Mosquera: «Mirar la tabla te estresa y te encoge las piernas»

Pablo Fernández

AZUL CARBAYÓN

Manuel Mosquera, durante el Real Oviedo-Extremadura del partido de ida
Manuel Mosquera, durante el Real Oviedo-Extremadura del partido de ida LFP

La Voz de Asturias entrevista al técnico del Extremadura, próximo rival del Real Oviedo

05 mar 2020 . Actualizado a las 11:41 h.

Manuel Alfredo Mosquera Bastida (Oleiros, A Coruña; 1968), técnico del Extremadura UD, sabe de qué va esto de luchar por la permanencia. El curso pasado fue el tercer técnico del conjunto de Almendralejo, llegó en marzo con el equipo en descenso y a cuatro puntos de la salvación. Tras sumar 9 victorias y 3 empates en 15 partidos, le sobraron jornadas para lograr el objetivo. Ahora, en una situación similar, recibe el sábado al Real Oviedo (Francisco de la Hera, 16:0 horas) en un encuentro que puede marcar una temporada. 

-Pregunta: ¿Cómo llega el Extremadura al partido del sábado?

-Respuesta: Llegamos muy bien. Realmente nosotros somos muy regulares en el aspecto mental y en lo que hacemos en el campo. Es verdad que no tenemos todos los puntos que quisiéramos, pero estamos satisfechos con lo que hacemos. Llegamos bien al partido del sábado, en el buen camino a pesar de ciertos resultados.

-Da la sensación de que el Extremadura sabe convivir con su posición en la tabla.

-A nadie le gusta estar abajo, está claro, pero sí entiendo la pregunta. Nos encontramos en un terreno en el que no nos sobrepasa nada, no tenemos una presión excesiva y somos coherentes en lo que necesitamos y en cómo lo hacemos. No elegimos esta situación, pero nos encontramos bien, la fuerza mental que tenemos es muy grande y eso es fundamental.

-El Extremadura es el único de los ocho últimos clasificados que no ha cambiado de técnico. 

-Teniendo en cuenta como es esta profesión llama la atención, sí. Como entrenador, mis cuatro pilares básicos son el cuerpo técnico, los jugadores, la afición y el club. Todo lo que hacemos, lo hacemos juntos. Luego está la confianza en mi persona. Todo esto ha potenciado al equipo y en el día a día regamos estas relaciones.

-¿Le sorprendió la confianza?

-Soy una persona que confía en el trabajo que llevamos a cabo. Luego lo que vemos en el campo, desde mi punto de vista, avala dicho trabajo. No me sorprende por eso, pero sí resultaría natural o normal que en algún tramo de la temporada el club pudiese pensar en mi recambio. Cómo no lo voy a pensar. Lo aceptaría perfectamente. Pero no me sorprendió que no lo hiciesen por esto que te digo, por el trabajo que realizamos a diario.

-Pasando al juego, ¿qué impacto ha supuesto Álex Alegría en el equipo?

-El impacto ha sido total. Lo primero porque es un jugador de un nivel altísimo, de Primera División. Lo conocía, pero cuando lo tienes en el día a día impresiona todavía más. Ha sido un trabajo mutuo. Él ha visto qué tipo de fútbol hacemos y se puso manos a la obra, pero nosotros también hemos intentado que se integrase rápido. El objetivo era similar para ambas partes y nos ha venido como anillo al dedo.

-Cuatro goles en seis partidos. 

-El impacto total es ese, cuando marca los goles. No podemos engañarnos, los equipos redondean sus actuaciones cuando tienen gol. Álex nos da muchísimo sin marcar, pero los tantos que ha marcado son fundamentales para nosotros.

-¿Cómo ve al Oviedo?

-Al Oviedo lo considero un equipo con un orgullo tremendo, con casta y con muy buenos futbolistas. Nunca valoro a los equipos por su posición en la tabla, los valoro por su nivel futbolístico. Y el Oviedo tiene nivel en todos los sentidos. Además, en su campo sacan el escudo histórico y eso les da para ganar partidos.

-En la ida les tocó el primer partido de Rozada, ahora el tercero de Ziganda. ¿Les condiciona esta situación?

-Ziganda lleva dos partidos y tres semanas de trabajo, está en una etapa de pleno desarrollo. Cuando un entrenador llega a un equipo, en los primeros días deja todo un poco como estaba. Según van pasando los días va incluyendo sus propias cosas. No sé si el sábado veremos algo diferente a lo de las últimas semanas.

-¿Cómo es llegar a un equipo que ya ha tenido dos técnicos? A usted le pasó el curso pasado.

-Evidentemente, si eres el tercer entrenador es que las cosas no han ido bien. El trabajo anterior pudo ser bueno, pero las cosas no salieron. Lo primero que hicimos nosotros fue evaluar el equipo en todos los sentidos: qué están haciendo, cómo están anímicamente, qué vestuario hay…

Mientras haces eso vas compitiendo, porque no hay casi tiempo y los fines de semana tienes que jugar. Intentar sacar buenos resultados que refuercen la gestión y, poco a poco, ir cambiando cosas que crees que el equipo necesita. Lo importante es que los resultados te vayan dando argumentos para reforzar tu propuesta.

.¿Qué se prioriza? ¿Qué mensaje hay que dar?

-Lo más importante es quitar presión a los jugadores. En esas situaciones la plantilla carga en sus espaldas con demasiados resultados negativos y hay que liberarlos. Luego hay que gestionar el aspecto mental a través del juego, potenciar cosas en lo que destacan tus jugadores. Si ellos se ven reflejados en eso que buscas, van a ser mejores.

Esto parece muy fácil de decir, pero luego te llegaba el partido del fin de semana y tenías que sacar puntos. Perdimos partidos, pero fueron saliendo cosas y poco a poco poníamos piedras para el camino. Crecimos en las derrotas y luego conseguimos victorias clave. Del descenso se sale con esfuerzo y sacrificio, no con magia. No existe una varita.

-¿Qué rol tuvo Lolo González en el Extremadura del curso pasado?

-Pues tuvo un impacto similar al que tuvo Álex Alegría ahora. A Lolo lo conocía del Vetusta, es el equilibrio perfecto. Muchos pueden creer que no tiene control de juego, pero lo tiene. Posee un interior del pie que rara vez falla. Tiene una personalidad de hierro. El año pasado tuvimos un penalti ante el Almería y lo pidió. Nadie fue a quitarle el balón. Y lo marcó.

Luego en el vestuario es un encanto de chaval, cuando no jugaba era igual de fenómeno. Juntamos un montón de buenos futbolistas y buena gente, y Lolo fue clave. Como a todos los futbolistas, hay que cuidarlo para que dé su mejor nivel.

-Aquel Extremadura consiguió cinco victorias consecutivas entre abril y mayo. La gran racha del Deportivo, por ejemplo, llegó en enero y febrero. ¿Es importante el momento?

-Puede ser. Evidentemente, el Deportivo necesitaba esas victorias seguidas para llegar a una realidad de salvación. Eso lo consiguió, pero todos sabíamos que la racha acabaría. Porque es lo normal. Ganar ocho seguidos no lo logran ni los que están en ascenso directo. Dicho esto, hagas lo que hagas hay que seguir sumando puntos hasta que no queden casi partidos y las cuentas no den. Pero hasta entonces, de poco vale ganar un partido el fin de semana si pierdes al siguiente.

-Convivir con los malos resultados.

-Nosotros hicimos un gran partido en Huesca la semana pasada. Con ese punto que es buenísimo, bajamos un puesto en la clasificación porque el Oviedo ganó. No nos importa, porque seguimos con nuestro camino y el trabajo es bueno. Ahora no importa para nada la tabla, si la miras te estresas y se te encogen las piernas.

-¿Lo del sábado es una final?

Lo del sábado es muy importante, pero no pensamos que es una final. Solo pensamos en ello, pero si no se gana pues buscaremos ganar en Elche.

-¿Cuándo se puede hablar de finales entonces?

-Cuando si no haces x puntos no llegas al objetivo. O cuando te juegas todo en la última jornada y a la semana siguiente no hay partido. Me resisto a llamar final a todo lo que no sea eso. ¿Por qué? Porque no hay un abismo después. Lo del sábado es fundamental, no le voy a quitar trascendencia, pero después de ese partido hay otros once. Qué más me va a dar a mí ganar al Oviedo si perdemos los tres siguientes. 

-¿Cómo ve al Oviedo en la lucha por la permanencia? ¿Le puede beneficiar llevar muchas jornadas abajo?

-No soy adivino, pero es evidente que el estar tanto tiempo abajo les ha hecho callo. Eso te ayuda a estar en situaciones extremas. No sé qué objetivos tenían a principios de temproada, pero creo que les favorecerá, sí. Lo único que sé es que son un gran equipo, capaz de ganar a cualquier rival.

Siempre pienso que, en equipos como el Oviedo o el Dépor, históricos de Primera División, el escudo les saca de muchos problemas. Es un escudo con peso. A los jugadores a veces les puede pasar factura, pero muchas veces les saca a flote.

-¿Cuántos equipos están inmersos en la lucha por la permanencia?

-Me hace gracia la pregunta porque ya tengo experiencia en el tema. Cuando llegue al Extremadura el año pasado, me preguntaban si iba a ser un mano a mano entre el Lugo y nosotros. Dije que si eso lo pensaba mucha gente nos beneficiaba, porque hay equipos que estaban metidos y no lo sabían. Al final nos salvamos los dos equipos.

Pienso que ahora mismo hay muchos más de siete equipos metidos en la pelea, lo que pasa es que algunos no lo saben. Y los puntos son difíciles de sacar. Casi todos ya tenemos más de 30 puntos, y todos pensamos que nos vamos a salvar. A ver quién te dice que no se salva teniendo 31, 32, 33 o 34 puntos. No me creo que solo nos juguemos el descenso cinco equipos. Es más, si alguien quiere descartar al Racing (25) que lo descarte, yo no.

-¿El fútbol se simplifica cuando se lucha por la permanencia?

-Depende de las ideas del técnico y de la personalidad de los jugadores. No creo que uno simplifique su plan para ganar partidos si no lo cree conveniente. Si un equipo salía jugando desde atrás y eso le perjudicaba porque no tenía los jugadores para hacerlo, puedo entender que el técnico lo cambie. Pero si a tus jugadores le viene bien eso y pueden hacerlo, ¿por qué no?

De todas formas, cada uno tiene su librillo. Si lo que propones viene bien a tus jugadores y ellos creen en ello, todo estilo de juego es bueno en cualquier situación. También en la lucha por la permanencia. Pero hay que hacerlo y creer.

-Pregunta obligada. ¿Qué le está pareciendo el VAR?

-Es una herramienta muy buena, para mí tiene que seguir y es importante que entre todos podamos desarrollarla. Es clave que entrenadores y jugadores podamos ayudar en su mejora. Tengo la sensación de que a veces piensan que estamos todos en contra, yo desde luego no. Creo que es maravillosa tenerla.

-¿En qué lo mejoraría?

-Como dije cuando en Oviedo nos anularon un gol totalmente válido, el VAR hay que utilizarlo bien. Creo que, por ejemplo, el VAR no debería meterse a tirar líneas de fuera de juego y a decidir qué es y qué no es por milímetros. Los jueces de línea son muy buenos, me vale con su trabajo. Nos tendría que llegar con eso. Ahora está pasando que los líneas están dejando de hacer porque al final todo se decide en milímetros. Su trabajo sería más valorado si esas acciones se las dejan a ellos.

-¿El VAR está cambiando el juego? ¿Cómo se imagina las últimas jornadas?

-No creo que el VAR vaya a ser un problema, más bien una solución. No hay que olvidarse de una cosa, cuando nos jugamos todos tantas cosas la polémica siempre va a estar ahí. Hay que adaptarse a las nuevas normas, por ejemplo, con el tema de las manos. Desde que está el VAR se pitan manos que antes no eran infracción y ahora sí.

Lo intentamos trabajar por semana para que el defensor tenga la mano en posición natural y muy pegada al cuerpo, pero es que un defensor no puede estar así todo el rato. Es algo imposible de aplicar en un partido porque las jugadas nunca son iguales. Pero han dicho que esas manos son penalti y hay que acatarlo, no hay más.