Contracrónica: El lobo debe afilar los dientes

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Aarón Ñíguez se lamenta tras una ocasión
Aarón Ñíguez se lamenta tras una ocasión LFP

Al Oviedo le volvió a costar rondar el área rival

26 feb 2018 . Actualizado a las 12:49 h.

El equipo construido por Juan Antonio Anquela ha sido, sin ninguna duda, uno de los más reconocibles y competitivos de lo que va de temporada en Segunda División. Tener una idea y ejecutarla correctamente. Eso que parece tan simple y que a la vez es lo más difícil del fútbol, es lo que consiguió hacer el Real Oviedo desde finales de noviembre, cuando el técnico andaluz apostó por el esquema de tres centrales y dos carrileros.

En dicho esquema, la presión intensa, las constantes ayudas y el repliegue rápido eran tres cosas innegociables. Luego, en ataque, la responsabilidad recaía en Saúl Berjón y Aarón Ñíguez. La creatividad y la libertad con la que estos dos jugadores se movían por el campo eran un arma difícil de frenar por casi todos los rivales. Esto, unido a las subidas de ambos carrileros y al buen momento de Linares, hacían del Oviedo un conjunto rocoso en defensa e imprevisible en ataque.

Pero la temporada va avanzando y los equipos evolucionan. Los entrenadores comienzan a saber cómo limitar los recursos del rival y, unido al lógico bajón en el rendimiento de alguno de los jugadores azules, hacen que el Oviedo pase por un pequeño bache de juego. Porque es el de juego y no el de resultados el bache que verdaderamente puede quitarle el sueño a Juan Antonio Anquela. El técnico azul debe buscar una forma de volver a dotar de frescura el ataque de los carbayones. 

Todos los ojos apuntan a Fabbrini. El italiano ya va cogiendo ritmo de competición y el oviedismo ve en el mediapunta italiano a una especie de salvador que por si solo puede curar los males del equipo. El de San Giuliano puede ser un recurso importante, sin ninguna duda, pero el problema es más estructural que individual. Encontrar el modo de afilar de nuevo los dientes a sus lobos es el gran reto que tiene por delante Anquela. Y está capacitado para afrontarlo.