangas de Onís.
Ferrer-Dalmau, con un estilo academicista decimonónico, de gran éxito entre el público general, está especializado en pintar estampas con episodios idealizados de la historia de España que levantan pasiones en el nacionalismo español. En en el cuadro sobre Covadonga refleja una conflagración masiva, en el propio campo de batalla, donde los astures portan armaduras más bien tardorromanas y con escudos con el crismón, que llevó el emperador Constantino; pero también en la propia cueva que, aunque en realidad es un espacio más bien diminuto, aparece aquí como un amplio balcón lleno de tropas.
El título de la obra es todo un mensaje, la primera victoria, la primera de España, claro. Pero lo cierto es que, aunque los historiadores sí creen que hubo una batalla real en los inicios del reino astur frente a los musulmanes, es bastante improbable que se diera en Covadonga y desde luego no fue una lucha multitudinaria. Tampoco es muy histórico que los que allí combatieron lo hicieran por España que era un concepto que tardaría varios siglos en concretarse.
El uso político de Covadonga ha sido una constante a lo largo del siglo pasado pero también en este y en varias de las convocatorias electorales más recientes tanto PP como Vox han tratado de apropiarse de sus símbolos y leyendas.
