Pompei repasa algunos nombres propios de su etapa en el club azul
22 may 2018 . Actualizado a las 12:44 h.Durante su estancia en la capital asturiana y en el Real Oviedo, Tito Pompei compartió vestuario con algunos nombres propios que marcaron la última época de los azules en Primera División. El zurdo nos desgrana algunos detalles de ellos.
Sus entrenadores
-Óscar Washington Tabárez
-Un técnico que no conocía. Un tipo respetuoso, me pidió venir aquí y tengo que estar agradecido toda la vida. A día de hoy es uno de los mejores técnicos del mundo. Fue un aprendizaje enorme y un placer. La primera vuelta terminamos en UEFA y la segunda, en promoción.
-Fernando Vázquez
-Justo me habían vendido al Olympique de Marsella. Viajamos con la gente del club y no se hizo. Volví y me encontré con un entrenador que trabajaba de una forma desconocida. No hacíamos fútbol 11 contra 11, no nos concentrábamos y los domingos nadie sabía quién jugaba hasta llegar al vestuario.
Siempre me gustó aprender, me di cuenta que lo que hacía era tener a 30 chavales con el cuchillo entre los dientes toda la semana. Empecé sin jugar porque me había ido, pero terminé jugando todos los partidos.
-Luís Aragonés
-Con Luís jugué todo. El único que no jugué fue porque íbamos a Coruña y me dijo que no viajaba porque ‘la temporada la salvábamos en casa y voy a decir que salimos a ganar en La Coruña, pero vamos a perder. ¿Para qué arriesgar?’.
Un tipo que me enseñó muchas cosas. Junto con Bianchi, de los más simples en el mensaje. Lo respeto y creo que es el padre de esta España. Ese fue Luís. Siempre digo que es el español más argentino que conocí. Me tiraba alguna frase argentina. Un tipo encantador. Te daba y te machaba con frases que parecía que te estaba acariciando. Luís te podía alabar o poner en vereda con la misma cara y el mismo tono.
«Luís Aragonés es el español más argentino que conocí»
Nombres destacados en el vestuario
-Esteban
-A Esteban lo vi debutar. Un chico que empezó a atajar con nosotros. Con él siempre practicaba faltas. Nos quedábamos después de los entrenos. Eran momentos en los que el jugador de fútbol no tenía tanto apuro por encender el celular, marchar a casa y correr con el auto. Terminaban los entrenamientos y nos podíamos quedar hasta que El Chispa (Donato, antiguo utillero del Real Oviedo) salía puteado y decía que se quería ir a comer. Hace poco armé un seleccionado e hice algo distinto con compañeros, ídolos y jugadores a los que dirigí. Sin duda, el arquero era Esteban.
-Paulo Bento
-Un tipo con el que me he reído… Creo que un jugador puede divertirse en un entrenamiento y trabajar. Con Paulo disfruté tres años. Nuestros hijos fueron compañeros en el colegio. No hablo como jugador y como técnico porque es conocida su calidad. Hablo del tipo que tuve como compañero. Era muy fácil jugar con él.
«Dubovsky, como Riquelme, hacía jugar a los demás. Un zurdo de lujo»
-Dubovsky
-Con Peter se te mezclan las cosas. Una zurda enorme y enseguida te quedas con la sensación de haberlo perdido muy pronto. Era un zurdo de lujo. Iván Ania me pasó una foto que estábamos festejando un gol al Barcelona los tres. Es difícil encontrar un equipo que juegue con tres zurdos. Nos encantaba.
Todo el mundo dice que Román Riquelme es lento. Pero no. Es la persona más rápida del fútbol argentino. Si hay alguien que corre más que la pelota, como entrenador, no me gusta. A mí dame los rápidos de cabeza. Román o Peter hacían jugar a los demás.
-Iván Ania
-Tenía características distintas a las mías. Yo era lanzador e Iván era más regateador, era más rápido en la salida. Fue un placer jugar con él.
-Dely Valdés
-Si podemos ver todos los partidos de nuevo, no creo que haya menos de 30 asistencias a Dely. Era muy fácil. Me pasó con ‘El Tecla’ Farías. Sabía dónde estaban cuando bajaba la cabeza y ellos sabían dónde se la iba a tirar. Lo único que tenía que hacer es que la bola pasara al defensor.
«Con Esteban practicaba faltas hasta que El Chispa salía puteado y decía que se quería ir a comer»
Sus goles con la camiseta azul
-Anotaste frente a Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia...
-Al Barcelona le metí dos de local. Al Madrid le metí en el Bernabéu para un 2-2, un punto importante. El de Valencia fue un gol hermoso de falta a Cañizares. En Sevilla ganamos con una situación particular.
Pero me quedo con el de Mérida, el primero. Es el gol que, cada vez que alguien me escribe, me manda el link y me dice: ‘Yo vi este zurdazo’. Con el América de Cali había metido un gol muy parecido, pero ese fue la presentación.
