La subida de las materias primas asfixia a las pastelerías: «Trabajamos más para ganar menos»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

ANGEL MANSO

El alto precio del azúcar, harina, huevos, lácteos o chocolate repercute en torno a un 10% más en el precio final de los dulces: «Los beneficios han bajado casi al 50%»

27 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pastelerías asturianas no atraviesan su momento más dulce. La subida de las materias primas ya está provocando que los confiteros se vean obligados a repercutir los costes en el producto final. Los pasteles, según explica Alberto Díaz, presidente del Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias, ya costarían entre un 8% y un 10% más debido a la subida del azúcar, la harina, los huevos, los lácteos o el chocolate, entre otros. «Cada vez trabajamos más para ganar menos», lamenta.

En los últimos dos años, debido a diferentes factores como la propia inflación o conflictos bélicos como el de Ucrania y Rusia, muchos productos han disparado su precio. Uno de los gremios afectados por estas subidas es el de los profesionales de la confitería, quienes han visto como en este tiempo el azúcar vale un 100% más y los lácteos un 45%. Otros como la harina o los huevos han experimentado subidas del 36% y el 30%, respectivamente. «El precio del chocolate aumentó un 30% y se espera que de aquí a final de año aumente en torno a un 40% más, por lo menos. Las casas ya están subiendo el precio este mes y aplicando nuevas tarifas», explica Alberto Díaz: «Nunca se habían dado subidas tan grandes». A todo ello hay que sumar el aumento de los materiales de embalaje, como el cartón o el papel, que también han subido un 15% y un 20%.

«Los veteranos, a día de hoy, no volverían a empezar de cero»

Ahora bien, ¿de qué forma está afectando esta situación a los confiteros asturianos? En menos ganancias. Según explica Díaz, los profesionales regionales habrían reducido sus beneficios entre un 40% y un 50%, provocando una incertidumbre sobre las ganancias poco suculenta para nuevas generaciones de emprendedores. «No prevemos que la cosa vaya a mejorar, aunque por el momento la pastelería es un pequeño lujo que la gente se sigue permitiendo», apunta el presidente del Gremio de Artesanos Confiteros, quien saca pecho del producto local: «Aquí tenemos una pastelería muy trabajada y de mucha calidad». Además, Díaz piensa que detrás del aumento de los precios hay intereses que van «más allá»: «Al final todo esto lo manejan cuatro personas como quien dice y el poder de la especulación está ahí, está claro».

Pasteles
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El relevo generacional, toda una aventura en un mar de incertidumbre

«La gente ya no se aventura tanto como antes», asegura el presidente del gremio con voz de resignación: «Abrir un negocio a día de hoy, en cualquier sector, es todo un riesgo. Antes, una pastelería que cerrara por jubilación sí interesaba y ahora no la coge nadie. Venden el emprendimiento como algo bonito, pero la realidad es que faltan muchos apoyos». «La gente más veterana que todavia mantiene negocios prósperos te dice que si ahora tuvieran que volver a empezar no lo haría», asegura Alberto Díaz, lamentando tanto el alto coste que supone abrir un establecimiento como los beneficios actuales: «Si haces números no cuadran. Igual necesitas 20 años para comience a dar dinero».

Sin embargo, esta situación contrasta con la necesidad de mano de obra. Es decir, a pesar de las necesidades que atraviesa el sector, la oferta de empleo sigue siendo amplia. «La edad, como ocurre en otros sectores, no es un hándicap. Hace falta más gente que quiera dedicarse a esto y hay salidas laborales», explica Díaz, quien asegura que prácticamente de forma diaria recibe entre una o dos llamadas de pastelerías interesadas en la contratación de personal.