Reclaman la resignificación de Covadonga sin una visión «anticientífica de la historia asturiana»

ASTURIAS

La formación Aína pide derogar la ley de 1987 en la que aprecia retazos franquistas y elaborar un nuevo texto de gestión del Patronato

11 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras la última escalada de declaraciones polémicas del arzobispo de Oviedo, llamando «moritos» a los musulmanes y reclamando «reciprocidad» con «los cristianos que asesinan», la expectativa de alguna nueva andanada de Jesús Sánz Montes en el Día de Asturias era más que real. Sin embargo, lo cierto es que en su sermón en la misa de Covadonga el prelado rebajó mucho el tono y dio uno de los discursos màs conciliadores de su etapa como dirigente de la iglesia asturiana, fuertemente marcada por su invectivas coincidentes con mensajes de la extrema derecha política.

El pasado 8 de septiembre, el presidente del Principado, Adrián Barbón, no acudía por segundo año consecutivo al acto religioso en Covadonga (aunque sí fue a otra misa y lo hizo público) y el arzobispo, a su modo, tendió puentes y pidió «pasar página de tantos incendios de tipo ideológico». La ausencia de Barbón animó un cierto debate político sobre la conveniencia de hacer coincidir el día de la comunidad con una celebración religiosa y también sobre la pertinencia o no de que cargos electos acudan a este tipo de ritos (desde el espectro conservador, el PP cargó contra Barbón y lo acusó de «menospreciar a la Santina».

Pero lo cierto es que Barbón y Sanz Montes, el presidente del Principado y el Arzobispo de Oviedo, comparten màs de una cosa en Covadonga y no pequeña, a ambos les obliga la ley a compartir de forma rotativa la presidencia del patronato que gestiona la Gruta y el Real Sitio, la organización y mantenimiento del lugar. Aunque las bases del patronato fueron ligeramente reformadas en democracia tienen sus orígenes en el franquismo. 

Es así que hay quien ha pedido no sólo revisitar las normas de ese patronato sino también resignificar lo que rodea a Covadonga, un lugar codiciado por la mitología nacionalcatólica y que ha sido instrumentalizado por la extrema derecha española antes ya de la Guerra Civil y también en el presente. Así lo ha reclamado esta semana la formación nacionalista Aína, que apuesta por una modernización de los objetivos del patronato y también una resignificación de Covadonga para que no pueda ser instrumentalizada políticamente.

En los documentos de la creación del Patronato, el año 1952, se habla de «la altísima significación de Covadonga en la Historia de España y en el acervo espiritual de sus decisiones como nación independiente y cristiana es universalmente reconocida, ya que Covadonga representa dos grandes cosas: un gran patriotismo, el español, y una gran fe, la fe católica de los españoles. Su valor ecuménico como faro espiritual de proyección incalculable requiere, tanto por la honda significación del contenido y virtualidad de sus tesoros patrióticos y religiosos como por lo material y adjetivo de su marco natural, ser atendido y cuidado con la máxima y preferente atención». 

Con la llegada de la democracia, en el año 1987, se clarifica que sus fines son «procurar el estudio, coordinación y realización de obras, instalaciones y servicios que redunden en el mayor esplendor y efectividad de los valores religiosos, históricos, turisticos y de todo orden en Covadonga» y que la gestión del patronato se repartirá entre el arzobispo y el presidente de la comunidad (durante el franquismo se alternaba con el presidente de la Diputación Provincial).

Desde Aína han criticado que «nun hai espacios de cultura científica y académicamente defendible en Cuadonga. Hai merchandising 'Covadonga, cuna de España'» y reclamaron al Gobierno autonómico que se deroge la ley de 1987 y se elabore un nuevo texto «que regule un llugar de Cuadonga al altor de la importancia histórica que tien pal país y les y los asturianos». Así mismo exigieron que se abandone la visiçpon del covadonguismo «d'integrismu y d'una visión anticientífica de la historia asturiana».