Antídoto Egea

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Sergio Egea, el día de su despedida del Real Oviedo en marzo de 2016
Sergio Egea, el día de su despedida del Real Oviedo en marzo de 2016

El Real Oviedo, tras la salida de Anquela, recurre a un ídolo reciente del oviedismo para intentar dar un vuelco a la marcha del equipo

23 abr 2019 . Actualizado a las 17:16 h.

Seguramente, la salida de Juan Antonio Anquela no se entendería si su sustituto no fuese Sergio Egea, último gran ídolo del oviedismo. El artífice desde el banquillo del regreso del Real Oviedo al fútbol profesional vuelve a ponerse al frente de la nave azul más de tres años después de su polémica salida. Si en el verano de 2014 llegó al club carbayón para liderar un proyecto ilusionante, ahora lo hace como antídoto en una situación límite. 

En la primera gran decisión de Michu como secretario técnico del Real Oviedo, la vuelta del argentino tiene un aroma más mexicano que ovetense. Egea es un hombre de Carso y Arturo Elías siempre le ha tenido mucho aprecio, así que el ascenso de Javi Rozada, algo que podía parecer lo más lógico en cualquier otro club, no parecía posible. Esto, unido a unas fechas que imposibilitan sobremanera el comienzo de un nuevo proyecto, convierten en comprensible la decisión del Consejo azul.

A siete partidos para el final de la temporada, parece imposible implantar nada revolucionario sobre el verde. No hay tiempo. Una figura con carisma, respaldada por la afición y de soluciones simples para afrontar el reto de recortar los cinco puntos con los puestos de playoff. Eso es Sergio Egea, siempre recordado por su mítico «Entrenen, jueguen, compitan y cállense la boca».

El argentino se encontrará a un grupo que no conoce (solo Toché y Diegui, al que hizo debutar con el primer equipo, sobreviven de su anterior etapa) en una categoría de la que lleva casi tres años desenganchado. No es tiempo de análisis sesudos o giros de 360º en la forma de trabajar. Cada semana, en El Requexón, Egea afrontará una mini temporada de siete días que culminará con el partido del fin de semana. No existe el largo plazo.

Levantar a un grupo que en estos momentos está herido, tanto por los últimos resultados como por la marcha de un Juan Antonio Anquela siempre defendido en el vestuario carbayón, es la primera gran tarea del técnico argentino. No parece sencilla, pero las situación es la que es. Tras su rocambolesca salida en marzo de 2016, el Real Oviedo le debía una revancha a Sergio Egea. Y el de Necochea no ha dudado.