Contracrónica: Alerta roja

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Anquela Luis Mario Milla Alvendiz Real Oviedo Barcelona B Carlos Tartiere.Anquela es expulsado por el colegiado Milla Alvendiz
Anquela es expulsado por el colegiado Milla Alvendiz Real Oviedo

La expulsiones marcan las últimas jornadas del Real Oviedo

03 mar 2018 . Actualizado a las 12:09 h.

A nadie se le escapa que últimamente los arbitrajes están siendo protagonistas en los partidos del Real Oviedo. Vaya por delante que no es ni la única ni tampoco la principal razón para que los azules acumulen cuatro partidos sin ganar, pero desde luego ayuda. 

Quizá el hecho más sorprendente sea el de las rojas. En las 25 primeras jornadas de campeonato, los azules habían sufrido 2 expulsiones. En los últimos 4 partidos, han sido 3 las sufridas. Como poco, curioso. 

La casualidad, por así decirlo, ha querido que durante 5 meses, solamente Carlos Hernández, por una doble amarilla, y Yeboah, por una roja directa, hayan dejado en inferioridad numérica a su equipo. 

Sin embargo, esa tónica cambió a raíz de la injusta expulsión de Rocha en el Ramón de Carranza que se agravó con una redacción del acta interesada por parte del colegiado Pulido Santana para cubrir sus propios errores. 

En La Romareda fue Saúl Berjón el que vio dos de las tres amarillas de su equipo, mientras que ayer fue Anquela el que tuvo que marcharse a los vestuarios tras decirle al cuarto árbitro: «Cuarto, eso no ha sido falta». Es cierto que el preparador oviedista gesticula y bracea, gestos que fueron demasiado ostensibles para el colegiado. Los árbitros no permiten protestas airadas que hagan que el público se les «eche encima». Se bastan ellos solitos. 

Anquela ya se quejó en Cádiz y ayer volvió a hacerlo en rueda de prensa. Quizá sea momento de que el Real Oviedo haga oficial ese malestar de manera formal al Comité Técnico de Árbitros. No se trata de patalear, ni parecido. Sino más bien expresar disconformidad por los últimos arbitrajes recibidos. El Alavés lo hizo hace unas pocas jornadas. Quizá sea mejor eso que no tener que aguantar otro cuarto árbitro con ansias de protagonismo.