El retraso del Avril también se compensará con ofertas sostenidas de billetes a 7 euros en trenes de bajo coste

ASTURIAS

Los Avlo de bajo coste de Renfe aún no operan comercialmente en Galicia. En la imagen, uno de la serie 106 en Santiago
Los Avlo de bajo coste de Renfe aún no operan comercialmente en Galicia. En la imagen, uno de la serie 106 en Santiago Sandra Alonso

Talgo comunicó a sus accionistas que los trenes se entregarían a Renfe antes de que termine mayo y Renfe podría ponerlos en circulación quince días después

14 mar 2024 . Actualizado a las 05:05 h.

La información disponible sobre las compensaciones a Asturias y Galicia por el retaraso en la entrega de los trenes Avril, al margen de la que traslada el Ministerio de Transportes, se basa en el informe que el Gobierno del Principado presentó en la Mesa de Coordinación del AVE, donde está representada la sociedad civil asturiana. En ese documento está el plan para compensar a ambas comunidades por la imposibilidad de que en el medio plazo no pueda haber competencia en estas líneas, al tener ambas tramos en ancho internacional e ibérico y no disponer los competidores de Renfe de trenes de ancho variable.

Fuentes del Ministerio de Transportes aseguran que están buscando el encaje legal de esta posibilidad en la normativa de la UE, aunque la Ley de Movilidad Sostenible que ya está en el Congreso prevé articular obligaciones de servicio público (OSP) —trayectos subvencionados— «con carácter excepcional, cuando concurran circunstancias especiales en un territorio o en las condiciones de conectividad que así lo justifiquen para el desarrollo económico y social de las poblaciones afectadas». Las conexiones de larga distancia no suelen ser subvencionadas con dinero público, y las OSP se reservan para recorridos rutinarios como media distancia o cercanías.

En ese documento también hay detalles sobre cómo serán las ofertas cuando estén en funcionamiento los trenes de la serie 106 (Avril), tanto en su versión comercial normal (AVE) como en bajo coste (Avlo), más allá de la primera fase de compensaciones que se está vendiendo estos días con billetes a 25 euros. Al parecer, Talgo comunicó a sus accionistas que los trenes se entregarían a Renfe antes de que termine mayo y Renfe podría ponerlos en circulación quince días después.

En ese informe se asegura que las ofertas promocionales en los dos servicios «se ampliará hasta el verano del 2025» con el objeto de «fomentar la desestacionalización turística», sin descartar que pueda continuar hasta el otoño del año que viene. Y se mencionan tarifas promocionales de superprecios «con hasta 300.000 billetes a precios reducidos, algunos de ellos (Avlo) desde 7 euros el trayecto», se asegura en el documento. Ese precio es el habitual en el inicio de operaciones en un determinado corredor de la nueva marca de bajo coste de Renfe, pero la diferencia estribaría que, como compensación por el retraso, estas ofertas se mantendrían en el tiempo más de lo habitual o en otras circunstancias temporales. 

 

La auditoría sobre los trenes que no cabían en los túneles revela múltiples errores

La auditoría que encargó el Ministerio de Transportes para dilucidar los problemas en el pedido de trenes destinados a Cantabria y Asturias, que no cabían por los túneles por incumplir el gálibo, revela numerosos errores de coordinación entre las empresas relacionadas, las públicas (Renfe y el ADIF) y la privada CAF, el fabricante. Todos estos errores motivarán una reforma en la estructura ministerial para mejorar la coordinación, informa Europa Press.

El desencadenante fue la publicación por parte de Renfe de unos pliegos del contrato que contenían información errónea de las medidas, que ninguna de las empresas que pujó fue capaz de encontrar, según consta en la auditoría publicada por el ministerio. «Si Renfe hubiera solicitado al ADIF la información que este disponía sobre la red de ancho métrico en el momento de la preparación del contrato, habría podido determinar con absoluta certeza que las condiciones sobre el gálibo no se podían cumplir», asegura el texto.

Por su parte, el ADIF le entregó una documentación a CAF en noviembre del 2020 en la que ya se evidenciaba que había un problema con las medidas antes de la firma del contrato. Sin embargo, esta empresa pública no trasladó esta información vital a Renfe. CAF era consciente — o al menos tenía la documentación para serlo— de la imposibilidad de llevar a cabo el contrato y, aún así, lo firmó 54 días después, ocultándole este hecho a Renfe, de ahí que se pida analizar las posibles responsabilidades en las que ha podido incurrir CAF por la «ocultación de información».