La internacionalización de la Reconquista: Asturias se hace arma política

L.O.

ASTURIAS

Estatua del Rey Pelayo, en la plaza del Marqués de Gijón
Estatua del Rey Pelayo, en la plaza del Marqués de Gijón EFE | ELOY ALONSO

La historia y la leyenda del Principado comienza a usarse en vídeos electorales y series más allá de las fronteras españolas

23 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un fenómeno nuevo ni mucho menos, el 'Covadonguismo' marcó intensamente el pensamiento político español desde comienzos del siglo XX hasta el presente, pero sí resulta novedoso la utilización de la Reconquista, las leyenda de Pelayo y Covadonga, más allá de nuestras fronteras. Los mitos entrelazados con historia de los orígenes del Reino de Asturias se internacionalizan, y aparecen distorsionados en latitudes inesperadas, en las armas de un terrorista en Nueva Zelanda, en un vídeo electoral de un candidato descendiente del último emperador de Brasil o una serie hecha en Kuwait que levanta ampollas en Marruecos.

La pasada campaña electoral para las elecciones generales en España, el candidato de Vox, Santiago Abascal elegía Covadonga, a los pies de la estatua de Don Pelayo para llamar a su particular 'reconquista' conservadora. Sólo le separaban unas semanas del posado del entonces presidente del PP, Pablo Casado, con la Cruz de la Victoria en la Catedral de Oviedo. Muchas décadas atrás, en la víspera de la revolución de 1934, el escenario era escogido por el candidato de la CEDA, Gil Robles, en el agitado panorama político de la II República.

Pero ha sido en el año 2022 cuando se ha utilizado la leyenda de Covadonga para trasladar mensajes ultras, y se ha hecho al otro lado del océano Atlántico, en Brasil, de la mano del candidato en Sao Paulo, Luiz Philippe de Orléans e Bragança, descendiente del último emperador del país y con ideas no menos decimonónicas. En su vídeo comienza relatando la invasión de la península ibérica por «moros musulmanes» y que «si no fuera por la pequeña región de Asturias, en el norte» que, según dice, sirvió de refugio a las «familias cristianas que huían de esa dominación musulmana» y que pudieron lanzar la «reconquista que duró siglos» (ocho nada menos) para que la península ibérica fuera cristiana. De ahí Luiz Philippe hace analogía triple salto mortal en en el que asegura que la situación es igual en el presente pero con todo el mundo asediado por «el comunismo» en el que Brasil «se ha vuelto un refugio». «Tenemos que ser las Asturias, esa es nuestra misión».

No extraña conocer que De Orléans e Bragança llegó a contarse entre los posibles vicepresidenciables de Bolsonaro, el presidente ultra del país.

La Reconquista vista por los árabes

La visión brasileña de la Reconquista es más bien tópica. Totalmente distinta es la que propone una de las series más comentadas y polémicas también en otra orilla del Mediterráneo. Una visión de la conquista musulmana de España con guion kuwaití.

Bajo el título de Fath Al Andalous, la serie, de 33 episodios, narra en un tono épico, con ínfulas de Juego de Tronos árabe pero a una distancia sideral por debajo en lo que atañe a vestuario, ambientación y efectos especiales, la conquista musulmana de la península ibérica, con el último rey godo, Rodrigo, como villano, frente al protagonista Tariq ibn Ziyad. El mandatario de Ceuta, Don Julián, que en la historiografía tradicional española es un traidor abyecto que abre las puertas a los mahometanos, es aquí, por supuesto, víctima del malvado y cetrino monarca de Toledo.

La principal batalla de la serie tiene lugar en el episodio 31, es la de Guadalete, que se supone fue fatal desastre para Rodrigo también mediante la traición, por el abandono de los hijos de Witiza, que en la serie Fath Al Andalous se cuentan entre los buenos. Algunas tradiciones cuentan al futuro rey astur, Don Pelayo, entre los perdedores de la batalla pues se supone era espatario (guardia personal) de Rodrigo. Pero en la serie no aparece ni tampoco se llega a hablar de núcleo de resistencia en el norte que dará pie al reino de Asturias. Los últimos capítulos son para narrar el retiro, se supone entre gran sabiduría, de Tariq ibn Ziyad.

La polémica ha llegado en esta ocasión desde Marruecos ya que se interpreta que la serie oculta deliberadamente el papel principal de sus antepasados bereberes en la invasión de la península para minimizarlos dejando el guion kuwaití a los árabes como maestros de la estrategia y absolutos protagonistas.

Mucho tiempo atrás, en marzo de 2019, Brenton Tarrant, que inició una matanza en dos mezquitas de Nueva Zelanda, retransmitiendo además en directo sus asesinatos, empañó los nombres asociados a Asturias al haber escrito el de Pelayo en los cargadores de sus armas. Tarrant, condenado a cadena perpetua por la muerte de  51 musulmanes, reivindicó también en sus armas el de Josue Estébanez, neonazi condenado en España por el asesinato en 2007 del joven Carlos Palomino.