El conductor del autobús siniestrado en Avilés con cinco muertos se enfrenta a pena de cárcel y una indemnización de 1,4 millones

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Una grúa retira los restos del autobús de la compañía Alsa que hoy se ha empotrado contra una pilastra de hormigón de un paso elevado de la circunvalación de Avilés, en un accidente de tráfico que ha causado cinco fallecidos y una quincena de heridos de diversa consideración
Una grúa retira los restos del autobús de la compañía Alsa que hoy se ha empotrado contra una pilastra de hormigón de un paso elevado de la circunvalación de Avilés, en un accidente de tráfico que ha causado cinco fallecidos y una quincena de heridos de diversa consideración Alberto Morante

El juzgado de primera instancia e instrucción de Avilés ha decretado la apertura de juicio oral contra el trabajador

05 mar 2024 . Actualizado a las 17:50 h.

El juzgado de primera instancia e instrucción de Avilés ha decretado la apertura de juicio oral contra el conductor de un autobús que sufrió un accidente en 2018 en el que murieron cinco pasajeros y catorce resultaron heridos.

La Físcalía pide cuatro años de cárcel e indemnizaciones por un total de 1,4 millones por delito de homicidio por imprudencia grave, otro de conducción con desprecio de la vida y doce por lesiones. El auto mantiene la libertad provisional sin fianza para el acusado y solicita una fianza por el importe de la indemnización solicitada, tanto a la aseguradora Allianz como a la empresa de transportes ALSA como responsable civil subsidiario.

Según la Fiscalía, el acusado conducía el autobús a pesar de saber que no podía hacerlo por la epilepsia que padecía y la medicación que tomaba; una circunstancia que él conocía, pero que la empresa ignoraba. El accidente tuvo lugar sobre las 13:40 horas del 3 de septiembre de 2018, cuando el autobús circulaba por el único carril que estaba habilitado en la carretera AS-392, ya que la vía estaba en obras y tenía el izquierdo cerrado al tráfico y delimitado con barreras laterales.

La calzada tenía limitada la velocidad a 90 kilómetros por hora, pero debido a las obras que estaban perfectamente señalizadas estaba fijada en aquel momento en 70 kilómetros por hora y la investigación constató que el autocar, con 19 personas a bordo -de los que tres hombres de 78, 75 y 59 años y dos mujeres de 55 y 52 años murieron en el acto y otros 14 resultaron heridos-, circulaba a 95 kilómetros por hora.

Al llegar a un tramo curvo con la calzada seca y con perfecta visibilidad, el chófer invadió el carril cortado para la circulación y, tras arrastrar las barreras laterales indicativas de las obras, circuló durante 520 metros sin desviarse hasta chocar contra una pilastra de apoyo al paso elevado que se construía sobre la carretera.

Tras el accidente, el acusado manifestó que había padecido una pérdida de consciencia y agarrotamiento muscular producto de una crisis epiléptica que le había impedido controlar el autobús y evitar la colisión, una circunstancia que no había comunicado a la empresa, informa Efe.