Doce minutos de dignidad

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Aficionados del Real Oviedo durante la protesta
Aficionados del Real Oviedo durante la protesta La Voz de Asturias

Así se vivió la protesta realizada por directivos y aficionados del Real Oviedo durante el encuentro ante el Deportivo

01 abr 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

El pitido inicial del colegiado César Soto Grado sirvió para dar comienzo a dos partidos: uno se jugaba dentro del Carlos Tartiere y el otro en sus inmediaciones. Tras una jornada en la que la capital del Principado vivió un gran ambiente de fútbol, la afición del Real Oviedo libró la primera batalla de una guerra que se prevé larga y dura.

Dentro del estadio, el ambiente no podía ser más extraño. La mitad del Fondo Norte completamente vacío, las tribunas en economía de guerra y un sector visitante que se quedaba pequeño para la afición del Deportivo. El ímpetu del que se desplaza acompañando a su equipo es muy difícil de frenar, pero sí que es verdad que las gargantas de los deportivistas no funcionaron al 100% durante los 12 primeros minutos.

A 120 segundos de que finalizara la protesta, Saúl Berjón y Yoel Bárcenas quisieron dar un regalo de bienvenida a su afición poniendo el 1-0 en el marcador. Como ya sucedió en el duelo ante el Mallorca de la primera vuelta, el Real Oviedo recibía a su gente con un tanto.

Llegó el momento esperado y más de 8.000 oviedistas (según los datos que arrojaron los tornos) entraron al Carlos Tartiere acompañados de una ovación del resto del estadio, sector visitante incluido. La afición del Dépor desplegó una pancarta con el lema 'Respeto para los aficionados' y el municipal ovetense entonó, más alto y claro que nunca, ese 'Tebas vete ya' que poco a poco se va colando en muchos estadios españoles.

No se dejó de cantar en las puertas del estadio, por cierto. La huella dactilar no entiende de protestas y a los abonados del Fondo Norte 1926 les tocó esperar más tiempo que a los demás. No fue hasta el minuto 30, más o menos, cuando dicho sector del campo presentó por fin su aspecto habitual, justo a tiempo de despedir con aplausos a los jugadores de Anquela.

El segundo tiempo transcurrió sin novedades. Tras el empate de Quique y el amago de remontada, equipo y afición se levantaron y, poco a poco, el campo se fue inclinando hacia la portería de Dani Giménez. El Real Oviedo no sumó tres puntos que le habrían dejado a tiro de playoff, pero pocas dudas de que lo que se consiguió en la tarde de ayer va más allá de clasificaciones. Esto sigue.