El responsable de los astilleros remarcó su apuesta por la innovación y la necesidad de agilizar los trámites de las empresas desde la administración
17 may 2025 . Actualizado a las 13:09 h.El foro «Industria con futuro: las empresas como motor socioeconómico, medioambiental y laboral del Occidente de Asturias», promovido por La Voz de Asturias, reunió a voces clave del sector para analizar el atractivo del occidente de Asturias como núcleo industrial. Intervinieron Patricia Somolinos, de Grupo Clave; Luis Cotarelo, de Astilleros Gondán; José Manuel Domínguez, de Exploraciones Mineras del Cantábrico; y Adolfo Navarro, de Armón Shipyards.
Revalorizar la figura del emprendedor, así como avanzar a un modelo de relaciones entre las empresas y la administración más ágil, fueron dos claves de la intervención del responsable de Astilleros Gondán, una compañía capaz de conjugar el arraigo tradicional con el entorno de la comarca del occidente y a la par una internacionalización de su actividad, muy marcada por la apuesta por la innovación. Un ejemplo de ello, recalcado además por el propio Cotarelo, fue la botadura de un buque que no requiere tripulación y cuya actividad está totalmente automatizada y controlada desde tierra. «Puede sonar como ciencia ficción pero es un barco que va a operar en el medio del mar con un robot submarino que lo manejan desde tierra. Eso no es un experimento, es una realidad. Precisamente por eso Gondán se metió en ese proyecto, para aprender, para entender, para aportar en lo que podamos y subirnos a una ola que ya llega hasta aquí».
En este sentido, Coterelo remarcó que la propia situación del occidente de Asturias, durante décadas, y aún también en el presente, sin las suficientes conexiones e infraestructuras, marcó un carácter propio en la comarca «que no espera el maná y la gente sabe que tiene que trabajar. El reto es mantener esa esencia de lo que es la gente».
Gondán, señaló, lleva años consolidando su posición en el sector de la construcción naval especializada, apostando por buques equipados con tecnologías avanzadas, sistemas integrados y soluciones de alta complejidad técnica. La empresa ha centrado su actividad en mercados exigentes como Noruega y el Mar del Norte, alejándose de la competencia basada en costes laborales bajos ya que se trata en mercados con alta capacidad técnica y financiera, no sólo en Escandinavia sino también en Alemania y Francia; especialmente en sectores vinculados al petróleo y a la generación eléctrica en el mar. En este punto, Cotarelo recalcó que el astillero asturiano ha sabido encontrar su nicho en la innovación y el conocimiento aplicado, más allá de la mera construcción física de los buques.
«Vivimos una aceleración constante. Lo que antes llevaba siglos ahora sucede en cuestión de años, incluso de horas. Anticiparse al cambio se ha convertido en una habilidad clave para quienes lideran empresas en sectores punteros», señaló el responsable respecto a los principales retos a los que se enfrenta la empresa por la rapidez con la que evoluciona la tecnología.
Es precisamente por esa exigencia por la que Cotarelo reclamó al sector público dar un paso más en la celeridad de sus trámites y la capacidad de dar facilidades a las compañías. «Las empresas asturianas están compitiendo, cada vez más, a nivel internacional. Y competir no es sólo ir a vender tu producto, sino que tu empresa se desarrolle para que sea tan competitiva como las otras. Si vas a cualquier empresa de Alemania, en Holanda, en Francia, son mucho más ágiles. Y el empresario francés, alemán... es como nosotros. Es su administración la que tiene muchísima más rapidez. Nosotros vemos que hay astilleros que reciben ayudas mucho más rápido que nosotros».
En este punto, el responsable de Gondán señaló que en las últimas décadas el mercado laboral ha vivido una gran evolución y ahora son muchas las empresas que se encuentran con dificultades para encontrar a los perfiles que demandan y además en un campo muy competitivo en el que los trabajadores pueden cambiar muy rápido de compañía, por lo que apeló a revalorizar la figura del emprendedor: «Los plazos de la administración son absolutamente incompatibles con cualquier proyecto empresarial. Cualquier empresario se puede encontrar con plazos de uno a tres años para conseguir los permisos. Y eso empresarialmente es el infinito para cualquier empresario, da igual que sea pequeño o que sea grande».