Marcelo Flores en el Real Oviedo: expectativa, realidad y posible potencial

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Marcelo Flores regatea a dos rivales en un partido con las categorías inferiores de México
Marcelo Flores regatea a dos rivales en un partido con las categorías inferiores de México Selección de México

Analizamos junto a Memo Navarro, periodista mexicano y scout experto en las categorías inferiores británicas, el juego del nuevo futbolista oviedista

22 jul 2022 . Actualizado a las 09:46 h.

La afición mexicana es una de las más pasionales dentro del mundo del fútbol. Desde los profesionales de la prensa hasta los propios fans, el seguimiento a los jugadores que intentan construir una carrera en Europa es, a veces, excesivo. En el caso de Memo Navarro, su seguimiento viene dado también debido al área que domina: las categorías inferiores inglesas. Periodista y scout mexicano, pocos mejor que él conocen tanto la carrera que, hasta este momento, Marcelo Flores llevaba en el Arsenal. Analizamos con la ayuda de Navarro al flamante nuevo fichaje del Real Oviedo, cuya llegada a la capital podría producirse este fin de semana. ¿Qué puede aportar, cómo lo hará y qué consecuencias podría tener este movimiento en su carrera?

—¿En qué momento comienza a escuchar el nombre de Marcelo Flores?

—A inicios de 2019. Se hablaba de un chico mexicano en las categorías inferiores del Arsenal, pero con esa peculiaridad de su triple nacionalidad canadiense, inglesa y mexicana. Y, normalmente, ese tipo de jugadores no se acaban decantando por representar a México. A pesar de que yo seguía las categorías inferiores del fútbol inglés, no le daba demasiada importancia a que Marcelo Flores fuese mexicano. Lo tenía algo al margen.

—Y lo ve jugar.

—En en un torneo en Croacia ante Los Ángeles Galaxy, el Dinamo Zagreb y el Red Bull Salzburgo. Me gustaron cosas que vi de él, pero nada fuera de normal en un torneo de esa categoría sub-16. Ese fue el primer vistazo futbolístico.

—¿Cuál fue el origen de este ‘boom’ por Marcelo?

—Cuando más se empieza a hablar de Marcelo Flores es a finales de 2020 e inicios de 2021, ahí comienza a tener muy buenas cifras en el sub-18 del Arsenal. Todas esas cuentas en redes sociales dedicadas a hablar de mexicanos jugando en el fútbol europeo le empezaron a dar difusión poco a poco, hasta que el futbolista ya dominaba la categoría en la que jugaba. Esas grandes cifras, para mí, también se deben a que Marcelo tenía prácticamente 18 años y todavía jugaba en esa categoría sub-18, pero ante rivales de 16 o 17 años. Se le quedaba demasiado pequeña y su propio padre me llegó a decir que él ya estaba harto de jugar en esa categoría.

—Los fans mexicanos se desataron.

—En ese momento ya estaban prendados y lo empezaron a pedir para la selección. El día que debutó con la absoluta, en un partido en Estados Unidos ante Chile, la gente estaba volcada con él, aunque todavía era un casi desconocido. En enero de 2022 da el salto al filial del Arsenal y ya revienta todo al otro lado del océano.

—Primero se tuvo que decidir por México.

—Canadá le prometía llevarlo al Mundial si decidía jugar con ellos. México no le ofrecía ninguna garantía, pero sí seguir dándole seguimiento. En una entrevista, hubo un problema de comunicación y Marcelo dio a entender que jugaría con quien le llevaría al Mundial y le criticaron bastante en México. Días después, como ya hacen las grandes estrellas, sacó un comunicado y anunció su decisión de jugar con la tricolor.

—¿Tiene opciones reales de ir al Mundial de Qatar?

—Sus posibilidades son altas tras los partidos de Nations League que jugó hace unos meses con México. Los rivales no eran muy allá, pero dejó buenas sensaciones y deslumbró. Ya conoce al Tata Martino y ha estado en varias convocatorias, está integrado. Lo único que le falta es jugar en el fútbol profesional y creo que estará considerado. De ahí a tener un rol importante ya es mucho más complicado, pero no sería nada extraño que entre en la lista. Como tenga continuidad en el Oviedo, lo normal es que esté en el Mundial.

—Volvamos al césped. ¿Cómo vio a Marcelo Flores en el filial del Arsenal?

—Desde el principio tuvo un rendimiento acorde, aunque se notase el salto de categoría y ya la superioridad frente a sus rivales no era tan evidente. Es muy pequeño y delgado, pero tiene fuerza y ese punto de gravedad bajo que le permite soportar muchas disputas. Le queda ese último estirón para el máximo nivel, claro.

A nivel futbolístico, le falta un punto de interpretación. Es un jugador que acelera muchísimo el juego, es muy hiperactivo y va ‘a full’ en todas sus acciones. Le cuesta desacelerar y eso, a veces, le hace fallar en la ejecución. Pero es que la evolución ya se está notando: del primer partido en enero ante el Bournemouth al último frente al Leeds United, que se disputó en el Emirates, es otro jugador y maneja mucho mejor sus cualidades, además de involucrarse más en el juego. A finales de la temporada pasada ya apareció con asiduidad en los entrenamientos del primer equipo.

—¿Cuál es su posición ideal?

—El Arsenal jugaba con dos esquemas base: 4-3-3 y 3-4-2-1. En el primero partía desde la izquierda, pero no era un extremo clásico y aparecía mucho por dentro, le daban libertar para ocupar todo el frente de ataque. En el segundo esquema era uno de esos dos mediapuntas, donde recibía mucho entre líneas y a la espalda de la presión rival.

—¿Qué destacaría de su juego?

—Los gestos técnicos, desde el control hasta los perfiles, los domina. Se nota que ha tenido una buena formación en el Arsenal. Es capaz de generar ventajas con muy poco y es muy hábil en espacios reducidos, algo que no se ve tanto en el fútbol mexicano. Al ser tan pequeño y tener un centro de gravedad tan bajo, en pocos metros sale de cualquier zona ocupada a través de una pared, un giro o un regate. Eso es clave, porque los futbolistas que más se cotizan son los que pueden generar grietas en bloques bien organizados. Y eso lo tiene.

Una de sus jugadas predilectas, incluso a veces abusa de ella, es recibir de espaldas mientras utiliza como punto de apoyo el cuerpo del rival para girar después. Gira de forma rapidísima y hacia cualquier lado para salir en conducción, le encanta superar adversarios de esa forma. El otro punto que yo siempre resalto de él es la energía que tiene, esa hiperactividad bien entendida.

—¿También en lo defensivo?

—Así es. No es solo es que con balón lo intenta una y otra vez, la pide y se ofrece, también sin balón es un elemento muy útil a la hora de presionar. El Arsenal sub-23 presionaba bien de forma colectiva y Marcelo era uno de los elementos clave para realizar esa presión. Y al propio futbolista le encanta ir de esa forma tan intensa, como si fuese un niño persiguiendo la pelota.

—Marcelo Flores cerca del área.

—Todavía tiene margen de mejora y puede ser más determinante. Tiene un buen golpeo, le encanta sacarlo tras regate en la frontal del área. Como ya dije, al jugar a un ritmo tan alto a veces le puede costar decidir bien en la última acción. Eso sí, es muy bueno llegando en segunda línea y apareciendo en el momento y en el lugar exacto.

—¿Tiene gol?

—Sí. Lee muy bien las jugadas y consigue cifras de esa forma, más incluso que a partir de las jugadas individuales. Tiene instinto dentro del área y eso le ha permitido hasta marcar goles de cabeza, algo muy complicado para un jugador tan bajito.

—Reúne todas las condiciones para asumir un papel de agitador en segundas partes.

—Ese aspecto anímico es de lo que más interesa ver de Marcelo en España. El salto al fútbol profesional siempre es complicado y supone un reto para cualquiera. Su proceso en el Arsenal es más corto de lo habitual, normalmente los futbolistas tienen un año entero en el filial sub-23 antes de salir cedido y Marcelo lo hará tras 12 partidos con el filial. Será muy interesante ver cómo lo afronta, pero yo creo que esa actitud de ir a todas y de jugar con tanta intensidad le puede venir bien para hacer más llevadero y natural el salto. Dentro del campo, creo que es capaz de cumplir con ese rol de agitador, pero si el entrenador apuesta de inicio por otros futbolistas deberá adaptarse. Y ahí lo más importante será lo anímico.

—La dirección deportiva del Oviedo y Bolo, el técnico, dieron el visto bueno a su fichaje.

—El trabajo realizado por su representante y por su padre para encontrar el destino idóneo para Marcelo ha sido exhaustivo, eso sí lo sé. Así que el interés es mutuo. Creo que no van a ciegas a Oviedo, saben que la situación del equipo, también en lo referente al estilo de juego, les puede venir bien.

—¿Preocupa el periodo de adaptación?

—La temporada de un futbolista siempre es algo gradual, pero a Marcelo también le interesa mucho los primeros cuatro meses porque ahí es donde se va a jugar el billete para el Mundial de Qatar. Por eso va al Real Oviedo, cuando lo normal es que el Arsenal lo hubiese dejado todo el año curtiéndose en el filial. En México dan por hecho que será titular y podría no ser así, espero que esté preparado para ello.

—Ahí tendrá que lidiar con la presión y la repercusión que genera en México.

—Está acostumbrado a ella, pero sigue siendo algo poco común para un chico tan joven. Muchas veces es excesivo, había gente que incluso hace año y medio ya pedían a Marcelo para ser titular en la selección absoluta. Es una presión que un jugador de 18 no tendría que vivir, la verdad. Espero que sepa adaptarse al reto al que se enfrenta y que sepa aprovechar y también disfrutar todo lo que le venga a partir de ahora. Sé que tiene muchas ganas, rechazó ofertas en la segunda inglesa y en la primera holandesa porque creen que el Real Oviedo les puede garantizar más oportunidades desde el principio.