Rozada no descarta hacer algún cambio obligado ante el Cádiz por culpa de las molestias físicas en varios de sus futbolistas
13 dic 2019 . Actualizado a las 19:31 h.«Hay gente que está entrenando algo tocada y si hay algún cambio será por eso». Lo dijo con la boca pequeña, pero lo dijo. Tras una semana algo accidentada en El Requexón, Javi Rozada no aseguró en la sala de prensa de El Requexón que el once que consiguió doblegar a Rayo y Alcorcón vaya a ser el mismo que comience el encuentro del domingo ante el Cádiz (Carlos Tartiere, 16:00 horas).
Borja Sánchez, Juanjo Nieto y Marco Sangalli son los tres nombres apuntados en rojo. El primero no entrenó ni el martes ni el miércoles debido a una gastroenteritis. Nieto, que sufrió un golpe el martes y se perdió la sesión del miércoles, volvió a entrenar el jueves. Mientras que Sangalli, por culpa de unas molestias musculares, no estuvo tampoco el miércoles. Aquí están las posibles dudas de Rozada.
En la recámara esperan futbolistas como Lucas Ahijado, Omar Ramos o Lolo González. El primero, incluso, podría cubrir dos demarcaciones. Además del lateral, el ovetense tiene opciones de actuar como extremo. Hace dos semanas, antes de recibir al Rayo, Rozada ya dijo que Lucas podria actuar más adelantado y así aprovechar su agresividad en la presión y su velocidad al espacio.
Por su parte, Omar Ramos y Lolo dependerían de la variante en el esquema que pudiese introducir el técnico azul. Si refuerza el centro del campo ante una posible baja de Borja o Sangalli, entraría el gaditano. Si no toca el dibujo y continua con lo mismo, sería el tinerfeño el gran beneficiado. Aunque la idea principal sea que el Real Oviedo repita once por tercera jornada consecutiva, Rozada tiene un plan B. «Alguno puede entrar y total confianza, será un once tan bueno o más que el otro», advirtió.
