Pompei: «En Oviedo jugué y transpiré la camiseta, entregué todo lo que tenía»

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Pompei Peña Azul Olivares Real Oviedo.Pompei, en el centro, durante su visita a la Peña Azul Olivares
Pompei, en el centro, durante su visita a la Peña Azul Olivares Peña Azul Olivares

El argentino charló con Azul Carbayón sobre su pasado, presente y futuro

22 may 2018 . Actualizado a las 12:47 h.

Roberto ‘Tito’ Pompei fue un futbolista que caló hondo en el oviedismo en los tres años que defendió la camiseta azul. O quizá fue el «bichito azul», como él dice, el que le picó fuerte. Lo cierto es que el recibimiento de los últimos días ha supuesto la confirmación de un amor recíproco. Hombre franco, sincero, de los que miran a los ojos al hablar, ofreció todos sus mejores recuerdos de su paso por la capital asturiana.

-¿Cómo han sido los primeros días tras tu regreso?

-Increíble, muy emocionante porque a través de María de la Peña Olivares y José Cueto, un amigo, me va recibiendo gente. Me sorprende. Me viene gente con fotografías. Hoy me llega uno con una del día que llegué a Oviedo, un mozo de La Gruta y nos sacamos una foto y hoy nos volvimos a sacar otra 21 años después.

La gente me agradece y yo siempre lo digo, soy yo el que tiene que estar agradecido. Es muy difícil que un jugador que no haya salido de la cantera del club, que no haya salido campeón, que esté tres años en el club y, después de 17 años, reciba este tipo de cariño… Me llena de orgullo. Estoy siendo muy feliz en la ciudad.

-Ni Oviedo ni el oviedismo te olvidan…

-Debe tener que ver que en estos 17 años no me cansé de hablar del Oviedo, de lo bien que la pasé, de los compañeros, del club… Ellos saben que es recíproco. Tenía que venir y quiero ver a todos los amigos de aquella época y estamos cumpliendo de a poco. De casualidad me encontré en el club con César. Fui a cenar y vi a Iván Ania, vi a Víctor en el palco… Hoy (por ayer) estuve almorzando con Vili y Eugenio Prieto. Quedé con Esteban… Intentaré verlos a todos. Me hicieron una estadía muy feliz y hermosa, los que metieron algo en mí y me dejaron azul.

«La gente me agradece y yo siempre lo digo, soy yo el que tiene que estar agradecido»

-Tras el fútbol, pasaste a los banquillos. Aventuras en Bolivia, Perú, Paraguay...

-Estoy sin trabajo, sin club. Vine un poco a hablar con dirigentes por si me interesaba llevar un filial. Tengo cinco años de entrenador en distintos países. Entrenar me apasiona tanto como jugar. Hice todas las categorías menores de Boca, en su reserva que es como el Oviedo B y también en el primer equipo.

-Boca, Vélez y Real Oviedo. ¿Fueron los que más te marcaron en tu carrera?

-El equipo más importante de mi carrera, siempre nombro al Talleres de Escalada. Me fui cedido allí y tuve que demostrar que podía volver a Vélez. Tuve un gran año y siempre digo que fue el más importante por lo que me dio.

Después, creo que el Oviedo fue el único equipo que traspasó al jugador. Es una ciudad en la que firmaría a venir a terminar mis días. Digo que traspasó porque es un lugar en el que me quedaría a vivir manejando un taxi o siendo técnico. Oviedo no tiene que ver solo con lo profesional. Aquí no salí campeón, no fuimos a la UEFA. En Oviedo jugué y transpiré la camiseta, entregué todo lo que tenía y, a lo mejor, a la gente le llegó. Hoy me reciben como persona, no como jugador.

-Llegaste a Oviedo desde Boca y antes, en Vélez, campeón de la Libertadores ante el Sao Paolo y de la Intercontinental ante el Milan.

-A Vélez llegué como un niño de 5 años y me vendieron como un hombre de 25, casado y con un hijo. Me dieron toda la base que un jugador y una persona debe tener. Es mi casa. Me crie ahí.

 «Oviedo es una ciudad en la que firmaría a venir a terminar mis días»

-¿Cuál fue tu primera impresión de Oviedo y del Real Oviedo?

-Mi primera impresión fue venir en el avión con un sol terrible desde Madrid y, en un momento, meterme en una nube. La persona que me acompañaba me dijo: ‘Llegamos’. O el tiempo se alió conmigo en tres años o, la verdad, que no pasó nada que no fuese normal para poder recorrer estos caminos y ver una Asturias verde. No hay otro lugar que tenga este encanto y necesita un poco de agua y un poco de sol.

La impresión al llegar al Tartiere era amoldarme. Debuté en un amistoso contra el América de Cali y metí un gol. Se me ocurrió saludar haciendo una reverencia. Al debutar en liga en el primer partido metí otro gol y, en mi segunda fecha, metí dos más. Ahí tuve que aclarar que no era goleador, que me iban a meter en un lío. Ese año metí 9. Terminé goleador con Dely y Juan. Eran muchos para mí.

Cuando decidí hacer la reverencia era como saludo. Después era ir a la grada y, antes de que yo la hiciera, la hacían todos juntos. Pasó contra el Barcelona que meto el gol de penalti en el 97… Hoy, cuando entré en la peña, me recibieron con ese saludo. Me hubiese encantado en el partido del sábado (contra el Sevilla Atlético) hacerlo desde la mitad de la cancha. Sé que no se puede por la Liga. Era una forma de agradecer al hincha del Oviedo.

«Me hubiese encantado en el partido del sábado hacer la reverencia desde la mitad de la cancha»

-¿Cómo ves al Oviedo este año?

-Mi problema es que analizo con un ojo como hincha y quiero que suba a Primera. Con el otro ojo analizo desde adentro como entrenador. Siempre digo lo mismo: ‘Quiero un Oviedo que suba a Primera y que no baje más’. Para eso había que reconstruir. Se está haciendo una tarea importante y se nota que el equipo es otra cosa. El equipo y la institución están ordenados. Hay que subir fuertes.

Pompei Real Oviedo.Pompei posa junto a la Peña Otero en su visita a Oviedo de 2018
Pompei posa junto a la Peña Otero en su visita a Oviedo de 2018 Jose Cuetos Gonzalez