Obeng celebra el 0-1 ante la Ponferradina Real Oviedo
El conjunto carbayón saca tres puntos vitales de El Toralín en un partido en el que supo sobrevivir primero y después, gracias a Obeng y Borja Sánchez, ganarlo
Tenía que ser así. El Real Oviedo rompió la racha de seis partidos sin triunfo y lo hizo ganando en un campo maldito como El Toralín y ante una Ponferradina que, en varias fases del encuentro, dominó con mano de hierro a los oviedistas. El equipo de José Ángel Ziganda, liderado por Obeng primero y Borja Sánchez después, consiguió amarrar una victoria clave en el futuro del equipo... y del Cuco.
Ejercicio de supervivencia del Real Oviedo
Los cánticos de la afición del Real Oviedo, situada en uno de los fondos de El Toralín, y el dominio de la Ponferradina. Esos fueron los aspectos inamovibles de la primera parte entre la Ponferradina y el conjunto carbayón. El equipo de José Ángel Ziganda, todavía tocado tras el traspiés ante el Burgos, no se pareció a ese Oviedo sólido y agresivo en la presión que había sido en anteriores desplazamientos de la presente temporada.
El Cuco optó por dar entrada, por primera vez este curso, a Arribas y Carlos Isaac en defensa y devolvió al once a Mossa, Viti, Sangalli y Obeng. Desde los primeros compases del partido, la ‘Ponfe' se hizo dueña del ritmo del juego. El centro del campo local, junto a atacantes como Ojeda y Espiau, jugaba con rapidez y se movía con fluidez entre líneas, atrayendo la presión descontrolada de la medular carbayona. ¿El resultado? Costados libres para que Ríos Reina e Iván Rodríguez, los laterales, se pusieran las botas.